In a Valley of Violence, crítica del western dirigido por Ti West

In a valley of violence. Duración: 103 min. País: Estados Unidos. Dirección y guion: Ti West. Reparto: Ethan Hawke, John Travolta, Taissa Farmiga, James Ransone, Karen Gillan, Toby Huss, Tommy Nohilly, Larry Fessenden.

In a Valley of Violence (2016)  es por ahora el único western que ha producido la Blumhouse, casa especializada en la producción de cintas de terror de bajo presupuesto y gran efectividad, tanto en el resultado formal de la propuesta como en el comercial. Este atípico adentramiento de Blumhouse en el Cine del Oeste viene de la mano del director Ti West, otro abanderado del terror moderno en su vertiente low cost o, como se llama ahora, mumblegore. Lejos de su registro habitual, Ti West, firma un western que no envidia en cuanto a minimalismo y puesta en escena a sus películas de horror. Aún más, los westerns necesitan ambientación de época y una mínima puesta en escena para ser creíbles, y en el caso de In a Valley of Violence, se apura tanto este aspecto que por muy poco la película tiene la apariencia de un teatrillo al aire libre.

Crítica In a valley of violence

La inversión que ha hecho la Blumhouse en In a Valley of Violence es mínima. Las partidas más elevadas del presupuesto se las habrán llevado los actores protagonistas: John Travolta, Ethan Hawke y Taissa Farmiga. Los tres son actores con un caché elevado que, sin duda, lo habrán bajado para acomodarse a un presupuesto que presuponemos exiguo. Los resultados son unos aceptables duelos actorales, pero que tampoco pasan de la correcta interpretación de un guion muy limitado en su alcance y expectativas. De los tres, el mayor protagonismo lo tiene Ethan Hawke, en el papel del enigmático Paul; John Travolta sale a escena exhibiendo su particular histrionismo y, al menos, quita algo de insulsez a algunos de los momentos de In a Valley of Violence. Por su parte, Taissa Farmiga encarna a Mary-Anne, prototípica mujer del Far West de buen corazón y mejores intenciones, enamorada de un malo con buen corazón. Cabe destacar a un habitual del mumblegore, el omnipresente Larry Fessender, con una interpretación tan plana y contenidamente cómica como viene siendo habitual.

Si la puesta en escena es el principal punto flaco de la película, su fortaleza reside en la falta de pretensiones y en las ganas de ofrecer un espectáculo meramente entretenido, en consonancia con lo que podría ser una novelilla del Oeste que comprásemos en un quiosco. La historia, simple y los personajes sin apenas profundidad van a causar una sensación de vacío fílmico al espectador que vaya buscando un western de empaque, pero quienes se abstraigan y vean In a Valley of Violence como un curioso vehículo de entretenimiento, quizás la encuentren más disfrutable. La película tiene algún momento memorable, ese tiroteo con fuego cruzado prácticamente al final del filme y un par de encuentros de Paul con un predicador, interpretado con Burn Gorman, un habitual de los castings de Guillermo del Toro, que dice ir limpiando de maldad los pueblos por lo que pasa.

John Travolta In a valley of violence

In a Valley of Violence ha sido aplaudida por la crítica como una película en la que, a pesar de su falta de pretensiones, resulta ser una modesta carta de amor del realizador de The Sacrament, al western. Ti West se ha manejado bien en una producción en la que ha trabajado el género con cierta carga intimista; si antes mencionábamos momentos de sobresalto para el espectador, ahora destacaremos los monólogos del personaje de Paul con su perra Abby, segmentos en los que In a Valley of Violence se muestra más cercano al espectador y evita la frialdad que caracteriza al resLato del metraje. Y no solo eso, también tiene aspectos argumentales y emocionales que la emparejan con la ochentera Acorralado (First Blood, 1982), de Ted Kotcheff.

Por último, señalar el maltrato que ha tenido el título de esta película en nuestro país. La traducción literal de In a Valley of Violence es “En un valle de violencia”. El título que la distribuidora o regente de los derechos en España la ha denominado El Valle de la Venganza. Este infortunio hace que la cinta de Ti West pueda confudirse con el western clásico de igual título dirigido por Richard Thorpe en 1951.

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