sitges-2013-festival-de-cine-fantastico

Ayer os prometí que vería Dark Touch para haceros el debido comentario. Pues bien, esta película estaba dentro de las que tenía que solicitar el ticket de invitación. El problema es que estos tickets se tienen que recoger en la sala de prensa del Auditori y la sesión de Dark Touch comenzaba a las 8 30. Subir al Auditori, encontrar a alguien de prensa y volver a bajar me hubiera supuesto casi una hora, así que decidí arriesgarme e intentar pasar con mi acreditación, pero no funcionó. A pesar de que la sala estaba vacía en el cine Retiro, me dijeron que si ticket no entraba. Nunca antes habían puesto pases de ticket a primera hora, no sé cuál será el objetivo del festival para hacerlo, si no es hacer que la prensa compre alguna entrada, y si no es así no le veo la lógica.

En fin, ajo y agua, espero a la siguiente sesión, The Rambler, en el cine Prado. Con gran afluencia de público que llenó la pequeña sala hasta arriba, nos encontramos con una road movie lisérgica,  repleta de personajes carnavalescos, armas y alcohol; todo lo que parece ser que se puede encontrar en esa América profunda y republicana que tanto juego da a los cineastas a la hora de contar una historia truculenta sobre su país. Con un estilo deudor de David Lynch, la película avanza sin tener un rumbo fijo, igual que el protagonista, The Rambler, siendo ese precisamente su principal objetivo de la cinta, vagar, mostrar, hipnotizar, el final del viaje es lo de menos, The Rambler siempre será un trotamundos y eso es lo que más nos gusta de él.

dermot mulroney en the rambler

Acto seguido vuelvo al Retiro para ver Shield of Straw, una de las nuevas películas que Takashi Miike ha venido a presentar en el festival. Y sí, ahí estaba el veterano Miike dando las gracias a todo el mundo por asistir a la proyección de una película que no se compadece en absoluto con la calidad de los títulos que ha estrenado en años pasados. Shield of Straw tiene elementos argumentales de Rescate (de Ron Howard), Seven y Ruta Suicida (de Clint Eastwood). El relato de esta cinta presenta déficits por todas partes; es deslavazado, risible, y errático. No convence esta película tan irregular aunque haya venido el mismo director a presentarla. Este año el Festival de Sitges está realizando una retrospectiva del director. Se podrán ver sus dos últimos títulos pero también otros clásicos como la extrema Audition.

shield of straw

Tras la comida toca un poco de cine independiente, más diferente aún de lo que llevamos visto hasta ahora. Volvemos al Prado Roberto García Ochoa, de Doble Kulto Cinema, y yo para una doble sesión. Primero el cortometraje White Epilepsy y luego The Taking. La primera pieza es video arte puro y duro, sin concesiones; una hora y quince minutos de imágenes absorbentes que al principio captan la atención del respetable pero que acto seguido se dedica a echar un cabezada, sólo había que mirar alrededor para ver el efecto somnífero que causó White Epilepsy, una obra fuera de lugar en la programación y cuyo contenido debía haber sido claramente advertido por la organización.

Pero ahora vamos a la película más interesante del día, The Taking. A la presentación asistieron sus dos directores, que se mostraron abiertos a conceder entrevistas. Ayer les solicitamos una y ya nos han dado cita para mañana a las 13 horas.

Tal y como dijo la presentadora, The Taking es la historia de La Matanza de Texas como si la contara David Lynch, todo un prodigio de montaje y sugerencia. La utilización de los códigos del género son reinventados en esta cinta para dar el tono que los realizadores buscaban, pura autoría, una experiencia diferente e indispensable en este festival.

The Taking

Seguimos a toda leche…ahora toca el Auditori y la película de Víctor García, Gallows Hill. Presentada a bombo y platillo, esta coproducción hispano-colombiana es auténticamente nefasta. No hay buenos personajes, encima hablan en español y en inglés, todo por meter a un protagonista norteamericano para salvar la función, creando un galimatías de idiomas difícil de digerir. El guión es previsible y endeble, lo que ya demuestra de facto que Gallows Hill es un producto industrial, sin más pretensión que hacerse un hueco en la moda de las películas sobre exorcismo. Ya me habían dicho que en el pase de la mañana la película dejó muy mal sabor de boca, y no se equivocaban, fue un auténtico fiasco.

Los productores de Gallows Hill, y quizás también los distribuidores -si es que han encontrado en España- montaron una fiesta en la discoteca Pacha, a la que estaba invitada toda la prensa. Prestos acudimos a dar cuenta de los canapés y el vino. La hora de la convocatoria fue las 12 de la noche. A la una y cuarto no había acudido nadie. Decidimos irnos y pudimos ver a todo el equipo cenando en un restaurante del puerto, es decir, no tenían ninguna prisa por aparecer en la fiesta y la prensa ya podría esperar sentada, un detalle más que feo.

gallows hill

Ya estamos quemando los últimos cartuchos. Precisamente en la jornada de ayer se supo cuál iba a ser la película de la sesión sorpresa. Agárrese el lector, El Retorno del Jedi, auspiciada por el equipo de Phenomena. En lugar de buscar algún buen preestreno o un buen clásico la organización decide proyectar una cinta tan trillada como es El Retorno del Jedi, que encima es la peor de la trilogía de Star Wars. Ya adelanto que de esa película no habrá comentario porque un servidor no participa del fandom creado por la infame trilogía.

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