Crítica de Múltiple (Split)
Múltiple (Split). Año: 2016. Duración: 116 min. País: Estados Unidos. Director: M. Night Shyamalan. Guión: M. Night Shyamalan. Música: West Dylan Thordson. Fotografía: Michael Gioulakis. Reparto: James McAvoy, Anya Taylor Joy, Betty Buckley.
Resulta difícil para cualquier cronista cinematográfico hablar de un obra de M. Night Shyamalan sin destripar su argumento, sus vericuetos y sus explosivos finales. Pero queda advertido el lector, siempre daremos el mismo consejo: la crítica de una película siempre se debe leer después de verla. Aparte de ser lo más lógico por razones de contraste y debate, el lector se ahorrará que le destripen partes esenciales de su argumento.
Independientemente de los recursos formales y los códigos audiovisuales de este autor, sus guiones encierran una extraordinaria complejidad, un construcción meticulosa y cuidada que siempre deriva en una especie de fábula, un relato iniciático de proporciones cósmicas. La elección de niños o adolescentes como principales protagonistas de sus relatos refuerza la tesis del relato iniciático, de la historia de superación y pruebas que los personajes deben superar para alcanzar la madurez o el premio a obtener; y ahí también contamos los espectadores. La identidad del realizador queda patente en los libretos que él mismo escribe, pero también en el uso de un lenguaje audiovisual único, detallista y que formalmente raya en lo espartano. Desde su obra más obra conocida, El Sexto Sentido (The Sixth Sense, 1999), estas marcas de fábrica han permitido a M. Night Shyamalan escalar posiciones dentro del cine de suspense comercial norteamericano, contando con la complicidad y el respeto de un fandom que se declara incansable al desaliento aún por sus piezas menos interesantes.
Nuevamente ha sido la productora Blumhouse Productions la encargada de apoyar a M. Night Shyamalan en su nuevo proyecto, Múltiple (Split, 2017). Ya lo hizo anteriormente con la muy notable La Visita (The Visit, 2015), cinta que supuso el retorno a la artesanía fílmica de un realizador que anduvo un poco perdido en la orgía digital de sus películas menos interesantes: El Último Guerrero (The Last Airbender, 2010) y After Earth (2013). La vuelta a los ruedos de la artesanía fantástica con Múltiple (Split) refuerza su reputación de director imprescindible para la escena fantástica y demuestra, nuevamente, su poder para sorprender al público, para encandilar al aficionado con una historia compleja de narrar, y que encierra muchísimo más contenido que el que aparentemente nos muestra.
James McAvoy protagoniza Múltiple (Split). Él es Kevin Wendell, un hombre traumado por una infancia difícil que ha llegado a desarrollar 23 personalidades que coexisten según un curioso orden jerárquico. La doctora Fletcher (Betty Buckley), su psiquiatra, advierte la existencia de una nueva personalidad que tomará el control de la psique de Kevin, se trata un temible ente llamado La Bestia. Múltiple (Split) traza dos vías argumentales: el descubrimiento de esta última personalidad y el secuestro de tres chicas para su sacrificio a temible personaje. Dichas vías serán desarrolladas en el guión a modo de thriller, como una historia angustiosa y aparentemente tópica en algunos de sus aspectos, pero el oportuno giro que el librero M. Night Shyamalan dará a la cinta en sus últimos momentos -precisamente en los títulos de crédito- lanzarán la historia a una dimensión más grande, a un relato que trascenderá las fronteras del género donde en principio se adscribe, conectando con la filmografía anterior del realizador.
Múltiple (Split) debe parte de su fuerza al guión de M. Night Shyamalan, pero también a una puesta en escena que por sobria, es más cercana y familiar, y por tanto, más aterradora. Ya sucedió en La Visita, y al principio de su carrera en cintas como El Sexto Sentido o El Protegido (Unbreakeable, 2000). La forma de rodar del director evita lo artificioso y prefiere la sobriedad y el plano corto, gusta de la fotografía apagada en lugar de las, tan de moda, paletas de colores chillones y beligerantes con los sentidos. La austeridad del aspecto visual de Múltiple (Split) sitúa a la película en las antípodas de algunas corrientes de cine de entretenimiento actuales, tan taquilleras y tan exentas de espíritu artístico como rellenas de efectos especiales y fanfarria visual.
Las interpretaciones de James McVoy (Kevin Wendell) y de la joven Anya Taylor-Joy (Casey Cook) -vista en la excelente La Bruja (The Witch, 2015)– se hacen con el control de los planos en Múltiple (Split) poster. El look de Kevin, a lo hare-krishna (nuevo detalle que apunta a la mitología y la iniciación como partes indiscutibles del ADN del filme) no cambia demasiado en tanto las diversas personalidades van haciendo su puesta de largo, pero MacVoy imprime un férreo carácter a cada uno de los avatares, finalizando por la presentación de La Bestia, en la que luce una forma física espectacular. Por su parte, Anya Taylor-Joy no oculta, desde el primer momento, su personalidad torturada y su vocación de ser la superviviente de esta fábula, elegida para el enfrentamiento final con el ogro. La historia de su vida es básicamente paralela a la de Kevin y por tanto es su único y digno rival.
El final de Múltiple (Split) deja rostros perplejos, caras sonrientes y, aún más, espectadores cuya indiferencia se debe a la escasa cultura cinematográfica que poseen, engañados por un publicidad que sólo les promete ver «otra película de psicópatas». Múltiple (Split) es un rompecabezas, una película que navega entre la mitología y la ciencia -representada por la Dra. Fletcher-, entre el angustioso torture porn y el thriller de aspecto convencional. Nuevamente M. Night Shyamalan despista al espectador, le deja el premio para el final, cuando ha terminado de recorrer su laberinto, consciente de que aquel que avezadamente visione Múltiple (Split) encontrará el tesoro, la enseñanza de la fábula: héroes y villanos están condenados a reencontrarse en un continuo retorno, y el resto de los mortales a ser los boquiabiertos espectadores de su eterna lucha. Esto es lo que nos cuenta Múltiple (Split).