the objective

Año: 2008. Duración: 90’ País: EE.UU-Marruecos. Director: Daniel Myrick. Guión: Daniel Myrick, Mark A. Patton, Wesley Clark. Música: Kays Al-Atrakchi. Fotografía: Stephanie Martin. Reparto: Jon Huertas, Matthew R. Anderson, Jonas Ball, Jacqueline Harris, Sam Hunter, Vanessa Johansson, P. David Miller, Jeff Prewett, Kenny Taylor, Michael C. Williams, Chems-Eddine Zinoune.

Cuando esta película fue estrenada en España hubo voces que titulaban sus crónicas como “Myrick y los extraterrestres” y encabezados parecidos. Aquellos preclaros especialistas, con sus titulares, demostraron tener poca idea de cine de género. En The Objective (2008) se mezcla el realismo político con una situación paranormal. Tras los atentados del 11-S el ejército norteamericano decide invadir Afganistán para atrapar a Osama Bin Laden y desmontar los campos de entrenamiento de la red terrorista Al Qaeda. En este contexto sitúa, el codirector de la famosa El Proyecto de la Bruja de Blair (The Blair Witch Project, 1999), Daniel Myrick, su última película, presentada en los festivales de cine fantástico más importantes del mundo, casi en formato combo, junto a la película de fantasmas Seventh Moon (2008), dirigida por su compañero en el proyecto de Blair, Eduardo Sánchez.

El agente de la CIA Ben Keynes (Jason Ball) viaja a Afganistán con la intención de encontrar a un contacto local, Mohammed Aban, un prestigioso y escurridizo líder espiritual afín a los intereses estadounidenses. Para ello contará con la ayuda de un experimentado comando de operaciones especiales. Aban vive en las montañas dominadas por un clan tribal. Pronto, las cosas se complicarán para los soldados y la búsqueda de su objetivo les conducirá a regiones montañosas inexploradas donde se suceden fenómenos paranormales.

La película se desarrolla en dos fases distintas. Una, la de la misión suicida, sazonada de parafernalia marine, uniformes, armas, equipos de comunicaciones y jerga militar. La otra parte entra en el terreno fantacientífico, quedando más cercana a Encuentros en la Tercera Fase (Encounters in the Third Kind, 1977) que a Depredador (Predator, 1987). Ésta narración es la más estimulante y es la que nos sumerge de lleno en terrenos puramente scifi, siendo su línea argumental el mejor atractivo de la película, que hasta la aparición del punto de inflexión divisiorio era entretenida, pero ya apreciábamos que la fórmula del pelotón en misión secreta se iba desgastando por minutos.

Se puede pensar que la película va de la búsqueda de ovnis en medio del desierto afgano, pero nada más lejos de la realidad, su estructura argumental y el marco geográfico donde progresivamente se va desarrollando la acción nos dirige a un moderno de cuento de iniciación, una especie de búsqueda del grial donde el héroe debe vencer diversos peligros para encontrar la fuente del conocimiento que había ido a buscar. Para empezar, el grupo de soldados llega a una aldea y tras el contacto con los lugareños se pone en  camino de su verdadero viaje: las montañas y sus “carreteras” polvorientas. El contacto al que buscan no dispone de rostro, tanto da, primero han de encontrarse con el guardián de las montañas, un longevo anciano que está en contacto con entidades casi invisibles, centinelas traslúcidos que parecen portar espadas. El guardián fallece en el enfrentamiento de soldados con esas entidades, y el pelotón de soldados entra en la zona “sagrada” sin haber sido autorizados. En esa zona los caminos y el paisaje cambian continuamente. Han penetrado en una geografía mágica, una especie de triángulo de las Bermudas que desconcierta a los soldados y hace desaparecer cuerpos y equipos. Al final, la fuente del conocimiento, auténtico objetivo de la misión de Keynes, se representa por un oasis donde sólo los impuros fallecen y los puros reciben su regalo; es la iniciación que Keynes había estado buscando. El final de la película es un epílogo en el que Keynes aparece flotando sobre su cama de hospital, rodeado de médicos y militares y habiéndole sido otorgados poderes que sobrepasan el entendimiento humano.

Sin entrar en las raíces mitológicas de las apariciones de las que Keynes y su pelotón son testigos -pues en el film quedan suficientemente apuntaladas- The Objective es una película de serie B que se adentra en los terrenos de lo paranormal, de los fenómenos inexplicados y de las realidades paralelas, no del fenómeno extraterrestre. Quede este punto claro a aquellos que apuntan a los marcianos como los causantes de los mortales desastres que acaecen al pelotón de Keynes.

La película fue rodada en Marruecos, en impresionantes escenarios naturales, y contiene un tono documental que está acentuado por la continua voz en off de Keynes, relatando el viaje y enviando informes con el transmisor a sus superiores. El tono austero de la cinta refuerza la sensación de agobio, de ropa sudada, de incapacidad para asumir un entorno tan hostil –los soldados están deseando cumplir la misión cuanto antes- y de la necesidad de autosacrificio de algunos de los protagonistas, que deben encarar su destino en medio de esa “nada” rodeada de rocas y silencio, donde habitan fuerzas que se rigen por principios físicos distintos a los humanos. The Objective es una película modesta pero que debemos incluir entre otras más grandes que han tratado antes este tipo de temática. No debe faltar si además nos ofrece un par de ensaladas de tiros con los que satisfacer nuestras ansias de ver a los marines en acción.

5 COMENTARIOS

    • La vi en Sitges hace unos años y me quedé muy sorprendido. Si quieres te la paso que la tengo por aquí. Oye, a ver si vamos aprovechando esta semana el pase que nos dieron el otro día en el cine. Saludos!

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