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Crítica de Sleeping Beauty, de Julia Leigh, con Emily Browning

Título: Sleeping Beauty. Año: 2011. País: Australia.  Duración: 102′. Dirección y Guión: Julia Leigh.  Música: Ben Frost.  Fotografía: Geoffrey Simpson.  Reparto: Emily Browning, Rachael Blake, Ewen Leslie, Peter Carrol.

Lucy (Emily Browning) es una estudiante universitaria que se mete en el mundo de la prostitución para financiarse sus estudios. En un singular prostíbulo la joven se convierte en una «belleza durmiente», a la que se droga diariamente hasta que pierde el conocimiento, y se le coloca en una habitación especial donde varios hombres hacen todo tipo de actos con ella que no puede recordar a la mañana siguiente. Como si esas horas nunca hubieran existido.

Emily Browning desnuda en Sleeping Beauty

Sleeping Beauty (2011) es la opera prima de la directora y novelista australiana Julia Leigh, igualmente destaca como protagonista Emily Browning (Sucker Punch, 2011), en un papel de niña dulce victima de las circunstancias, al igual que la Bella Durmiente (Sleeping Beauty) que inspira el título de la película. Las críticas no son buenas en general para esta incomprendida película, que en mi opinión merece mucho más.

Emily Browning dirigida por Julia Leigh en Sleeping Beauty

Sleeping Beauty refiere el devenir de la vida de Lucy, la chica protagonista, una estudiante con problemas económicos a los que hace frente trabajando en lo que puede, hasta «tener la suerte» de encontrar un trabajo de prostituta que revierte en buenas ganancias y curiosas experiencias. Igualmente expone también la relación decadente con un amigo especial, un personaje bohemio llamado Birdman. Todo ello mostrando lo duro de la vida de una persona normal y corriente en el comienzo de su vida adulta. Análogamente se muestra la vida de un grupo de poderosos ancianos en la recta final de sus vidas; antaño fuertes y vigorosos, hoy débiles y decadentes.

Emily Browning de Sucker Punch en Sleeping Beauty-2011

Como hemos dicho anteriormente, la vida de nuestra protagonista da un giro inesperado cuando conoce a Clara, la madame de un servicio de prostitutas de alto standing. Durante uno de sus trabajos entrará en contacto con este grupo de ancianos, que contentos con sus servicios deciden contratarlas para unos encuentros digamos un tanto singulares. Durante dichos encuentros se pondrá de manifiesto el brutal choque entre lo que es la belleza de la juventud frente a la decrepitud de la vejez; algo no ajeno a nuestros veteranos protagonistas, que buscan en el anonimato tapar sus personales vergüenzas, y en el sueño de nuestra protagonista el parapeto perfecto para proteger lo que queda de sus decaídos egos. El desenlace final: no es otro que el que muchos buscamos, unirnos de una forma metafísica a la belleza y juventud en el ocaso de nuestras vidas, eso sí, cada uno a su manera.

Sleeping Beauty de Julia Leigh con Emily Browning

El final nos hace reflexionar sobre la importancia del vigor y esplendor de la juventud, muchas veces infravalorado en nuestras ajetreadas vidas; a lo que solo solemos dar su verdadera importancia al final de las mismas, ya cuando nada, ni siquiera el poder y el dinero puede ayudar a recuperarla. Sleeping Beauty es un film con estupendas interpretaciones y magnifica fotografía, en especial la majestuosa mansión donde se desarrolla la principal trama de Sleeping Beauty. Muy recomendable.

Critica de Antonio Martín Asperilla

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