Año: 2011. Duración: 92’ País: EE.UU. Director: Simon West. Guión: Richard Wenk, Lewis John Carlino. Música: Mark Isham. Fotografía: Eric Schmidt. Reparto: Jason Statham, Ben Foster, Donald Sutherland, Tony Goldwyn, Mini Anden, Christa Campbell.
The Mechanic (2011) no es en abosluto la puesta al día aquel film titulado en España Friamente…sin motivos personales (The Mechanic, 1972) de Michael Winner, y protagonizado por Charles Bronson y Jan-Michel Vincent. Aunque haya pasado como clásico, ésta era una película muy floja que únicamente sirvió como vehículo de lucimiento de su pareja protagonista. Ni siquiera tenía grandes escenas de acción como su versión del 2011, y su estilo estaba en consonancia con los thrillers de la época.
Jason Statham encarna a Arthur Bishop, un asesino profesional de élite que asume bajo su tutela a Steven (Ben Foster) y le enseña todo lo que sabe, haciéndole partícipe en la ejecución de sus contratos. Este argumento poco se diferencia de la película de 1972 pero los tiempos cambian y recrear un film tan lento y con tan poca acción como el anterior iba a ser un descalabro total. Así, Simon West, el director de esta película y responsable de un clásico actioner como Con Air (1997) aplica todo tipo de soluciones atléticas y pirotécnicas para ofrecer un buen espectáculo.
La película se divide en una serie de action pieces con espectacularidad in crescendo en los que Jason Statham demuestra que hoy por hoy no hay héroe de acción que pueda igualarle. El asesinato del predicador y la traca final del tiroteo en las calles de Nueva Orleáns son platos fuertes que se degustan agarrado a la butaca, especialmente esta última escena tiene un montaje y una integración de los efectos especiales dentro de la acción que es impresionante, y nos lleva a preguntarnos por qué Simon West no se ha puesto tras las cámaras con más frecuencia. Ben Foster, a pesar de su aspecto descuidado, da lo mejor de sí y sorprende. La planificación de las escenas de lucha, como en la que Steve tiene que acabar con otro “mecánico” o el tiroteo en la casa de Bishop nos muestra a un incipiente actor de acción que muestra una forma física y un manejo de las armas muy notable. Nadie al principio de la película podría pensar en que este menudillo actor pudiera desenvolverse con tanta soltura repartiendo plomo o mamporros.Y en entre las explosiones y las ensaladas de tiros ¿qué hay? Prácticamente nada. El hilo argumental legado por el film de Winner sirve como conexión para estos momentos. Un personaje femenino metido con calzador (espectacular la modelo Mini Anden) y la tímida presencia de Donald Sutherland atenúan el ruido de los disparos, pero la fisicidad de estos dos personajes no es suficiente para contrapesar la vorágine de violencia del resto de la película. No obstante The Mechanic se ve con facilidad y sobre todo se disfruta. Con esto nos quedamos, que hoy en día ya es importante, a tenor del espectáculo infantiloide que nos ofrecen otras películas de acción con presupuestos millonarios, y que utilizan la tecnología 3D para crear aún más vacío en la mente del espectador.