Año: 2011. País: EE.UU. Duración: 84′. Director: Douglas Aarnioskosky. Guión: Luke Passmore. Música: Rock Mafia. Fotografía: Boris Mojsovski. Reparto: Shawn Ashmore, Ashley Bell, Cory Hardrict, Dominic Monaghan, Shannyn Sossamon, Michael Eklund, Brianna Barnes.
El favor que hizo John Hillcoat y su interesante La Carretera (The Road, 2009), basada en el libro de Cormac McCarthy ha marcado un antes y un después en la concepción del cine post-apocalíptico, sembrando nuestras pantallas con un panorama descarnado y nada compasivo: tras la hecatombe de turno la población se dividirá en dos partes, una la que intentará vivir sosteniendo los valores morales y la poca civilización que quede en pie, y otra la que se dará a la supervivencia más extrema y pragmática, creando comunidades de caníbales que no tendrán el mínimo escrúpulo en devorar a todos aquellos que caigan en sus manos, e incluso a los propios miembros de su comunidad. La Carretera planteaba interesantes dilemas morales sobre los que reflexionar no sólo cuando ocurra ese fin de la civilización y ese, suponemos, desastre medioambiental o atómico, también ponía sobre el tapete temas tan espinosos como el complejo de culpa del ser humano ante la naturaleza, o la necesidad del idealismo en tiempos difíciles; todos dilemas y reflexiones de los que se han apropiado otros filmes de menor entidad. No sólo fue el novedoso aspecto dramático el que estuvodetrás del triunfo de La Carretera; estéticamente plantea un mundo gris, con una vegetación muerta, casi inexistente, sin agua limpia para beber, con un cielo en permanente nubarrón, lo cual técnicamente se traduce en el uso de recursos de cinematografía, sobre todo fotográficos, que ofrecen ese look grisáceo y decadente.
Ya contamos con algunos títulos que pueden declararse herederos de los planteamientos argumentales y estéticos de La Carretera: la precursora Tooth & Nail (2007), que ya tenía en mente el libro de McCarthy en su guión, la vampírica Stake Land (2010), el apocaliptic-wester que fue El Libro de Eli (The Book of Eli, 2010), y hasta esa puntuable aproximación en el formato corto que realizó el cineasta español Aitor Uribarri con Horizonte (2012). Nos queda un título en el tintero, que es The Day (2011), de Douglas Aarnioskosky , la cinta más actioner de todas y la que ha obtenido más reconocimiento en el cine fantástico indie, con un puñado de buenas críticas en su haber. Aarnioskosky, realizador también de Los Inmortales, el juego final (Highlander Endgame, 2001) plantea una película alejada del realismo de La Carretera, más dirigida a la acción, con una superviviente Ashley Bell que viste con minifalda. Ese nimio detalle (¿el lado más sexy del apocalípsis?) ya nos da una idea de las pretensiones de The Day como vehículo de más de entretenimiento que de horror. Si a eso sumamos los guiños a La Noche de los Muertos Vivientes (Night of the Living Dead, 1968) o Asalto a la Comisaría del Distrito 9 (Assault on Prencint 13, 1976), el cóctel que vamos a digerir, bien formulado y agitado, es del todo satisfactorio, procurando una buena dosis de entretenimiento y acción.
The Day es un exploit de su film canónico pero no por ello está exento de interesantes planteamientos dramáticos. No es ánimo de destripar algunos de los momentos más interesantes de la película, pero hay una escena en la, Mary, que el personaje de Ashley Bell es torturada, y en la que la actriz exhibe una composición del personaje con matices que dan aportan un hilo argumental fundamental para a la cinta. También la escena final, conclusiva para el argumento de la película pero abierta a una secuela, y acompañada del score de Rock Mafia, tiene una fuerza tremenda a pesar de lo arriesgada de su exagerada resolución. El realizador de The Day dosifica la emoción cargando casi toda la tensión en el citado personaje, auténtico engranaje que hace marchar la maquinaria dramática de la película.
El film protagonizado por Ashley Bell se nutre estéticamente de una visión más plana de las texturas que aparecen en La Carretera; esa luz tintada omnipresente en todo el relato nos ofrece un ambiente apocalíptico pútrido y degenerado, húmedo y gris en la percepción visual. Este recurso es efectivo aunque se abusa de él por su constante presencia, aún en interiores. No obstante, The Day es así, es una de sus marcas de fábrica y por la que se la reconocerá en el futuro. Aún por esa incesante presencia, el look ambiental que se ha conseguido es mucho mejor que el de la película alemana Hell (2011), donde la fotografía saturaba de luz los planos en lugar de filtrarlos.
Tras su paso por el festival de Sitges en 2012, nada más se supo de esta película hasta que casi un año después ha sido editada en dvd por CAMEO. Un nuevo título en su catálogo y una nueva apuesta por traer a nuestro país títulos arriesgados e interesantes. The Day es interesante, ya hemos subrayado este adjetivo, justamente merecido, pero también es un título arriesgado por navegar entre las aguas del mainstream y del cine de culto, un perfil de película que casa con la filosofía de la distribuidora.
Me gusto bastante. En realidad mas que la mayoría con bastante mas presupuesto. No es la carretera, para mi la mejor de este genero. Ya se que no se parecen, pero el ambiente y la fotografía si las hace semejantes….
Vamos que entretiene, tiene la acción justa y el clima que se consigue la hacen una película muy interesante. Quizás con algo mas de presupuesto habría sido mucho mejor película. O quizás…Hubiera naufragado como tantas otras. Buena película sin duda. Cuidate
Hola Plared. Por los últimos comentarios de tu post «En Espera», entiendo que pronto te vas a poner con el teclado, jeje, muy bien, no hay que perder las buenas costumbres, y al fin y al cabo esto es algo que nos gusta, así que no hay que renunciar a ello. Ánimo!!
Pues The Day me gustó bastante por esa mezcla de referencias, que desde luego encuentran su mayor exponente en La Carretera, película inigualable y difícil de superar. The Day es entretenida y como tú, creo que con más dinero se hubiera hecho algo mejor. Lo que no me gustó fue la ineptitud del jefe de los caníbales, joder, se iba a quedar sin clan en un abrir y cerrar de ojos, casi se podrían dedicar a comerse a los muertos de su bando. Pero en fin, es entretenida.
Un abrazo.