la dama de sal poster

 

Crítica de La Dama de Sal, un cortometraje de terror gótico

Título: La Dama de Sal. Año: 2017. País: España. Dirección: Mario Venegas Lucena. Guión: Mario Venegas Lucena. Fotografía: Daniel Mauri. Reparto: Sebastián Haro, Mariano Venancio, Fernando Massia.

Es poco frecuente que un cortometraje se ambiente en «época». Normalmente, las ambientaciones que requieren de un aparataje más complejo, como es contar con guardarropía de época, escenografía, atrezo, etc. suelen ser producciones demasiado caras que no suelen darse en nuestros cortometrajes. Pero las cosas están cambiando y los magros presupuestos se suplen con mucha inventiva y aún más tesón. El caso de La Dama de Sal (2017) es uno de éstos. El cortometraje de Mario Venegas ataca no solamente por la parte de la recreación histórica, también cuenta con una atmósfera inquietante y usa los efectos especiales para construir un ambiente de soledad, pesadilla y tensa espera.

Durante los siglos más florecientes del que fuera una vez imperio español, cientos de barcos surcaban las aguas con destino incierto, como incierta era la suerte de sus ocupantes. Muchos de ellos desaparecían por causas misteriosas, ya fuera por tormentas, motines o hambrunas. En La Dama de Sal se supone una antigua maldición que diezma a la tripulación de un navío, convirtiendo a sus ocupantes en estatuas de sal, una vez que los desafortunados tienen la desgracia de entrar en aguas de jurisdicción sobrenatural, allá donde la Dama de Sal extiende su maleficio, creando un especie de Mar de los Sargazos habitado por barcos sin tripulantes, envueltos entre densas brumas.

La Dama de Sal es un cuento gótico con sabor histórico que nos toca muy de cerca. Podemos reconocer un contexto histórico y mitológico. Del primero ya hemos señalado aquella época de las exploraciones marinas que realizaba el imperio español en su época de esplendor. En la parte mitológica La Dama de Sal se asimila al legendario y hoy edulcorado mito de las sirenas. Si la cultura popular de hoy en día tiene a las sirenas como seres bellos, románticos,  bondadosos y hasta dignos de lástima, su origen mítico tiene poco que ver con ese idealizado cliché. Las sirenas eran el terror de los marineros, seres de apariencia horrible que podrían entonar cánticos seductores desde la bruma para hacer estrellar a los barcos y así poder devorar a los supervivientes. Las sirenas tenían su propio territorio jurisdiccional y los capitanes de la antigüedad se cuidaban bien de entrar en las aguas donde ellas habitaban. La Dama de Sal es una figura desmitificante, desde sus aviesas intenciones hasta su aspecto, fantasmal,  quebradizo y salino, carente de cualquier rasgo empático, construida como una estatua de sal viviente, semejante en su expresión a algunos engendros producto de la enfermiza mente del realizador italiano Lucio Fulci.

La Dama de Sal cortometraje

Solo podemos deshacernos en elogios ante el trabajo del equipo de producción, consiguiendo una notable ambientación y precisión en los detalles históricos. El propio Mario Venegas, aparte de dirigir el cortometraje, también ha sido el responsable del diseño de producción de La Dama de Sal. Dentro del apartado actoral destacamos la presencia de Sebastián Haro, un veterano actor que se convierte en una de las piezas fundamentales de la historia. Y no nos podemos dejar en el tintero al equipo de efectos visuales, compuesto por Bernardo González y Alejandro Jiménez, que juega un papel muy importante en la recreación de la Dama de Sal y en esa especie de Mar de los Sargazos en el que ha convertido su dominio, poblado de infortunados navíos.

En la parte negativa, a pesar del entusiasmo que nos despierta La Dama de Sal, narrativamente se nos antoja escasa. El cortometraje tiene un buen comienzo, donde sienta una poderosa base para el desarrollo de la historia, sin embargo el desenlace de la misma, en el que los marineros van cayendo uno tras otro bajo su maligno influjo a modo de «body-count», nos parece corta, insuficiente para aprovechar todas las posibilidades que ofrece esta asesina del Más Allá. Dicha situación debería haber contado con un metraje más extenso, recreándose en el asesinato de los marineros, buscando diversas fórmulas visuales con las que la Dama de Sal daría cuenta de sus desdichadas víctimas. Este cortometraje merecería una extensión más generosa, lo cual no le resta ninguna de las virtudes antes expuestas, pero a pesar de eso, da la sensación de que sus creadores han pensado en este corto como una obra instrumental, un showcase para su posible lanzamiento en forma de largometraje o de serie de televisión. Si fuera así, sería estupendo que se hiciera una puesta en largo de La Dama de Sal, puesto que contaría con una producción más cuidada y muchos más medios de lo que daría de sí una serie.

La Dama de Sal ha sido nominado en los Premios Fugaz 2018 a mejor dirección de producción (Mario Venegas), mejor dirección de arte (Gigia Pellegrini), mejores efectos visuales (Bernardo González y Alejandro Jiménez), mejor vestuario (Pepe Vázquez), mejor maquillaje y peluquería (Yolanda Piña) y mejor sonido (José Tomé).

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