Bosque de Sombras (The Backwoods)

Crítica: Bosque de Sombras, de Koldo Serra

Título: Bosque de Sombras (The Backwoods). Año: 2006. Duración: 96′. País: Reino Unido, España y Francia. Director: Koldo Serra. Guión: Koldo Serra, Jon Sagalá. Fotografía: Unax Mendía. Reparto: Gary Oldman, Paddy Considine, Aitana Sánchez-Gijón, Virginie Ledoyen, Lluís Homar, Yaiza Esteve, Andrés Gertrúdix, Jon Ariño, Kandido Uranga, Álex Angulo, Patxi Bisquert, Savitri Ceballos, José Andrés Zalduegi, Isabel Jiménez.

Bosque de sombras (The Backwoods, 2006) es la ópera prima del prestigioso cortometrajista koldo serra, producida por la omnipresente Filmax Internacional. Rodada en el parque natural de Peñas de Aya (Guipúzcoa), narra el violento choque de mentalidad entre unos turistas ingleses y los lugareños del pueblo donde pasarán las vacaciones. Vista como una confrontación entre el salvajismo que rige las normas de una comunidad rural y la modernidad, representada por el grupo de turistas, la espiral de violencia se desencadenará cuando éstos encuentren a una niña deforme encadenada en una cuadra y los lugareños, responsables de su cautiverio, la reclamen como pariente suya.

A estas alturas, cualquier aficionado al cine fantástico lleva ya muchas horas visionadas de cine “made in Filmax”. Bosque de sombras es una producción que está por encima de la media de las producciones de Filmax y que contiene todos los elementos comunes al resto de producciones de esta casa: reparto internacional, director patrio, buena factura técnica y un guión que permite acoplar a todo ese reparto que, en esta ocasión, procede de tres países diferentes: España, Francia y Reino Unido. Consecuentemente, el elenco ha tenido que dividirse el protagonismo en partes “iguales” entre estas nacionalidades: Gary Olmand y Paddy Considine por el lado británico, Aitana Sánchez-Gijón y Lluís Homar por parte española, Virgine Ledoyen en el lado francés. La diversidad idiomática del reparto de Bosque de Sombras provoca la primera consecuencia funesta para el film: tal mezcla de acentos, dicciones y chapurreos hace complicado apreciar la ya de por sí mala actuación de casi todos los actores –y este es el segundo de los descalabros de la película. Solamente Lluís Homar en su contundente papel, se salva de una actuación general tan inexpresiva como poco motivada; la mayoría del reparto de Bosque de Sombras no está a la altura de las circunstancias, nisiquiera el veterano Gary Oldman.

Bosque de Sombras tiene tres referencias bastante claras: el western de Sergio Leone (veáse el duelo final), la películas Deliverance (Deliverance, 1972) de John Boorman, y la fuente principal de inspiración: Perros de paja (Straw Dogs, 1971) de Sam Peckinpah, de la cual esta cinta queda más cerca de un remake no confeso que de una simple inspiración u homenaje. Querer aspirar a la calidad de la cinta de Peckinpah es un reto complicado y atrevido. La dualidad bien/mal y el contraste entre el mundo “bárbaro” y “civilizado” que muestra Perros de Paja y que está encarnado por los personajes de Dustin Hoffman y Peter Vaughan es trasladado aquí a dos de las figuras protagonistas, los personajes de Paco (Lluís Homar) y Norman (Paddy Considine). Si bien Lluís Homar logra una gran caracterización de su personaje (hombre ignorante y rudo, pero de noble corazón), Paddy Considine crea un personaje débil e incapaz de acercarse a los registros del Dustin Hoffman de Perros de Paja. La transformación de Norman, desde un persona pusilánime a otra violenta capaz asesinar a sangre fría, es completamente inverosímil, no siendo capaz de cargar con el peso de las escenas más densas. Bosque de sombras es un film con mucho potencial pero totalmente desperdiciado. La idea de un remake de Perros de Paja es excitante para cualquier aficionado o cineasta amante de los grandes títulos de los 70, más aún cuando Sam Peckinpah dio una vuelta de tuerca a la violencia interior del ser humano de una forma moderna y poco complaciente, que hoy en día está en proceso de revisión y cuyos resultados podremos evaluar en el próximo estreno del remake, realizado por el casi desconocido Rod Lurie.

Bosque de Sombras se sitúa a gran distancia del desastre referencial y temporal de Filmax en Beneath still waters (2005), y que ejecutó con precisión de matarife loco  Brian Yuzna, y aquí se podrían haber evitado los lastres que condenan a la película ¿Por qué los héroes deben ser ingleses y no españoles? ¿Acaso aporta mejoras al desarrollo de la historia? ¿Por qué Filmax no se atreve a rodar una película en español y salvar así los problemas de doblaje y las barreras idiomáticas de los actores? ¿Acaso no ganaría a la larga en coherencia a pesar de arriesgar parte de su inmediata carrera comercial? La respuesta es que Filmax es así, su forma de trabajar y de financiar sus producciones tiene un peso determinante en el resultado de las mismas. La productora debería plantearse estas cuestiones, no sólo para este film –independientemente de su buen resultado en los festivales especializados- sino para el resto de sus trabajos, y es que las películas de Filmax –exceptuando la reciente saga Rec– no terminan de redondear a pesar de que muchas de ellas contienen elementos suficientemente interesantes como para convertirse en clásicos del cine fantástico español. Bosque de Sombras podría haberse convertido en uno de estos clásicos.

Llegan buenas noticias de Koldo Serra. Su nueva película Perros Muertos (2011) ya está casi lista para su estreno. Esta vez Koldo Serra se atreve con el cine de género: zombies, entornos rurales, niños malditos, prometedor para este director con gran talento que debe llegar al sitio que le corresponde ya.