Año: 2011. Duración: 94′ País: Cuba-España. Director: Alejandro Brugués. Música: Sergio Valdés. Fotografía: Carles Susi. Reparto: Alexis Díaz de Villegas, Jorge Molina, Andrea Duro, Andros Perugorría, Jazz Vilá, Eliecer Ramírez, Antonio Dechent, Blanca Rosa Blanco, Elsa Camp, Luis Alberto García, Susana Pous.

“Este es el paraíso y nada lo va cambiar” (Juan de los Muertos)

Fue en el año 1968 cuando un jovenzuelo americano llamado George A. Romero nos mandó una inquietante señal de alarma. Al parecer los muertos se levantaban de sus tumbas e inundaban la campiña de la América profunda en La Noche de los Muertos Vivientes (Night of the Living Dead, 1968). Al poco tiempo, estos seres putrefactos y hambrientos de carne humana llegaban a las ciudades (Dawn of the Dead, 1978), y en sólo unos años habían reducido la población norteamericana a un reducto de personas que vivían bajo el suelo (Day of the Dead, 1985). La infección se hizo esperar en el viejo continente, pero finalmente llegó, y de manera más virulenta que el original americano; Danny Boyle infestó toda Inglaterra con seres rápidos y violentos que se hicieron con el control de la “pérfida albión” en unas cuantas jornadas (28 Days Later, 2003), y aunque el realizador español Juan Carlos Fresnadillo realizó un intento por contener la epidemia (28 Weeks Later, 2007), todo fue inútil y el temible virus europeo saltó el Canal de la Mancha para extenderse como una mancha de aceite por toda Europa. A día de hoy, en plena crisis económica y con nuestras estructuras sociales desintegrándose merced al virus del neoliberalismo, la epidemia zombi se añadirá a la lista interminable de problemas que azotarán al Viejo Continente, cinematográficamente hablando claro. Será en el año 2014 cuando la próxima entrega de la saga de infectados europeos (28 Months Later, 2014) pondrá a criatura ultraviolenta y con ojos inyectados en sangre a la puerta de nuestras casas. Menos mal que es sólo cine, si no lo que nos faltaba.

Y algunos se preguntaban: mientras tanto ¿Qué sucede en Cuba? ¿Ha llegado la infección allí? Pues sí, con un poco de retraso, como en el continente europeo, pero también ha llegado. Esta pandemia global ha afectado sobremanera a la Cuba postrevolucionaria, a al menos eso es lo que cuenta la película Juan de los Muertos (2011), producción hispano cubana escrita y dirigida por Alejandro Brugués y que cuenta con un elenco prácticamente isleño excepto por la presencia de la actriz española Andrea Duro. La cinta plasma el Apocalípsis zombie en forma fresco esperpéntico, donde se aprovecha cualquier ocasión para soltar un chiste sobre la situación política de la isla y sus gentes.

La enésima agresión norteamericana a Cuba ha llegado en forma de un virus que convierte a los pacíficos isleños en muertos vivientes. Juan (Alexis Díaz) y Lázaro (Jorge Molina) se encuentran pescando frente a la costa de La Habana cuando un zombi vestido con el característico mono naranja de la prisión de Guantánamo –célebre prisión de máxima seguridad norteamericana en suelo cubano donde los presos no disponen de derecho ni protección jurídica alguna- muerde el señuelo de su caña. A pesar de que ellos eliminan a ese zombi, el virus que convierte a los vivos en no-muertos se extiende rápidamente por la isla y Juan y los suyos deciden sacar provecho a esa situación apocalíptica creando una empresa para exterminar a los zombis: “Juan de los Muertos, matamos a sus seres queridos”.

Juan de los Muertos es una auténtica sátira político-social en forma de comedia gore. En  su metraje se va desgranando, en forma de humor negro unas veces, y otras a modo de chiste neorrelista, las vicisitudes humanas de la isla y como la política del régimen y la presión norteamericana han llevado a la sociedad cubana a ser lo que es hoy en día, un sociedad que aparentemente no encuentra su rumbo aunque cuente con un potencial enorme en ingenio e imaginación. Quede esto por delante, la película huye de posicionamientos rígidos y pretende mostrar de modo metafórico un “hoy” herido (la invasión zombi) y un “mañana” dudoso (la huída de los protagonistas a Miami o donde sea), sin tomar partido por nadie excepto por los cubanos. Incluso España no sale bien parada y se nos retrata como a unos burgueses salidos que acudimos al Caribe a realizar turismo sexual; ahí está la escena en la que Juan debe acudir a una pensión donde se alojan unos españoles convertidos en zombis que están acompañados por varias prostitutas. La escena se soluciona con un off en el que todos los muertos vivientes son exterminados.

Otras comedias zombis como Zombieland (2009) o Zombies Party (Shaun of the Dead, 2004) lo han tenido más fácil al limitarse a la mera parodia del género, pero Juan de los Muertos también es una crónica humana y política, un ejercicio más difícil de realizar que a ratos resulta interesante y a otros ratos aburre, dejando al descubierto un guión que no profundiza en los personajes lo que debiera, restando carga dramática a un apocalípsis cuando menos particular e interesante. No obstante, el aficionado al género encontrará momentos muy satisfactorios, como la escena ya reseñada de los turistas españoles, o el maremágnum que se produce en el furgón policial, cortes divertidos de los que podemos encontrar más de una docena, algunos de ellos realizando guiños a clásicos del cine zombi como la nueva versión de El Amanecer de los Muertos (Dawn of the Dead, 2004), la también comedia gore Zombis Nazis (Dead Snow, 2009), o esos planos de amaneceres al más puro estilo de la serie The Walking Dead. La guinda de estas referencias genéricas se la lleva el ataque de un tiburón a un zombie, lograda y tumultuosa reinterpretación de aquella escena similar que rodó Lucio Fulci en Nueva York bajo el terror de los zombis (Zombi 2, 1979).

A pesar de los defectos de una película, a la que a veces le cuesta avanzar y, dicho sea de paso, puede resultar un poco incomprensible para el espectador español –el que no esté familiarizado con la realidad de la isla-, Juan de los Muertos es una interesante muestra de género que cuenta con buenos maquillajes y entretenidas escenas de acción, planificadas y rodadas con acierto. Las escenas de mass-zombies, en las que intervienen numerosos extras, harán las delicias del aficionado más romeriano en esta visión caribeña del apocalípsis pustulento, un soplo de aire fresco a una temática que ya empieza a dar signos de agotamiento, y que quizás termine refugiándose en figuras más metafóricas para poder sobrevivir, toda vez que el impacto gore del género está dejando de tener interés para el espectador. Pero ante todo Juan de los Muertos es la historia de un superviviente –como él dice- en clave de film fantástico, y de una isla paradisíaca en la que quizás algo esté cambiando aunque ni sus mismos habitantes sepan qué es ni por qué ocurre, como la plaga de los muertos vivientes.

FASE TERMINAL (2010)

El DVD editado por las compañías CAMEO y AVALON contiene como material adicional el corto Fase Terminal (2010), dirigido por Marta Génova. De forma sencilla y con un buen diseño de producción, se nos cuenta la historia de un niño que pierde a su madre en el susodicho apocalípsis zombi y sortea todos los obstáculos que le impiden encontrarla.

El cortometraje ha sido rodado en escenarios bien adaptados a lo que sería una instalación científico-militar en plena situación postapocalíptica, jugando con la tensión in crescendo y con la presencia zombi, que comienza siendo intuida hasta que finalmente se produce un encuentro cara a cara que traerá graves consecuencias. Aparte de su carácter expresamente genérico, Fase Terminal es una fábula sobre el amor, algo tan impetuoso e irracional que ni los zombis, ni los médicos, ni los soldados son capaces de detener, afortunadamente.

Este corto obtuvo el Segundo Premio del Jurado en el Festival de Terror de Molins del Rey 2011.

4 COMENTARIOS

  1. Llevo tiempo queriendo verla, a ver si me hago con ella cuando salga en Blu-ray.

    ¡Anda que te gustan poco los zombies a ti, eh! Si es que no eres uno de ellos, que no las tengo yo todas conmigo…

  2. Me gusto ese claro esperpento cubano hacia el que tira. Sus guiños y su sentido del humor heredero de películas como se permuta, aunque salvando las distancias al ser géneros opuestos. Pero se parecen en esa critica mordaz a los problemas cotidianos con el humor y la resignación como bandera.

    De cualquier manera una película muy localista, que en mayor parte entenderán los cubanos, no se si te lo comente alguna vez, pero viví allí diez años, y mi hija la mayor nació en la havana hace ya 18 años. Cuídate figura

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