Título original: Contagion. Dirección: Steven Soderbergh. País: USA. Año: 2011. Duración: 106 ‘ Guión: Scott Z. Burns. Fotografía: Peter Andrews. Música: Cliff Martinez, Intérpretes: Matt Damon (Mitch Emhoff), Marion Cotillard (Dra. Leonora Orantes), Laurence Fishburne (Dr. Ellis Cheever), Jude Law (Alan), Gwyneth Paltrow (Beth Emhoff), Kate Winslet (Dra. Erin Mears), Elliott Gould (Dr. Ian Sussman).
Sobra continente y falta contenido, es más o menos el resumen de esta producción del director Steven Soderbergh. Y es que, aun cuando el guión de Scott Z. Burns podría ser ciertamente prometedor y esconder jugosas escenas de intrigas políticas o escenarios realmente angustiosos, lo cierto es que llevado a la pantalla grande la historia pierde fuerza.
El tema de los contagios por virus mortales ha dado a luz en el cine a numerosas producciones de desigual calidad y éxito y dado el potencial que presenta y la fácil asociación con las tragedias a escala global permite cierta manga ancha a los directores y guionistas. Así podemos encontrar películas como Epidemia (1995), 12 Monos (1995), A ciegas (2008)…..sin dejar de mencionar obras geniales como 28 días después (2002) y su continuación 28 semanas después (2007). De este modo vemos que podemos enfocar el género desde tres perspectivas, el inicio del contagio y la lucha contrarreloj por contrarrestarlo (Epidemia o el propio Contagio), la conversión de los contagiados en una especie de monstruos agresivos en plena efervescencia (28 días después, 28 semanas después) o la escenificación de un futuro desolado tras una epidemia global donde el único objetivo es sobrevivir (El último hombre vivo (1965) y su revisión Soy leyenda (2007) o la saga Resident Evil).
Podríamos ubicar “Contagio” dentro del primer bloque pero dado el perfil del director éste prefiere huir de la “traca” y crear una producción de contenido casi documental intentando “tocar” la conciencia social de cada uno y venir a decir lo que, en el fondo, sabemos todos, que determinadas actividades están en manos de personas que solo tienen ojos para las cifras y la rentabilidad de las inversiones. Además, no sé exactamente a qué viene llenar la pantalla con tantos actores conocidos si la profundidad de los personajes que interpretan es tan pobre, desde fuera da la impresión de que todos (incluido el director) se han sumado en la creación de un producto de índole comercial con la única intención de recaudar unos dólares, porque, ni la historia nos llega por manida y previsible, ni la factura es tan buena que nos pueda invitar a tenerla en especial consideración.
En resumen, es cierto que debemos respetar/temer a los virus por sus consecuencias globales (tenemos aun en mente el reciente H1N1), también es cierto que este “tipo” de cine debe jugar un papel concienciador y responsable, pero también es cierto que el “buen” cine debe saber introducirnos en una historia para que sea creíble, debe contar con personajes que transmitan empatía para crear complicidad y debe saber construir ambientes que nos permitan hacerlos propios y cercanos…..se trata de crear interés y “enganchar” al cinéfilo no de echar ideas y actores conocidos en la coctelera y a ver que sale.
Felicidades Javi, una reseña con estilo. Sigue animado.