Mantera o como hacer una peli de Transformers del todo a cien
Título original: Mantera. Año: 2012. Duración: 117 min. País: Malasia. Director: Aliyar Ali Kutty, Miza Mohamad. Guión: Aliyar Ali Kutty, Miza Mohamad. Reparto: Tomok Shah Indrawan, Kamaliya, Mikhail Dorojhkin, Said Dashuk-Nigmatulin, Wael Al-Masri, Taj Addin, Elai Faezah, Shikin Kamal, Yank Kassim. Productora: Flare Studios / Spacetoon Media Hub.
Con un 2.8 en la IMBD y con una dolorosa duración de 117 minutos, Mantera (2012) se convierte en una película que puedes usar para torturar a la peña, aunque termines dando explicaciones en el Tribunal de la Haya.
No conocía esta película hasta que hace unas semanas me fui con mi buen amigo Salus, negro de nacimiento, a ver qué basura nos podíamos encontrar por Zaragoza. Estuvimos un rato mirando películas de las que jamás había oído hablar, unas seis copias de Zombieavers (2014) y unas doce de Pirañaconda (2012) como diciendo a grito pelado que son una soberana mierda, que lo son. Entre todas, esta película llamo poderosamente mi atención y su precio, 50 céntimos, era más que adecuado para cualquier bolsillo. Aun así había varias cosas que no me convencían, entre ellas que según mi amigo “llevaba seis meses en el estante” y que pintaba a degeneración china cudeira de las que acabas en electroencefalograma plano mientras te fosilizas en el sofá de casa. Pero a Salus le dio igual, la compro me la tiro a mi cara de hijo puta europeo y ala, a ver qué pasaba.
Más que un amigo parece mi enemigo
Me la vi y tal, y descubrí que era una coproducción entre Malasia, Emiratos Árabes Unidos, Siria y Rusia, países que actualmente alguno de ellos es Enemigo del mundo, todo para acabar aprovechando una de las mayores enseñanzas de la Cannon Films, el claro oportunismo sobre la fama de estos países para hablar sobre ella. Ni siquiera lo tenía planeado.
Tras ver el principio y la caratula no me esperaba nada demasiado bueno, pero una vez vista, no solo me reafirmo, si no que puedo afirmar que no tiene ni alma, ni gusto, ni tan siquiera merece convertirse en una bizarrada a defender. Mantera (acrónimo de Man transformable exo-robotic armour) es básicamente una película para atraer turistas a través de todos los escenarios, localizados en cada uno de los países que han puesto la guita. El delirio mental este trata sobre un proyecto secreto de una organización oculta y malvada (Rusos por supuesto) que ha desarrollado el mech definitivo; aunque hay una persona en esa organización que se arrepiente de usarlo para fines malvados, por ello, la doctora encargada del proyecto destruye el prototipo, guiada por un misterioso individuo Árabe, y lo acaba mandando por piezas a un joven de Kuala Lumpur que tiene pinta de ser capaz de controlarlo. El joven en cuestión es un patético friki, margi social y aficionado a los videojuegos, que al recibir el paquete, no tarda en montarlo a la primera (¿una moto vampiro? Pues casi) y perfectamente junto con un amiguete que bien podría ser en vez de mecánico, uno de los concursantes de Takeshi Castle o Humor Amarillo para los profanos; tampoco le cuesta mucho aprender a usar la moto mediante un guante de control que se adapta a su ADN, incluso, casi por accidente, descubre que esa moto se puede transformar en un robot cutre hecho por CGI de principiantes (¿he dicho que la película costo 4 millones de dolares?), que por lo visto lo maneja muy bien porque esta en el top en el ranking del servidor Malayo de un juego de mechs super cutre. Vamos que se convierte en una fusión entre un Transmorpher (version Asylum) y un Iron Man de chapa y pintura básica. La cosa se empieza a complicar cuando la malvada organización oculta comunista lo encuentra y lo persigue para robarle el mech, aunque, como no, también hay una organización del bien (localizados entre Emiratos Árabes Unidos y Siria. Ya está el Tour completo) que ayuda a la humanidad en general y al friki este a ver si le da por unirse a ellos. Al final, el chico será el único que, manejando el robot, podrá parar una invasión de mechs malvados a la tierra, aun más cutres que Mantera. Todo esto se debe a que según una antigua profecía psicomágica (Véase chorrada mística de Jodoflorodowski), sólo un alma pura podrá controlar a Mantera, algo que por lo visto es mucho más que un robot a pilas. Es un superdildo.
Planteada en principio como el piloto para una futura serie de televisión, lo único que ha conseguido Mantera es que todo el mundo se pase a la bulimia, por eso de tanto vomito y diarrea que provoca el film. ¿Qué está llena de tópicos? No señor, ¡los tiene absolutamente todos! ¿Qué no hay un solo plano decente? ¡Todos los planos son igual de indecentes y exactamente en la misma medida! ¿La iluminación, la fotografía, las actuaciones, los efectos especiales? ¡Cutrez extrema pero siempre en la misma matemática medida!
Mantera Es una mierda maravillosamente trazada en el espacio y el tiempo
Sé que la mayoría de blockbusters tienen un esquema bastante definido, empezando lo más fuerte que pueden y después si es necesario, bajando algo el ritmo; pues Mantera no tiene en cuenta ni eso, el principio es bastante coñazo y previsible, incluso la película, para ser de acción, no coge el ritmo jamas; Pero supongo que es debido a que en su país de origen, se acabo convirtiendo en otro intento de película infantil para poner en la tele los domingos por la mañana y tener a los niños distraídos, así que poco importa la acción o la calidad, en Mantera lo más importante es que los protagonistas sean chavalada joven y sana, que los malvados sean muy estereotipados, que haya bastante movimiento y colorido y sobretodo que la película contenga una moraleja final.
En Mantera hay sitio hasta para las paparruchas pseudocientíficas
Aparte de las deficiencias en el guión (que es mucho peor que el de un tele film vespertino de Antena 3) y en la manera de plantear Mantera, me encuentro que lo más ridículo de todo son sus personajes, y no sólo por los actores del todo a cien Malayo que los interpretan (según la IMBD el 99% de ellos solo ha ¿trabajado? En Mantera), sino mucho más por lo típicos que son a la par que falsos y con la personalidad del costacesped de Clint Eastwood; pudiendo ver en la película cosas tan racistas y estereotipadas como unos rusos malotes y grandotes, una rusa-malaya rubia de bote chocho morenote, unos chinos malayos con aires de raper trappers, un maestro de artes marciales a lo Miyagi pero hasta las cejas de heroína e incluso un súper villano (No humano y cutron a más no poder) que da las órdenes desde el espacio, y amenaza a la people con la misma garra de metal que llevaba yo en el dedo cuando era más joven e imbécil. A todo esto hay que añadir el descarado plagio de otras películas que nadie podría evitar relacionar (Stargate, Transformer, etc) e incluso hablando en una especie de inglés muy forzado para poder vender esta cosa a nivel internacional. Pero claro, para poner una historia como esta en imágenes, hace falta money y está claro que el presupuesto de una producción malaya no es comparable con los cánones de Hollywood, por ello a nivel visual resulta muy vergonzosa.
La nefasta dirección de Mantera unida a unas interpretaciones lamentables convierten al film en uno de los primeros cortometrajes que rodaba con los colegas. Una especie de metraje de instituto, un trabajo de final de carrera o similar, alargado como un pene con Jess stender pero sin llegar a decirnos nada. El guión mezcla las intrigas por el dominio del mundo de la forma más simple (rollo villano de opereta), junto a momentos «dramáticos» y “románticos” donde curiosamente se convierte en algo parecido a los momentos drama de los Power Rangers. Las escenas de acción están rodadas como el puto culo. Las coreografías, de un tal Mizaras usa planos generales durante las peleas en su mayor parte, mientras que en los tiroteos y persecuciones, cuando los cierran, demuestran una falta de talento, y un delirio extremo. Esto se debe a que el editor no parece tener demasiada idea del ritmo en la acción (a parte de algún que otro salto de eje, vemos normalmente una violación completa del encuadre y la cámara).
En síntesis: Mantera es entretenida. Tanto como ir de visita al proctólogo o ser atracado en el Bronx. Y si, mi existencia es así de triste, y estoy alcanzando cotas nunca pensadas de masoquismo. De aquí a buscar a una dominatrix que me haga pupita sexual sólo hay un pasito de nada y una cantidad de dinero que no estoy dispuesto a pagar.