Al comienzo de esta séptima jornada en el Festival de Sitges 2024 nos quedan a penas venticuatro horas para marcharnos y vamos descubriendo -afortunadamente- nuevos e interesantes títulos. Comenzamos por una inclasificable película española para seguir con distopía climática y después nos adentraremos en los submundos criminales.

Una ballena, una muestra de cine español necesario en nuestra cartelera

Oficial Fantàstic Competició
Una ballena, película del vasco Pablo Hernando, es una película realmente sorprendente. Hay ecos a El Silencio de un Hombre, la película de Jean-Pierre Melville que catapultó a Alain Delon como antihéroe del cine policíaco, pero también de otro título cuyo nombre podría desvelar partes importantes del argumento.
Sin duda, es un título arriesgado y necesario para el panorama cinematográfico español. Rodada con una paleta de tonos fríos y oscuros, destaca la férrea interpretación de Ingrid García-Johnson en el papel de una despiadada asesina y la de Ramón Barea como capo de la mafia portuaria que encierra un secreto inquietante.
Una ballena tiene un sobrio guion que deja a los actores dar peso a sus escasos diálogos y consiguiendo un ambiente peculiar, frío y arrebatador. Una ballena bien podría llevarse alguno de los premios más importantes de la sección oficial.

Una ballena

Planet B, el rostro del fascismo en el siglo XXI

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Aunque se pueda hablar de Planet B como una distopía, en realidad, si quitamos todos los elementos tecnológicos a los que de momento no hemos llegado -aunque parece que no tardaremos en hacerlo-, la película de Aude Lea Rapin nos habla de cosas que ya están ocurriendo, de como nuestras democracias liberales se están convirtiendo en camufladas dictaduras que utilizan los medios tecnológicos para reprimir todas las protestas en el difícil mundo que ya está viniendo.
Planet B está protagonizada por Adèle Exarchopoulos, magnética actriz que imprime a su personaje el tono necesario para hacerlo creíble. Quizás su conclusión pueda ser un poco ingenua pero un final más sombrío no ofrecería el hálito de esperanza que recorre todo el discurso de su guion.

 

Planet B
Planet B

Maldoror, a la caza del asesino en serie

Órbita

Fabrice du Welz es una habitual del Festival de Sitges. El director belga tiene una sólida filmografía en la que destacamos un thriller, Colt 45, del que él mismo, sorprendentemente reniega, dados los buenos resultados que se pueden ver en pantalla. Ahora regresa con otro thriller, pero completamente distinto. Maldoror es una película basada en un crimen real que ocurrió en Bélgica en los años 90. Con la distancia necesaria, Du Welz ha adaptado esta historia en formato true crime, creando una muy correcta ambientación de los hechos que sucedieron.

Sin embargo, Maldoror tiene dos grandes problemas. El primero son las dos horas y media largas de duración que podrían haberse abreviado sustancialmente si no entrase tan de lleno en la vida personal del policía protagonista, aspectos que aportan muy poco al núcleo del guion. Por otro, el escaso interés que suscita al público ajeno al país donde se desarrollan los hechos; y por mucho que el realizador se empeñe en mostrarnos los giros de la investigación, la distancia con la que este true crime se narra nos pilla poco predispuestos si es que no tenemos interés en conocer este capítulo de la historia criminal de Bélgica.

Maldoror
Maldoror

Dead Mail no es una de zombis

Noves Visions

Echemos un vistazo a Dead Mail antes de comprar la entrada. ¡No es de zombis! a pesar de que su nombre se preste a ello. Se trata de un thriller de extraño argumento, al parecer basado en hechos reales -a juzgar por los títulos de crédito finales. Y para sorpresa nuestra nos encontramos con una pieza de cine independiente que se basa en texturas y estéticas ochentera para contarnos la historia del secuestro de un ingeniero diseñador de sintetizadores.

Dead Mail está jalonada de numerosos gags de humos negro, y es que ya el simple argumento es tan marciano que pocos cineastas se habrían fijado en él para hacer una película. El resultado, dentro de los cánones que marca un título de este tipo, es muy estimulante, tanto a nivel de thriller como de comedia negra. Dead Mail es un estupendo descubrimiento de la sección Noves Visions.

Dead Mail
Dead Mail

The Rule of Jenny Pen, duelo de estrellas en el geriátrico

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El propio Geoffrey Rush vino a recoger un premio honorífico del festival y a presentar su última película, The Rule of Jenny Pen, junto a su director, James Ashcroft, director también de Atrapados en la oscuridad.

Geoffrey Rush coprotagoniza este título junto a john Lithgow, en un impresionante duelo interpretativo donde la mala leche rezuma por los cuatro costados. The Rule of Jenny Pen es una película de humor negro donde las sorpresas se suceden una tras otra y además in crescendo. De fondo, los sueños perdidos, la decrepitud y los equilibrios de poder en lugares como los geriátricos son ideas que entran y salen de la película y que hacen que este título no sea una mera comedia de gags al uso.

The Rule of Jenny Pen
The Rule of Jenny Pen