Los buenos hoteles suelen ofrecer desayunos buffet de lo más variado. Nosotros los españoles, somos fieles seguidores de una dieta meramente mediterránea a la que añadimos un poco de bollería industrial para castigarnos un poco los michelines. Otras veces incluso nos podemos atrever con beicon y salchichas, al modo inglés, un desayuno potente y no sabemos si muy saludable. Bueno, pues así hemos empezado las sesiones de hoy, con desayuno fílmico potente y no sabemos si pernicioso para nuestra salud (mental).
la jornada de hoy nos ha traído nuestra primera película de terror, Oculus. En días pasados el público tuvo la suerte de poder ver piezas como The Canal o Babadock, que según comentan tenían una notable calidad y daban un respiro a un festival repleto de thrillers.
Vamos allá:
NORWAY
Norway es una película griega, a pesar del título. Nada menos que comienza advirtiéndonos que en 1984 Noruega ha dominado todo el Mediterráneo, y por supuesto también Grecia. Acto seguido nos cuenta las andanzas de un decadente vampiro griego al que se le encarga una misión secreta. Este vampiro es un fiestero de cuidado; a pesar de su edad madura no puede parar de bailar y divertirse con música tecno pues de otro modo su corazón se pararía definitivamente.
La estética de Norway es harto curiosa. Combina maquetas con un diseño de arte colorido por neones y asfixiado en ocasiones con brumas artificiales. Este aparataje visual nos introduce en una metáfora de la situación actual de Grecia: decadencia, aferramiento a los viejos valores -vampíricos- que han llevado a Grecia a la situación económica actual, auge de la ultraderecha, empobrecimiento y abandono de los más débiles. En definitiva se nos muestra el panorama de un país que necesita una urgente regeneración social para dejar atrás a esos vampiros filofascistas y tecnócratas que han llevado a la ruina al país heleno.
Norway es una película difícil de ver, y más a las 8 30 de la mañana, pero sin duda merece un voto de confianza por lo arriesgado de su propuesta tanto temática como visual.
JAMIE MARK IS DEAD
El director de la notable Las Ruinas nos trae un nuevo film fantástico, muy alejado del título que le hizo famoso. Si Las Ruinas estaba enmarcado en una serie B de público objetivo enminentemente cinéfago, Jamie Mark Is Dead es un título para adultos que va a tener menor repercusión comercial aunque va a ayudar mucho a la carrera artística de Carter Smith.
Jamie Mark is Dead es un cuento de fantasmas que une el mundo de los vivos y de los muertos en un contexto de iniciación a la madurez de dos adolescentes. Tras un trágico suceso en el que un chico acosado por sus compañeros es encontrado muerto, el fantasma de éste se aparecerá a dos personas en particular, solicitando su ayuda. Este argumento, aunque manido por la banalización de la que son objeto los asuntos trasmundanos, resulta ser un buen material en manos de Smith, que realiza un film adulto repleto de sensiblidad, con una ventana abierta a la comprensión del mundo adolescente, sin caer en manierismos ni recursos narrativos recurrentes en estas historias. El resultado global es una película muy adulta y que puede satisfacer el paladar del aficionado al cine fantástico y horror, sin olvidar a aquel público que sin sentir aprenhensión por las historias de terror busque algo más a una pelicula aparte de unos cuantos sustos.
GOODNIGHT MOMMY
Desde Austria nada menos que nos llega esta producción en la que dos hermanos mellizos se ensañan con su madre, recién recuperada de una operación de cirujía estética al no reconocerla como tal. Con ecos al clásico del American Gothic, El Otro, la cinta se muestra como un thriller psicológico que lentamente evoluciona hacia terrenos más insanos y brutales, llegando en su parte final a sumergirse en el género maldito del torture torn. Goodnight Mommy es una experiencia bastante extrema cuya brutalidad se acentúa aún más con el tratamiento fotográfico y la puesta en escena fría y despersonalizada de la casa de diseño donde viven los protagonistas.
HORSEHEAD
Pura artesanía fílmica es lo que encontramos en la cinta independiente HORSEHEAD. Esta película quizás se podría haber reservado para un maratón de la noche pues quizás sus valores cinematográficos están por debajo de los estándares que se deberían requerir para su proyección en el cine Retiro a las cinco de la tarde.
Aparte de las pegas que se le pueda poner al cuestionable trabajo actoral y a una fotografía plana y sin textura, hay que reconocer que los efectos especiales artesanales y la recreación de los ambientes oníricos están muy logrados. Otro de sus puntos débiles es el guión, que actúa a modo de psicoanálisis barato de los personajes divagando para apenas contar nada al final. Horsehead es una película que ha sido mal publicitada por los organizadores del festival y en el momento del visionado hemos caído de que se trataba de algo muy distinto a lo que apuntaban los comentarios difundidos por la organización.
NO TEARS FOR THE DEAD
El director de El Hombre Sin Pasado, Lee Jeong-beom, nos presenta su nueva película de acción. No tears for the Dead es una cinta adrenalítica, repleta de números de acción, cada cuál más impactante y virtuoso, no esperábamos menos de este cineasta.
No Tears for the Dead comienza de un modo similar a la canónica The Killer, de John Woo, con una secuencia de acción en la que un asesino debe encargarse de un trabajo en un club nocturno. Las consecuencias del tiroteo son la muerte de una niña y una crisis de conciencia del asesino, al más tarde le encargan matar a la madre de la pequeña. Obviamente, el asesino se negará en el último momento y sus contratantes irán a por él…craso error el que han cometido.
Hay escenas de acción que son tan inverosímiles que el espectador debe dejar de preguntarse qué está viendo y limitarse a disfrutar con el visionado de ensaladas de tiros pasadas por la túrmix, pero al fin y al cabo No Tears for the Dead es así, es mejor difrutarla y dejarse llevar por las impresionantes planificaciones y piezas de acción que Jeong nos ofrece; toda una pasada.
OCULUS
La evolución del cine de terror comercial nos ha traído unos cuantos títulos que, sin esconder su vocación de llegar a amplios segmentos del público, son auténticas joyas del cine de género actual. Si hace dos años Sinister prometía ser la película de terror comercial de año, esta temporada le toca el turno a Oculus, una historia de corte clásico con espejo maldito incluido.
Oculus tiene un gran sentido del ritmo. La historia nos cuenta dos relatos paralelos, el de la actualidad y el pasado a modo de flashbacks. Ambos se dividen en segmentos que se entrecruzan dando una narración muy vigorosa y coherente. La aparición de entes sobrenaturales se raciona sobremanera, de modo que siempre son los protagonisstas de las épocas relatadas y su relación con el espejo los que llevan la mayor carga del horror de la película.
La cinta, que juega con clichés tan terroríficos como el de la home invasion, el cuento clásico de fantasmas o la destrucción del núcleo familiar, ha encontrado un hueco entre las preferencias de los aficionados del festival y posiblemente se lleve alguno de los galardones más importantes, sin duda lo merece.
Para los que no podáis verla en cines -ya os adelantamos que su paso por las carteleras será testimonial- podréis disfrutarla en formato doméstico gracias a la edición que realizará A Contracorriente Films.