The Vigil, crítica de la película de terror de Keith Thomas
The Vigil. Año: 2019. Duración: 88 min. País: Estados Unidos. Dirección: Keith Thomas. Guion: Keith Thomas. Música: Michael Yezerski. Reparto: Fred Melamed, Dave Randolph-Mayhem Davis, Menashe Lustig, Malky Goldman.
The Vigil (2019) es una nueva incursión de la productora Blumhouse en el terror de bajo presupuesto. Esta factoría del horror de bajo coste y productos más que aceptables no cesa de ofrecernos variantes de los típicos relatos de terror, a cuál más interesante. Agradecidos estamos, The Vigil explora universos del horror nunca hollados por la industria cinematográfica, llegándole el turno a los seres fantásticos de la religión hebrea. Los fantasmas y demonios del cristianismo se han explotado hasta la saciedad, es lógico al ser la religión predominante en el mundo occidental, sin embargo, pocas incursiones se han hecho en la mitología de otras religiones, que no por minoritarias, son menos importantes; la religión judía tiene unos cuantos millones de practicantes en EE.UU., no digamos en el resto del mundo. ¿Acaso su mitología no se merecía al fin una mirada?
En el judaísmo la figura del shomer es la de la persona que vela a un difunto la noche antes de su entierro. Este guardián de los muertos debe velar porque el alma del difunto abandone este mundo lo más en paz posible, para eso debe pasar toda la noche recitando oraciones y pidiendo a Dios por la salvación de su alma. El protagonista de The Vigil es un shomer con poca fe que se toma su eventual ocupación como una forma de sacar un dinero extra. El joven y desencantado shomer, interpretado por Dave Davis, es llamado por los miembros de la comunidad judía ortodoxa de Nueva York para que vele por el alma de un difunto judío superviviente del holocausto nazi, pero en su vigilia se encontrará con una inquietante presencia contra la que su flaca fe no le ha preparado a enfrentarse. A partir de este momento de la película, el ambiente será el protagonista, los juegos de luces y sombras, la claustrofobia que provoca una casa que se sabe rancia, marchita y donde reina la desesperanza son los agentes encargados de causarnos un gran desasosiego. La presencia inquietante que acosará al shomer permanecerá oculta en la oscuridad, como un cazador acechando a su presa, generando notables momentos de tensión y terror psicológico.
En esta película dirigida por el debutante Keith Thomas, está concebida como una aventura interior y como un relato de horror. Algunos flashbacks y el testimonio de la viuda del difunto ayudarán al impávido shomer a saber a qué se enfrenta, no sin tener que hacer frente a sus demonios personales, condición indispensable para que el neófito pueda transformar su espíritu y recuperar la fe perdida en su religión y en su comunidad, como si se tratara de un cuento de terror iniciático. En la parte del relato terrorífico, el guion tiene la oportunidad de explorar en The Vigil una mitología inédita y contextuarla de forma inequívoca en dos espacios temporales fácilmente reconocibles por el espectador, el holocausto nazi y el Nueva York contemporáneo, donde vive una numerosa comunidad judía.
El minimalismo de The Vigil juega a su favor durante todo el metraje, pero se vuelve en su contra justo al final, con una resolución apresurada, justa, sin aspavientos ni pirotecnia, pero un poco escasa en su forma; no obstante, el resto del relato compensa ese desliz justo en su clímax, no por ello vamos a desdeñar esta buena muestra de horror contemporáneo que es The Vigil, que nos lleva a esos territorios del terror inexplorados que ya hemos comentado anteriormente. Keith Thomas demuestra la buena artesanía que se gasta en The Vigil y ya ha sido contratado para dirigir la nueva versión de la novela de Stephen King, Ojos de Fuego.
