Crítica El Hombre de Acero Cine Fantástico

Título: El Hombre de Acero (Man of Steel). Año: 2013. Duración: 143′ País: Estados Unidos. Director: Zack Snyder. Guión: David S. Goyer (Historia: David S. Goyer, Christopher Nolan). Música: Hans Zimmer. Fotografía: Amir Mokri. Reparto: Henry Cavill, Amy Adams, Russell Crowe, Michael Shannon, Kevin Costner, Laurence Fishburne, Diane Lane, Ayelet Zurer, Christopher Meloni, Antje Traue,Jadin Gould, Tahmoh Penikett, Michael Kelly, Dylan Sprayberry, Harry Lennix.

Critica: El Hombre de Acero, de Zack Snyder

Si  echamos la vista muy atrás, en los comienzos de la década de los ochenta, el cine comercial norteamericano estaba sufriendo una revolución: el contestatarismo de los 70 quedaba arrinconado en pos de una floreciente industria del entretenimiento en el que nuevos factores iban interviniendo  para llenar de dinero la taquilla. En primer lugar, una nueva generación de espectadores  comenzaba a ir a los cines, y este nuevo público no quería ver viajes  psicotrópicos, ni fábulas western sobre el conflicto vietnamita; ante todo lo que quería era divertirse, evadirse hacia una nueva era de conservadurismo político que encuentra su reflejo  -en lo que al cine respecta- en una serie de producciones que conjugan un gran despliegue de efectos especiales con tópicos argumentarios de la cultura y valores morales norteamericanos. En este contexto, un emergente director, que acababa de salir de un éxito de taquilla como fue La Profecía (The Omen, 1976), realizó una versión para cine de Superman (1978), superhéroe de origen extraterrestre que representa la piedra rosseta de toda la mitología de superhéroes habida y por haber.  El éxito de  esta cinta no sólo se debió a la actitud receptiva del público a este tipo de productos, también se le deben reconocer indudables méritos en el tratamiento del personaje, sobre todo en cuanto a sus orígenes -contados en un intro más bien escaso- y a su perfil psicológico, que más tarde serviría para perfilar a muchos personajes «humanos» en los guiones de la productora Amblin. Otra de las bazas mejor jugadas por Donner y su equipo fue el uso de los efectos especiales, alejados del efectismo, pero muy efectivos para dejar con la boca abierta al público en aquellos entonces…naturalmente hoy miramos a esos trucajes con una sonrisa benévola y condescendiente.Crítica El Hombre de Acero Cine Fantástico

El tiempo pasa y tras tres secuelas de la película de Donner, la última de ellas estrenada cerca de los años noventa, Superman IV: En busca de la paz (1987), se va confirmando el desinterés por la saga que tenía aquel público que un día se entregó a  las aventuras del kriptoniano. Tal fue el impacto del desinterés de los espectadores en la decadente franquicia que los estudios guardaron en un cajón de sastre todas las ideas que fueron surgiendo, creyendo más conveniente dejar al superhéroe en manos de la televisión. Este modesto objetivo, llamado Smallville, fue bien recibido por los aficionados y televidentes en general. Parece que nadie estaba dispuesto a pagar por ver a Superman en un cine y la serie televisiva fue un revulsivo para que el público más joven volviera a acercarse al personaje.

Mientras la serie iba cosechando éxitos de audiencia, los estudios comenzaron en una nueva reinvención del personaje ¿cómo este rentable superhéroe pudo permanecer tanto tiempo en el olvido sin que nadie se preocupase de matizar su imagen, orígenes o psicología? Una pregunta sin respuesta  a la que siguió Superman Returns (2006), dirigida por el, en otrora interesante Bryan Singer, y que se quedó en una tímida revisión del superhéroe sin ánimo transgresor, una película que seguía al dictado la batuta del mítico Superman de Donner.

De hombre de Krypton a hombre de acero

La nueva película de Zack Snyder, realizador de obras tan redondas como El Amanecer de los Muertos (2004 ) y otras tan ombliguistas y discutibles como Sucker Punch (2011), es un auténtico reboot del superhéroe y una de las películas más maduras de su director junto al citado remake de George A. Romero. La gestación del film tiene su origen en otra de las sagas «superheroicas» más relevantes de los últimos años, la franquicia Batman de Christopher Nolan. Fue su guionista habitual David S. Goyer, el firmante del guión de Superman, El hombre de acero (2013), quedando la producción al cargo del propio Nolan.

Crítica El Hombre de Acero Cine Fantástico

Superman, El hombre de acero, ofrece un reverso esperanzador a ese panorama sombrío y depresivo de sus Batman. Parece que ahora todo la reinvención de los iconos culturales pop tiene que pasar por el tamiz de la cultura gótica (mencionamos la saga de Batman pero la de Spiderman ha pasado por un proceso similar), otorgando a los personajes un abatimiento existencial difícil de sostener en el perfil psicológico de un superhéroe. Por fortuna, el Superman interpretado por Henry Cavill es todo lo contrario, un adalid de esperanza e integración, un cero por ciento de antihéroe, y una apuesta por la luminosidad en lugar de la vacua oscuridad encarnada por los héroes mencionados. Y tal es el planteamiento desde el principio, en el que el planeta Krypton aparece amenazado por una catástrofe natural y por el ansia de poder del general Zod (Michael Shannon), enemigo del padre de Superman, Jor-El (Russel Crowe). La solidez de la propuesta de Snyder en El Hombre de Acero tiene sus puntos de apoyo en la historia, pero también en la cuidada elección de los actores que encarnan a los personajes secundarios. Aparte de los imprescindibles Shannon y Crowe, Diane Lane y Kevin Costner encarnan a los Kent, sus padres terrícolas adoptivos, y Laurence Fishburne a Perry White, el editor del Daily Planet.

El avance de los efectos especiales y la introducción del CGI «a saco» permite sacar un enorme partido a las escenas de acción del film, que aunque poco dosificadas sí cabe destacar su excelente factura. Y no es esta factura lo que ha sido objeto de críticas por el público, sino su frecuencia y extensión a lo largo del metraje, una crítica injusta habida cuenta de la prolija abundancia en mamporros y explosiones sin sentido que hemos contemplado en las dos últimas entregas de Batman: El Caballero Oscuro (2008) y El Caballero Oscuro: la leyenda renace (2012). Que la crítica más purista pueda estar de acuerdo o no en que la pirotecnia de un film de este tipo puede desvirtuar el retrato del superhéroe -actitud injusta a la luz de los dos títulos mencionados y de otros como Los Vengadores (The Avengers, 2012 )– no significa privar al público menos erudito de una buena ensalada de explosiones y mamporros; cómo esperan si no que se venda un título de este cariz.Crítica El Hombre de Acero Cine Fantástico

Cúmulo de referentes para El Hombre de Acero

Para bien o para mal,  la nueva visión de Superman no es una reinvención absoluta del héroe a partir de la nada. Sus referentes no están sólo en los comics, también cuenta con modelos estéticos sacados de los hitos del cine fantástico de un tiempo a esta parte. Sin detenernos en la enumeración de esos momentos claves del film, que extenderían exageradamente este artículo, nos quedamos con mencionar los títulos de referencia para que el espectador saque sus propias conclusiones: La Cosa (The Thing, 1982), Matrix (1999), Skyline (2010), Acorralado (Rambo, 1982), Prometheus (2012), Dune (1984),  La Guerra de los Mundos (War of the Worlds, 2005), y aquí nos paramos por haber listado a los más representativos, pero no está de más recordar  que los diseños de las armaduras de los kryptonianos despiden un oloroso tufillo a ilustraciones de los comics de Moebius.Crítica El Hombre de Acero Cine Fantástico

Los referentes, bien usados, enriquecen a una película, mal usados, la convierten en un pastiche, una obra sin originalidad. Por fortuna, y a pesar de la evidencia de estos guiños, Superman, El hombre de acero, pasa con nota el examen genérico más concienzudo, jugando sobre seguro en muchos momentos, sin riesgo a la dispersión conceptual, que como colofón apunta al nacionalismo norteamericano como última mano de la partida; nuevamente otro guiño, ahora  a la localización del fenómeno, a la vuelta a esos orígenes del superhéroe puramente norteamericano, limando las aristas de un globalización que le puede despojar de la identidad que ha estado a punto de perder en el transcurso de cuatro décadas.

Hace poco, Danny Boyle, el director y productor de la saga de zombis  28 Días Después (28 Days Later, 2002), indicaba que ahora mismo era imposible dirigir una nueva entrega de su franquicia debido a la confusión que reina en el mundo de los muertos vivientes, con lo que el esfuerzo realizado para la producción de una nueva película se diluiría entre una oferta de títulos la más diversa calidad. Si extrapolamos este razonamiento al mundo de los superhéroes, la gran cantidad de cintas sobre superhéroes que son producidas hoy es enorme, y ponen en riesgo propuestas más ambiciosas y coherentes, como es la película de Snyder. A corto plazo el público y los aficionados dirán si este título debe sobrevivir a los demás en su colección de bluray, y a largo, si Superman, El hombre de acero, va a contar para algo en los anales de la historia del cine fantástico.

7 COMENTARIOS

  1. ¿Parece que Superman se ha ‘batmanizado’, no?
    Quizás es la última tabla de salvación de un superhéroe que, como materia original del género, pasa por tener en su naturaleza un cierto aire ‘ingenuo’, digamos. No es un psicópata vengativo como el murciélago, ni un adolescente al que se le vienen encima superpoderes y superresponsabilidades como el hombre araña.
    Es un Dios con todas las de la ley, acaso algo difícil de creer y de admitir a estas alturas de la película, algo más increíble que verlo volar en croma o en CGI.
    Adaptarlo a los nuevos tiempos es todo un desafío… A ver qué tal resulta.

    • En efecto, coincido contigo en tu comentario. Superman es un héroe luminoso, un símbolo de esperanza (aunque al final haya una deriva al nacionalismo norteamericano). Ya veremos si el público lo que demanda es más héroes torturados. De cualquier manera, en cuestión de efectos especiales es impresionante, o debe ser que como no estoy acostumbrado a las pelis de superhéroes, cuando veo alguna que me gusta me entusiasmo 🙂

  2. La verdad es que me pareció una gran película, con cosas que mejorar, por supuesto, pero aún así, la mejor manera que tenían de recuperar a Superman para el cine.
    Excesiva y rutilante, como los cómics. Tal vez los críticos buscaban la inocencia y el humor de las películas clásicas, pero es que ahora mismo el Superman que necesita el cine es éste, con sus pros y sus contras. Y por eso hay que reconocer que como reinicio, y como comienzo del universo compartido de DC en el cine, cumple sobradamente. Aunque reconozco que la escena final hizo que me llevara las manos a la cabeza sin aceptarla de primeras… luego me di cuenta de que todo principio moral tiene un comienzo negro que sirve de punto de inflexión para el futuro comportamiento del héroe. Y por eso ahora creo que es el mejor (y, lamentablemente, único y posible) final para la película. Buena crítica, por cierto!! Un saludo!

    • Yo creo que la gente muchas veces no sabe ni que pedir a una película, y sobre todo con eata eclosión de superhéroes. La escena está muy saturada de este tipo de cintas y el publici está desconcertado, ya no sabe qué pedir.
      Bienvenido de nuevo a la web, eres gran persona y gran critico y aquí tienes tu casa para lo que quieras. Un abrazo.

  3. Tienes mucha razón. Yo me lo pasé igual de bien con «Iron Man 3» que los fans la odian, que con esta «Man of Steel» a la que los críticos odian. Parece que se ha perdido un poco eso de ir al cine con la mente abierta y a disfrutar (en la medida de lo posible, que también a veces nos tragamos malas pelis, jeje) de lo que se ve con el simple y puro objetivo de entretenernos.

    Gracias por el recibimiento y por tus palabras! Después del infierno del que he vuelto, se agradecen! Ya me pasaré de cuando en cuando a comentar! Un abrazo, Alfredo y me alegro de que la página siga viento en popa!

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