La 56 edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya, o Festival de Sitges, no se ha prodigado en grandes títulos de cine de terror. Ha habido unas cuantas películas que tocan este género pero sin el empuje suficiente que necesita un título para emocionar al público. Afortunadamente, tuvimos la oportunidad de realizar una entrevista a Sébastien Vaniceck y a Sofia Lesaffre, director e intérprete de Vermin La Plaga, una película francesa que cuenta la invasión de una plaga de arañas asesinas en un barrio de los suburbios de una gran ciudad. Vermin La Plaga fue una de las pocas películas de horror que emocionaron al público, llegando a obtener un premio ex-aequo dentro del galardón del Premio especial del Jurado de la Sección Oficial Fantàstic.
Sofie y Sébastien, muchas gracias por esta entrevista. ¿Por qué arañas?
SB: Porque es la mejor forma de hablar sobre cómo están las cosas en Francia. Hay un paralelismo entre las arañas y los suburbios de las ciudades francesas. Igual que otras películas de monstruos, Vermin habla sobre la xenofobia y cómo reaccionamos ante las cosas que no conocemos. Siempre pongo el mismo ejemplo, cuando vemos una araña en el baño lo que hacemos automáticamente es matarla. es como una suerte de xenofobia por la que reaccionamos violentamente.
Vermin también es una película de ecoterror. En el festival ya hemos visto tres películas sobre ecoterror, está claro que el medio ambiente es una preocupación del cine actual. Me gustaría saber vuestra opinión sobre esto.
SB: Creo que el ecoterror procede de cómo nos comportamos con los animales. Es muy importante comprender que toda tipo de vida importa, independientemente de qué cuál, y debemos preocuparnos y cuidar todas las cosas vivientes. Eso también es parte de Vermin. Creo que hay muchas películas sobre este tema porque hay una nueva generación de cineastas que estamos empezando y tenemos algo que decir sobre este asunto, este es el mundo en el que vivimos ahora y debemos reaccionar, tenemos cosas que decir. El planeta que nos han dejado nuestros mayores no goza precisamente de buena salud y también hacemos estas películas para decir “debemos cuidar nuestro mundo”.
Ya ha pasado otra película de ecoterror por el festival llamada Animal Kingdom. También es francesa.
SB: No he visto Animal Kingdom aún pero me agrada que se haya hecho una película así.
Todo el mundo tiene en mente el terror francés de principios del siglo XXI con cineastas como Alexandre Ajà o Xavier Gens. ¿Qué pensáis que ha cambiado desde entonces?
SB: La diferencia entre antes y ahora dentro del cine de género francés, hablando en términos de cine de terror, es que creo que aquel cine era una nouvelle vague, una nueva ola en la que sus directores querían impresionar a la audiencia, crearles un shock. Las películas eran terroríficas y muy duras de ver, ellos querían hacer algo diferente y distanciarse de lo que se había hecho en Francia en el pasado. Ahora tenemos un nuevo punto de vista, hacemos cine de terror pero partimos de unos principios, queremos hablar de cosas y nos gusta lo que estamos haciendo en cuanto a cine de género. Creamos los guiones con lo que nos gusta contar, de lo que queremos hablar, damos forma a los personajes e intentamos crear nuestro propio cine de género, y espero que funcione.
Desde luego que funciona (risas)
Volviendo a la película. Hablemos de los efectos especiales. Debe ser muy difícil hacer una película con tantas arañas, gente moviéndose de un lado para otro y las arañas acechando en la oscuridad. ¿Qué parte de la película está hecha con animatronics y qué parte está hecha con efectos digitales?
SB: Solo usamos arañas reales en una parte de la película, el resto son CGI. Trabajar con arañas reales es fácil, no corren, se pueden poner en una pared y la araña no se va a mover y son animales muy agradecidos. Para los CGI escaneamos las arañas en 3D y dimos forma a los tamaños.
Yo sabía que no íbamos a tener un gran presupuesto para hacer la película así que me hice una idea de cómo íbamos a rodar con las arañas digitales y que parecieran reales. Mi idea era que las arañas no se moverían en presencia de luz y sí en la oscuridad, y necesitaba que el público se creyera lo que estaba viendo porque no puedo rodar sin luz. Antes de preparar los efectos tuve una reunión con Thierry Onillon (VFX) dos semanas antes del rodaje y me dio buenos consejos sobre cómo rodar con criaturas creadas en 3D. Más tarde, con Alexandre Jamin (director de fotografía) ideamos unos trucos basados en las siluetas de las arañas y finalmente hicimos que pudieras creer que es cierto lo que estás viendo. Cuando tengo un problema como este tengo que buscar una solución, cuando Spielberg tiene un problema usa animatronics (risas), y como no soy Steven Spielberg así que necesito agudizar el ingenio.
¿Cómo se prepararon los actores para una interpretación? Hay una carga emocional muy fuerte sobre los actores, y también física.
SB: Desde la parte de la dirección yo quise estar a su lado, por eso rodé el setenta por ciento de las tomas con ellos. Yo estaba allí en todo momento, corría con ellos, me quedaba con ellos porque quería que me sintieran cerca y yo sentirles también. La actuación es algo en lo que no puedes engañar a la cámara, debes capturarlo todo. Hubo algunas improvisaciones porque estaban corriendo y gritando y no pudimos hacer tomas iguales todo el rato, así que hacían algo diferente yo pensaba, vale, tengo que rodarlo. Hay muchos movimientos de cámara en la película y eso es lo que hace que la tensión sea fuerte, es algo real; aunque ellos estaban asustados de “nada” realmente.
SL: Estuvimos encerrados durante seis semanas entre un edificio y un estudio de rodaje y tuvimos una conexión muy intensa porque estábamos juntos todo el tiempo, incluso fuera del rodaje, así que creamos algo realmente especial. Si me preguntas sobre la tensión, la conexión con el director ayuda, pensábamos que todo era real. Rodamos casi un mes en interiores, todo lo que ves sobre dentro del edificio ocurre en un estudio y a veces se sentía tan real que no caes en la cuenta de que estés en un set de rodaje, estábamos completamente inmersos en la película y lo pasamos realmente mal.
SB: Las telas de araña eran reales.
SL: Para mí, las telas de araña me daban más miedo que las arañas, eran muy reales. El montaje del set en el estudio ayudó mucho a eso.
Todas las películas de monstruos tienen referencias sobre títulos de género anteriores. ¿Cuáles hay en Vermin?
SB: Para mí hay mucho de survival movies. Durante la preproducción me fijé mucho en Green Room porque va de una banda de punk encerrada en una sala de conciertos, con un montón de presión sobre ellos y tienen que sobrevivir. Pero desde luego, no pude evitar fijarme en Alien porque es un título canónico y hay muchos planos inspirados en esta película. Durante el proceso de escritura tuvimos en cuenta 28 días después, de Danny Boyle, porque es una película en la que los humanos terminan siendo mas peligrosos que los monstruos. Pero también vi muchas películas que no estaban dentro del género del terror, creo que Vermin no es una película que va tanto sobre arañas como sobre personajes y cómo reaccionan ante algo que les atrapa.
¿Y una secuela? ¿Qué opináis? (risas)
SB: Estaría bien pero debería haber una buena idea detrás.
Sí, porque al final de la película todo está abierto, literalmente. Cuando el chico abre la puerta ¿qué ocurre?
SB: Escribí varios finales y ese es el que finalmente rodamos. Como tenemos varios finales escritos tenemos algunas ideas sobre cómo actuarían las arañas en el mundo exterior, aunque los finales están mas relacionados con el aspecto social de la película.
Esto es todo. Muchas gracias por vuestro tiempo. Me gustó mucho la película y creo que será una de las favoritas del festival. Espero que tengáis suerte y sea premiada.
SB y SL: Muchas gracias.