THE CURSE OF DOWNERS GROVE
El autor de American Psycho, Bret Easton Ellis, sigue buceando entre el estiércol de la clase media norteamericana ¿Cuáles son las motivaciones de los jóvenes norteamericanos que algún día serán llamados a gobernar el mundo y con la peor de las suertes, ordenar un bombardeo sobre nuestras casas? Las mismas de cualquier otro joven occidental: beber, follar y colocarse. Pero parece que los W.A.S.P. han encontrado con la horma de su zapato, una maldición que provoca la muerte de un estudiante justo antes de graduarse en el pueblo suburbial de Downers Grove. Una aplicada y estudiosa joven intentará averiguar la verdad de esa maldición.
The Curse of Downers Grove fue la película con la abrimos boca nada más terminar de desayunar. No es que fuera algo impresionante pero la sencillez de la propuesto y sus resultados nos hizo sonreír y nos dio fuerzas para afrontar uno de los platos fuertes del día. La película escrita por Breat Easton Ellis es una interesante radiografía de la pobredumbre de la clase suburbial de los USA, sin llegar a la que pudo retratar esa mezquindad de modo más efectivo: Crimen and Punishment in Suburbia.
OVER YOUR DEAD BODY
Una de las películas más esperadas de fetival era Over Your Dead Body, segundo título que el prolífico Takashi Miike presenta en el Festival de Sitges. La expectativa de la película, con interesante guión no llega a satisfacer al público, que sale con caras largas de dos horas de una proyección de ritmo lento, preciosista y meticulosa pero al mismo tiempo tediosa y un poco enrevesada. El principal mérito de Over Your Dead Body es la forma con la que se engranan dos narraciones paralelas, la de una leyenda medieval y la de la tragedia de los actores que están ensayando una obra basada en la misma. Mientras que la parte de la leyenda está muy clara y bien rodada, la otra es confunsa y su imagen se pierde en una borrasca de tonos fotográficos muy oscuros que no seduce precisamente. La revisión del icono del horror que es fantasma japonés propuesto por Miike no funciona, una pena.
EL ARDOR
Presentado como un thriller selvático a los Sergio Leone, El Ardor, protagonizado por Gabriel García Bernal, ha resultado ser una pieza de una pretenciosidad sublime, con unos resultados tan pobres como grande es la ínfula de género que el realizador ha pretendido otorgar a esta película. El climático final es lo único destacable, y no por original precisamente, el señor Leone está presente en un duelo que pudo despertar a un público completamente hastiado de una película vacía y pretenciosa.
ALLELUIA
Llegó la segunda película que el belga Fabrice du Welz presenta en el Festival de Sitges este año. Alleluia, protagonizada por la española Lola Dueñas recorre el camino que películas como The Honeymoon Killers ya habían recorrido antes, pero lo hace desde la perspectiva de unos personajes instalados en la locura, con una estética de plano corto y fotografía con grano. Puede ser cuestionable que el director de Alleluia haya usado fórmulas visuales poco apropiadas para esta historia, o que recursos como el número musical estén fuera de lugar, pero está claro que nos encontramos ante una pieza de género única al que el tiempo pondrá en su sitio. Podréis encontrar más información sobre la película en la entrevista en exclusiva que Fabrice du Welz nos concedió durante el festival y que publicaremos en breve.
WAKE IN FRIGHT
Terminamos la noche con la cinta australiana Wake in Fright, firmada por el veterano Ted Kotcheff en 1971, y protagonizada por Donald Pleaseance y Gary Bond. Aunque clásico y poco vinculada al cine fantástico, la película se ha convertido en una pieza de culto debido al incesante ritmo de consumo de cerveza de sus personajes y a la acumulación de situaciones a cada cual más burra y disparatada. La película consiste en una visión del barbarismo inherente al paisaje desértico australiano, desposeído ya de aborígenes y con el «caballo de hierro» atravesando de un lado a otro la principal isla del continente oceánico. Un profesor de escuela, Gary Bond, decide ir a pasar un fin de semana a una ciudad situada cerca del pueblo donde ha sido destinado para matar su tedio y sus ansias de comunicación con otras personas «civilizadas». No sólo encontrará todo lo contrario de lo que ha ido a buscar sino que se verá sumido en una decadencia moral de la cual aprenderá una constructiva lección. Cabe destacar de manera cuestionablemente ética la matanza de canguros que muestra la película, que según indican los créditos fue realizada por cazadores profersionales y contaba con el asesoramiento de varias protectoras de animales (sic). Wake in Fright es un título que necesita una urgente revisión por parte del aficionado que no lo conozca.