Crítica de Offseason, dirigida por Mickey Keating
Título: Offseason. Año: 2021. Duración: 83 min. País: Estados Unidos. Dirección: Mickey Keating. Guion: Mickey Keating. Música: Shayfer James. Fotografía: Mac Fisken. Reparto: Richard Brake, Melora Walters, Jocelin Donahue, Joe Swanberg, Jeremy Gardner, Jess Varley, Amanda Grace Cooper, Jonathan Medina.
Offseason (Mickey Keating, 2021) se arroga un difícil reto, el de trasladar a la pantalla el universo fungoso y pagano de H.P. Lovecraft. No ha sido la primera película ni será la última en hacerlo. De todas las producciones que se han acercado a la recreación de la mitología y atmósfera del “solitario de Providence” solo una ha salido victoriosa del reto, La Cosa (John Carpenter, 1982), cinta que se inspira muy de lejos en su relato largo En las montañas de la locura. Carpenter volvió a intentar algo similar en En la boca del miedo (In the mouth of Madness, 1995), una película que tiene algunos puntos de contacto con Offseason, pero el guion se enreda en un bucle un tanto absurdo y “aquellos que acechan tras el umbral” son apenas visibles salvo por un par de planos en los que nos enseñan sus tímidamente tentáculos. El intento no fue desdeñable pero sí lamentablemente fallido. Con producción española, elenco internacional y con el estadounidense Stuart Gordon a la batuta, Dagon: la secta del Mar (Dagon, 2001), es un batiburrillo de guiños y referencias cruzadas a dos relatos de H.P. Lovecraft, el homónimo Dagon, pero sobre todo La sombra sobre Insmouth, relato que también inspira de lejos a Offseason. La gran esperanza de adaptar de forma fiel y con gran presupuesto se desvaneció cuando Guillermo del Toro anunció el abandono del proyecto de En las montañas de la locura debido al desánimo de los estudios para financiar la historia. Por último mencionamos el penoso intento de The Void (2016), un filme canadiense de serie Z que ha encontrado su hueco entre menos exigentes aficionados al horror cósmico.
Aparte de este rosario de intentos y otros muchos que se circunscriben a la serie B, serie Z, seriales radiofónicos, obras de teatro, etc. seguimos empecinados en adaptar a H.P. Lovecraft aunque sea de soslayo y el equipo de producción no pueda gastarse ni un euro en un animatronic que se parezca a Cthulhu.
Mickey Keating, asiduo realizador de cine de terror de bajo presupuesto y realizador de la interesante Carnage Park (2016) y de la curiosa Psycopaths (2017), se anima a engrosar la lista de aproximaciones al horror cósmico con una libérrima y escasa adaptación de La sombra sobre Insmouth, donde los profundos y seres deformes del libelo brillan por su ausencia y en la que utiliza como principal muleta una conseguida atmósfera, brumosa, húmeda y etérea, donde pululan fantasmas, muertos vivientes y algún que otro servidor de los dioses abisales. La protagonista, el personaje interpretado por Jocelin Donahue, es reclamada por una maldición familiar que la llevará a visitar una ciudad vacacional situada en una isla que se cierra al público una vez que comienza la temporada de lluvias. Con esta premisa, el realizador pone su foco en la exploración del ambiente húmedo y la extraña iconografía de estos lugares que se quedan desiertos una vez que los turistas han terminado sus vacaciones. Algunos flashbacks van alumbrando los recovecos de una historia simple que podría haber servido como motor para una mayor inmersión de la película en el horror lovecraftiano, pero Offseason es rehén de sus propias limitaciones presupuestarias y artísticas.
Junto a Jocelin Donahue, que ya hemos visto en otras cintas de horror como Insidious 2 (James Wan, 2013) o Doctor Sueño (Mike Flanagan, 2019), nos encontramos a Richard Brake, un actor que a estas alturas ya es un auténtico icono del cine de terror contemporáneo y cuya sola presencia garantiza un merecido desasosiego. Hablar de Richard Brake justificaría un único artículo dentro de este blog, así que lo dejaremos para otra ocasión recordando su estremecedor papel como el asesino Doom Head en la película 31 (Rob Zombie, 2016). Casi de pasada también logramos ver en Offseason a dos habituales del Mumblegore, Larry Fassenden y Jeremy Gardner.
Offseason es un buen intento de acercarse al horror lovecraftiano, loable, pero insuficiente. Mikey Keating hace lo que puede con un presupuesto que se adivina muy ajustado, pero el resultado es escaso y hasta olvidable, únicamente permanecerá en la memoria de los que amamos el horror cósmico como otra muestra más, y más digna que otras, de llevar a la pantalla a los horrores primigenios.