Crítica: The Berlin File, de Ryoo Seung-wan
Título: The Berlin File. Año: 2013. País: Corea del Sur. Duración: 120′ Director: Ryoo Seung-wan Guión: Ryoo Seung-wan, Ted Geoghegan. Fotografía: Young-hwan Choi. Reparto: Ha Jung-woo, Jun Ji-hyun (aka Gianna Jun), Werner Daehn, Seung-beom Ryu,Numan Açar, John Keogh, Tayfun Bademsoy, Han Suk Kyu.
Llega la Guerra Fría coreana con The Berlin File
La revolución del cine asiático, encabezada por la industria coreana, que es la que nos ocupa, ha sido capaz de crear características propias de marca. Por una parte dispone de severas obras de autor que cosechan galardones y loas de la crítica allá donde se presentan. Sin más, su industria es tan robusta que incluso se atreven a cuestionar las benéficas consecuencias del acercamiento a Estados Unidos tras la partición del estado original en dos y la perpetua Guerra Fría que se ha instalado en la frontera de ambos países que una vez fue uno, Norte y Sur, en la hipnótica Jiseul (2013), un paradigma de ejercicio de estilo y contenidos muy alejados de otros títulos más taquilleros y enfocados al entretenimiento del gran público pero no por ello menos reconocido en su país. La versatilidad de la industria cinematográfica surcoreana está dando títulos a cual más interesante; cine de autor, comedia, cine de autor, terror,…todo parece posible para los estudios del país asiático ajenos a prejuicios a la hora de sacar películas al mercado. Con esta falta de prejuicios Corea del Sur ha encontrado un nuevo filón que explotar, el de la revisión de los últimos éxitos del cine de acción y thriller norteamericano, una idea que revierte la tendencia al uso, es decir, que el cine norteamericano se apropie de los derechos de películas foráneas y realice sus propios remakes o «versiones inspiradas».
Ya han sido varios los títulos que han pasado por la maquinaria cinematográfica surcoreana dando lugar a versiones a interesantes propuestas como The Nameless Gangster (2012), inspirada en el universo mafioso de Martin Scorsese o El Gran Golpe (The Thieves, 2012) que nos remite a la saga de ladrones de lujo que arrancó con Ocean´s Eleven (2001) -por cierto, Ocean´s Eleven no es sino el remake de una película anterior que tenía a Frank Sinatra y a Dean Martin como protagonistas, La Cuadrilla de los Once (Oceans Eleven, 1960)-. Ahora le llega el turno al universo Bourne con un título de suma importancia para el panorama del cine de acción actual, The Berlin File (2013), cinta firmada por Ryoo Seung-wan, nuevo talento tras las cámaras al que pronto le lisonjearán la oreja los estudios estadounidenses.
La acción que transcurre en The Berlin File está situada en Alemania, concretamente en Berlin, cuna de la Guerra Fría y de nuevo escenario en el que varias potencias en liza mueven a sus agentes como piezas de un ajedrez mortal y trepidante. Si el título antes mencionado, Jiseul, hablaba del comienzo de esa particular Guerra Fría coreana, The Berlin File es una película que en cierto modo -y teniendo presente la distancia formal y de contenidos de ambas propuestas- puede complementar esa visión -actioner y comercial, eso sí- del status quo del pueblo coreano.
En The Berlin File las secuencias de acción se caracterizan por la impecabilidad con la que están rodadas, siguiendo el precepto del cine de acción oriental por el cual toda secuencia debe ser innovadora y sorprendente para el público. Mucho se ha rodado ya en el terreno del actioner pero ya es momento de quitarse el sombrero cuando observamos secuencia tras secuencia que The Berlin File ofrece todo aquello que vimos en la saga Bourne pasado por el tamiz de la comercialidad del cine de acción asiático, un reciclaje destinado a un público que necesita ver a sus propios actores como protagonistas de complots que les quedan a unas cuantas decenas de miles de kilómetros de distancia. Y es que contemplar en pantalla como agentes secretos de ojos rasgados se tirotean en los tejados de Berlin o revientan pequeños apartamentos a patadas de jiu-jitsu ya es sorprendente de por sí; a pesar de que es obvia la inspiración del estilo de Paul Greengrass en muchas secuencias de The Berlin File, la variante oriental no había sido explorada hasta la llegada de la cinta de Ryoo Seung-wan. En tomamos esa inspiración de soslayo y creamos el reciente título Invasor (2012), firmado por Daniel Calparsoro, con resultados mucho más modestos que The Berlin File.
The Berlin File es una película sobredimensionada, rasgo común a la globalidad del cine comercial asiático, extremo éste que no es ni bueno ni malo si tenemos en cuenta que el público occidental que se acerca a estas películas espera precisamente eso: la adrenalina, las secuencias de acción y una cuidada producción, consciente como es ya de las diferencias narrativas existentes entre el cine de uno y otro lado del orbe o sus rasgos argumentales característicos como esa exagerada relación amor odio que se establece entre los agentes norcoreano y el surcoreano.
La película dirigida por Ryoo Seung-wan es un notable ejemplo de interacción entre el cine de género asiático y occidental en la era de la globalización, un título que satisfará al espectador ávido de acción ante el estancamiento de las propuestas actioner norteamericanas. The Berlin File también supone un necesario acercamiento a la industria cinematográfica surcoreana que viene de la mano en España de Cameo y Mediatres, añadiendo un nuevo título a un catálogo ya extenso e imprescindible de estas distribuidoras.