Poster de la película Bronson

Crítica de Bronson, dirigida por Nicolas Winding Refn y protagonizada por Tom Hardy

Título: Bronson. Año: 2008. Duración: 92′. País: Reino Unido. Dirección: Nicolas Winding Refn. Guión: Nicolas Winding Refn, Brock Norman Brock. Música: Lol Hammond. Reparto: Tom Hardy, Matt King, Amanda Burton, James Lance, Kelly Adams, Katy Barker, Edward Bennett-Coles, June Bladon, William Darke, Andrew Forbes, Helen Grayson, Matt Legg.

El actor Tom Hardy es el encargado de encarnar al brutal Charlie Bronson (Michael Peterson es su verdadero nombre) en la película Bronson (2008), dirigida por Nicolas Winding Refn. Bronson era conocido en la sociedad británica de los años 70-80 como el “preso más violento del país”. No es un criminal en el sentido estricto del término, su personalidad tiene mucho de macarra y nada de hamposo. De los 38 años que lleva en prisión -en estos momentos cumple cadena perpetua-, 30 lo ha hecho en aislamiento, sus delitos rara vez pasaron de hurtos o broncas, siendo el violento comportamiento en prisión -donde se incluyen intentos de asesinato de algunos de sus compañeros- la razón de su larga condena,. Una de las partes más notorias de su vida como interno tuvo lugar en la cárcel de máxima seguridad de Wakefield, en la que se llega a construir una angosta celda de acero expresamente para su reclusión -la película cierra con este plano.

Educado en una familia de clase media sin, aparentemente, ningún tipo de trauma o problema en su infancia, pronto despuntó como camorrista e inadaptado. Su larga estancia en prisión le deleitaba por la facilidad con la que allí encontraba lo que más le gustaba: pelea, así se aseguraba una seria reprimenda por parte de los funcionarios de prisiones y se hacía más difícil de atrapar por éstos; la película muestra varios de estos momentos de gran intensidad física. Desconocemos las razones para este comportamiento reiterado y de carácter claramente masoquista, ningún estudio psicológico de Bronson ha logrado sacarlas a la luz. El filme tampoco quiere realizar juicios de valor sobre los motivos que llevaban al reo a ser tan agresivo e irracional, y aún más, a no querer abandonar su “habitación de hotel”, como llamaba a su celda. El guión, que cuenta con detalles autobiográficos aportados por el el propio Peterson, mantiene una severa y humorística imparcialidad en todo momento.

Los años 70-80 fueron la prueba de fuego para el régimen carcelario británico. Las prisiones estaban atestadas de delincuentes comunes que se hacinaban junto a presos del IRA, y sobre la historia de Bronson sobrevuela una lectura social que la película deja entrever en algunos de sus momentos, una mirada de soslayo que se abandona en pos de una narración plagada de interludios a modo de teatro burlesque. Estos interludios no desentonan con la imagen de forzudo de circo de Charlie Bronson (Bronson era un tipo musculado, con la cabeza afeitada y un prominente mostacho), imagen que Tom Hardy asume de manera muy correcta, exhibiendo una potente forma física y una completa inmersión en el personaje.

El estilo de Nicolas Winding Refn se ha depurado enormemente durante la última década. Da la impresión de que Bronson fue el primer título de una filmografía que, a partir de ese momento, iba a ahondar en el lenguaje visual y sonoro por encima del dramático. Aunque en Bronson ya se atisba el futuro estilo del director de Only God Fogives (2013), visualmente, esta narración biográfica raya lo kitsch, conjurando extrañas texturas y colores que empapan a la película con un barniz visual cercano al surrealismo y a la farsa circense, elementos que recuerdan instantáneamente al tono empleado por Stanley Kubrick en La Naranja Mecánica (1971). Este título guarda con Bronson grandes similitudes, no solo en lo formal, también en la lectura que hace de los personajes y de los engranajes de un sistema social y político destinado a erradicar cualquier tipo de conducta anómala o subversiva.

Tom Hardy interpreta a Bronson

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