Crítica del cortometraje Disco Inferno, de Alice Waddington
Título original: Disco Inferno. Año: 2015. Duración: 12 min. País: España. Director: Alice Waddington. Guión: Alice Waddington. Música: Aaron Rux. Fotografía: Antonio J. García. Reparto: Olivia Baguvi, Yibing Cao, Cova de Alfonso, Victor Granado, Mikeka Nshimbi, Ana Rujas, Aitana Sánchez-Gijón, Alice Waddington.
Los títulos de crédito del cortometraje Disco Inferno, de Alice Waddington, hacen referencia al genio de Georges Franju y su «destruida» memoria. Sin entrar en valoraciones más hondas de este comentario que creemos injusto -Georges Franju disfruta de una inmensa reputación como realizador y creador de un univeso propio-, es evidente desde los primeros fotogramas de Disco Inferno que esta pieza ganadora del Premio al mejor cortometraje en la sección Noves Visions del reciente Festival de Cine Fantástico de Sitges 2015 bebe del universo creado por el realizador francés. Alice Waddington, excelente directora en ciernes para ser una promesa de la cinematografía española, hace un uso efectivo de la fotografía en blanco y negro, los juegos de sombras y luces, y lo que es muy importante, ha sabido absorber el halo de misterio y de sensualidad que rodea al conjunto de la obra de Georges Franju con sus ambientes decimonónicos y sus personajes enmascarados. Ana Ruja interpreta a una figura vestida de negro con un antifaz del mismo color; en la lujosa y anticuada casa habitada por una mefistofélica mujer (Aitana Sánchez-Gijón) el séquito de este trasunto satánico está compuesto por mujeres cuya cabeza ha sido sustituida por moldes dorados de cabeza de carnero.
Disco Inferno nos introduce en el universo sofisticado y de fotografía límpida de George Franju, y lo hace de la mano de un guión que rebosa en sentido del humor. El halo de pulp que rodea a la puesta en escena del cortometraje está revestido con una realización de pulso firme que va desgranando una historia que tiene más de fábula que de relato de horror: Satanás está en la Tierra cometiendo algunos desmanes y una de sus funcionarias se ve en la tesitura de darle un toque de atención y llevarle de vuelta al Infierno, pero el diablo en cuestión se lo está pasando pipa y no tiene prisa por regresar. El final del cortometraje es simplemente hilarante, una visión del infierno que poco tiene que ver con lo acostumbrado y a la que hay que añadir un tono retro en la ambientación y un uso mordaz de la iconografía satánica-aquella lámina situada junto a los protagonistas-, se remata el conjunto con la escenificación de una orgía que es pura impostura y un chiste final impagable.
El cortometraje va cosechando éxitos allá donde va. No es para menos, tiene una buena dirección y puesta en escena, un muy profesional estreno de Alice Waddington en su opera prima, saliendo de los circuitos de moda y tendencias en los que se ha hecho más célebre. Si la joven directora es capaz de sostener el pulso de Disco Inferno en sus próximos trabajos sin duda podrá convertirse en una gran esperanza del cine fantástico español, o mejor del cine español. No encontramos nada malo en este cortometraje todo lo contrario, buen hacer y sentido del humor. Los premios para Disco Inferno se siguen acumulando: en este link podréis seguir el recorrido de los galardones del cortometraje.
Lo vi en Alcine Madrid y es buenisimoooooo
Un corto estupendo y divertido. Lo hemos pasado en grande reseñándolo 🙂