Crítica de Stopmotion, dirigida por Robert Morgan
Stopmotion. Año: 2023. Duración: 93 min. País: Reino Unido. Dirección: Robert Morgan. Guion: Robin King, Robert Morgan. Reparto: Aisling Franciosi, Tom York, Caoilinn Springall, Jaz Hutchins.
Pese a que el nombre de la película “Stopmotion” (2023) nos haga pensar en una película cuyo leitmotiv embarque al espectador en un fastuoso diseño de animación basado precisamente en la técnica stop motion, nos encontraremos con algo muy distinto. La obra prima de Robert Morgan se aleja en lo argumental de sus cortometrajes y nos ofrece un viaje psicológico, el de Ella, una creadora de stopmotion que, liberada del yugo autoritario de su madre, debe encontrar su propia voz creativa y superar el duelo de la muerte de su progenitora. Vista la obra anterior de Robert Morgan está claro que la pulsión creativa de la protagonista, la muy efectiva Aisling Franciosi (Juego de Tronos, Nunca Hables con Extraños) va a tener una vertiente oscura y macabra.
Quien a posteriori se acerque a la obra de Robert Morgan verá que existen -como no podría ser de otra manera- unos denominadores comunes con Stopmotion, texturas y ambientes de pesadilla que engarzan con unos de los ejes vertebradores de su largometraje, el body horror. Y sin más podemos referimos a su cortometraje The Separation (2003) como un guiño a ese «Inseparables”, de David Cronenberg. En primer lugar, el aspecto de sus personajes es gelatinoso, húmedo, pegajoso, como un contrapunto orgánico a los personajes oscuros y afilados de las películas de los Hermanos Quay. Por otra parte nos encontramos con los profundos abismos psicológicos de los personajes, que también hablan de almas torturadas, dilemas y duros conflictos personales e interpersonales.
El arte devora al artista, es un tópico que podemos oír de creadores que han llevado su trabajo a altas cotas de imaginación y creatividad. ¿Qué ocurre cuando la sombra jungiana se deja ver y traspasa las barreras de lo inconsciente para manifestarse en forma de arte? Eso es lo que le ocurre a la protagonista de Stopmotion. El comienzo de la película nos muestra una relación mal avenida con su madre. La liberación que supone su muerte da rienda suelta a Ella para continuar la obra que han dejado sin terminar; pero lejos del complaciente estilo de su madre, ella adoptará un tono oscuro y macabro, guiada por una voz interior (acaso esa sombra jungiana).
El repaso a la filmografía de Robert Morgan nos hace pensar si el guion, firmado por él mismo y su colaborador Robin King, está hablando del propio Morgan y de los fantasmas y monstruos que asaltan su mente como creador, esas presencias macabras ocultas en el fondo de su psique que emergen para contar historias de imposibles de transformación orgánica a la par que psicológica -el cortometraje The Cat With Hands. Entonces la narración de Stopmotion la veríamos como un ejercicio de autoexploración personal y de síntesis de su obra.
La película se muestra más frágil en su último acto, cuando la realidad y el estado febril de la protagonista se confunden y tienen lugar los momentos más terroríficos del filme. Stopmotion nos ofrece un crescendo narrativo en el que el horror y la pesadilla se van mezclando sutilmente hasta la parte final, creando una atmósfera densa y tenebrosa en tanto la protagonista abandona sus quehaceres diarios para dedicarse a su obra, con una dirección de fotografía que incide en los tonos ocres y pustulentos que ya conocemos de su corto The Separation. La densidad de las atmósfera de Stopmotion es paralela a la evolución catártica de la protagonista. Y si tuviéramos que comparar desde la lejanía el body horror catártico de Stopmotion, quizás la extrema Thanatomorphose (2012) estaría presente como una referencia.
Sin muchas expectativas, Stopmotion se presentó en el Festival de Sitges de 2023, donde llegó a obtener el Premio Especial del Jurado. La película de Roberto Morgan no es un filme grande pero lo suficiente como para contar la historia que quiere contar. No dispone de grandilocuentes escenas de stop motion, como cabría esperar por el título, pero habida cuenta de que el objetivo de la película es precisamente el de trascender el mundo de la animación y hablar de su creación, la propuesta resulta innegablemente original.