Crítica de MAXXXINE, dirigida por Ti West y protagonizada por Mia Goth
Maxxxine. Año: 2024. Duración: 103’ Director: Ti West. Guion: Ti West. Reparto: Mia Goth, Elisabeth Debicki, Michelle Monaghan, Bobby Cannavale, Kevin Bacon.
Maxxxine (2024) llega a nuestras pantallas para completar la trilogía dirigida y escrita por Ti West y producida por su estrella, Mia Goth, sobre las andanzas de Maxine, una actriz porno de aquellos tiempos en los que hasta el cine porno tenía su hálito de arte y no era un mero metesaca neumático. Mia Goth también interpretó a Pearl, un personaje clave en la primera parte de la trilogía, X (2022) y protagonista de la precuela de la trilogía, Pearl (2022), cuyo estreno disfrutamos después de X. Ti West se ha tomado algo más de tiempo para rodar Maxxxine, sin duda el título más ambicioso de los tres y con un resultado comercial un tanto desigual.
Maxxxine arranca después de los eventos de X; aquí la protagonista hace borrón y cuenta nueva y decide dejar atrás los luctuosos sucesos que a cualquiera le costaría una fortuna en psicólogos olvidar. Pero el carácter de Maxine (personaje inspirado en la azarosa vida de Linda Lovelace, la protagonista de Garganta Profunda) es pragmático y rebelde, y nada se interpondrá entre ella y el éxito. Y así llega Maxine a Hollywood, una Babilonia en la que no tardará en meterse en líos, y esta vez tendrá que vérselas con otro peligroso asesino, esta vez urbano, The Night Stalker. Este fue un asesino satánico real que sembró el pánico en Los Ángeles en los años 80.
Ti West da un salto del American Gothic de X al Urban Gothic de Maxxxine, el realizador y la actriz (imprescindible productora de la trilogía) muta y modela su saga para ofrecer varias caras del poliedro de género que ha marcado cincuenta años de cine de terror estadounidense. Si en la primera entrega Mia Goth combatía a los serial killers en una granja desvencijada a golpe de rastrillo, esta vez se enfrenta a un asesino urbano vestido de cuero -un guiño al género giallo- y de tintes satánicos. Maxxxine consigue recrear una época y un lugar con acertada precisión, a la que también ayuda el trabajo de fotografía de su operador de cámara.
El guion de Maxxxine tiene agujeros, algunas preguntas que no se contestan y algunos encajes de bolillos de difícil armadura que hacen naufragar la película en momentos clave. Nada de esto es ajeno al espectador, que ve con estupor cómo los personajes corren de un lado a otro de la ciudad sin ofrecer respuestas a algunas preguntas que hilarían mejor el argumento. Pero salvando estos problemas, y si el espectador tiene ganas de disfrutar de Maxxxine, deberá poner su foco en otros aspectos. Maxxxine es una película de serie B a la que se le asoman ínfulas de gran producción; Ti West está acostumbrado a manejar presupuestos reducidos y a crear con pocos recursos. Verse con un abultado presupuesto no le hace renunciar a su espíritu de serie B ochentero, y esto es lo más disfrutable de la película.
Maxxxine tiene homenajes a algunos títulos seminales del American Gothic, pero sobre todo a dos en concreto. El primero es Psicosis (1960), de Alfred Hitchcock, con visita a la casa de Norman Bates incluida. La segunda referencia, algo más difusa, es el thriller de terror urbano, Maniac (1980), de William Lustig, al que sazona con un tardío Satanic Panic para dar más enjundia al guion. El Pánico Satánico y los SAR (Satanic Ritual Abuse) y la relación de estos con el rock duro, las drogas y la degradación moral de las ciudades también están presentes en la historia de Maxxxine que, por ese lado, se erige en una suerte fresco de las dinámicas criminales subterráneas de la época.
A pesar de la irregularidad de Maxxxine, el mérito que tienen Mia Goth y Ti West de haber creado una mitología propia es incontestable. Esta película corona la trilogía, quedando por encima de su predecesora y secuela, Pearl, y a la misma altura que su primera entrega X. A Ti West ya sabemos le seguimos desde hace décadas y le reconocemos una interesante a la par que irregular filmografía: La Casa del Diablo, The Sacrament, In a valley of Violence,.. a Mia Goth apenas la conocíamos pero se puede afirmar con total rotundidad que también cuenta con un nombre propio en el género de terror.