Crítica de Hellbender, con dirección, guion y producción de la familia Adams
Hellbender, 2021. Duración: 86′. País: Estados Unidos. Dirección y guion: John Adams, Zelda Adams, Toby Poser. Música: John Adams. Fotografía: John Adams, Zelda Adams. Reparto:Zelda Adams, Toby Poser, Lulu Adams, John Adams, Rinzin Thonden, Khenzom, Shawn Wilson.
Hellbender es una película dirigida, producida, escrita y montada la Familia Adams. Muchos se habrán quedado boquiabiertos al leer esto. Aclaremos que esta Familia Adams se escribe con una sola “d”, en lugar de dos, como lleva la clásica Familia Addams de la serie de televisión estadounidense. En el caso del equipo de producción de Hellbender, la Familia Adams está compuesta por John Adams, Zelda Adams y Toby Poser, padre, hija y madre. Los tres, acompañados de algún que otro familiar, son los responsables, casi en exclusiva, de este estimulante título, que crea un interesante universo esotérico y brujeril.
El Folk Horror es un género en alza en la escena del cine fantástico underground. Hellbender aprovecha esta circunstancia para contarnos una historia de brujería y satanismo muy a la antigua usanza, alejándose de ese “elevated horror” que puebla nuestras pantallas de cine y las plataformas de proyección online. The deeper you dig (2019), anterior título de la Familia Adams, ya se adentró, en cierta manera, en el universo esotérico femenino y brujeril, pero es en Hellbender donde la figura de la mujer, como receptáculo de conocimiento ancestral y ente maldito por la sociedad, adquiere un protagonismo total. Toby Poser interpreta a la madre de Izzy (Zelda Adams), una adolescente cuyos poderes mágicos están despertando con la llamada de la pubertad. Su madre, una consumada y anciana bruja, somete a su hija a un aislamiento casi absoluto, salvaguardando a la comunidad en la que viven del peligro de un poder que está a punto de desatarse.
El despertar de los poderes brujeriles con la adolescencia ya ha sido tratado en multitud de títulos. Miremos muy atrás y recordemos a Carrie (1976), esa adolescente aislada del mundo por su madre ultra cristiana, celosa del contacto de la joven con los hombres y con la perversión existente en el mundo. En Hellbender, la protección maternal no procede de una imposición por parte de una figura ultraconservadora y represiva, sino de un personaje que debe proteger a los demás de su hija para la poder asegurar la supervivencia de ambas. El conocimiento y el poder mágico deben permanecer oculto para asegurar su supervivencia y el relevo generacional.
Ambas, madre e hija, forman una banda de rock llamada H6LLB6END6R. La música es el hilo canalizador del poder de Izzy, la creatividad que esta vierte en las composiciones, las letras y el art work de la banda sujetan y focalizan los poderes de la adolescente Izzy. Los creadores de Hellbender son conscientes del fuerte influjo de las doctrinas secretas y oscuras y el satanismo en la música rock, lo cual les sirve para enriquecer la narración con algunas buenas canciones, consiguiendo con Hellbender una propuesta fresca y honesta, una película de serie B con pretensiones muy medidas y resultados tan aceptables como entretenidos. Lo más flojo de la película son los efectos especiales, pero aún en esos momentos, Hellbender se deja ver con la simpatía y el interés que suscita la historia y teniendo muy presente que es una producción pequeña, donde los personajes están muy por encima de los fuegos de artificio.
