Parece que fue ayer cuando nos encontrábamos en la primera edición del Festival Internacional de Cortometrajes de Pilar de la Horadada, cubriendo la gala y realizando las reseñas de las piezas nominadas, pero ya ha pasado un año, y que rápido. Una segunda edición de este festival, Cortopilar, ya se ha materializado y podemos ofreceros una crónica de lo que fue y de lo que vimos, de la ilusión de sus organizadores, de la alegría de los ganadores y nominados, y del orgullo de un pueblo, Pilar de la Horadada, que se volcó de nuevo en la celebración de un festival en apariencia pequeño, pero de grandes pretensiones y objetivos. Este año se hacía complicado adivinar quienes iban a ser los ganadores, el nivel de los cortometrajes a concurso era muy alto, se contaban muchos pesos pesados entre los nombres de los nominados. Al final, todo se dilucidó durante la gala de entrega de premios, una gala que disfrutamos todos los asistentes, y que, lamentablemente, hubo de dejar público fuera por motivos de aforo.
Si toda gala necesita un maestro de ceremonias, nuevamente fue Diego Arjona, presentador y showman, quien nos hizo reír entre premio y premio, con sus chistes y montajes de videos de lo más freak. Pero no adelantemos acontecimientos, empecemos por comentar el gran revuelo que se vivió en la entrada al cine-teatro municipal Dúplex Espacio Cultural. Jurado, asistentes, organizadores y un servidor estábamos arremolinados en la entrada, refugiándonos del intenso frío de la noche. Pero no solo era esa la razón de tan tumultuosa congregación, también esperábamos la llegada de la actriz Cristina Castaño, a la que se le iba a otorgar un premio honorífico a su corta pero intensa carrera, el Pilar de Honor. La actriz llegó desprendiendo un aura de simpatía y buen humor, posando en el photocall como una auténtica profesional. Una vez que Cristina Castaño estaba in the house, invitación en mano, nos dirigimos a ocupar nuestras butacas.
El formato de la gala no fue muy diferente al del año anterior, pero sí su duración, algo más larga que en la pasada edición, se insertaron muchos más números teatrales que rememoraban clásicos del cine como Con faldas y a lo loco, 7 apellidos vascos, Lo que el viento se llevó o Casablanca. También hubo dos espectaculares números musicales a cargo de la escuela de danza de Pilar de la Horadada, una muestra más de la entrega de todo el pueblo a este festival. Y entre número y número Diego Arjona soltaba sus chistes, nos hacía reír y anunciaba la entrega de los premios. Ese era el momento más duro para los nominados ¿seré yo? ¿mi proyecto será el premiado? Unos segundos de espera y el misterio era desvelado.
En la presente edición se optó por un doble premio, el galardón, como tal, recaería sobre un cortometraje, pero habría una mención de honor. Empecemos por uno de los premios más entrañables, el que otorga el público que ha estado asistiendo a las proyecciones en la Casa de Cultura de Pilar de la Horadada, que fue para el thriller con tintes de comedia, Marta, de la directora Lucía Forner. El siguiente fue el premio YAQ Distribución para La Dama de Sal, con Mariquita como mención honorífica. El premio a mejor fotografía fue para la notable El Ángel Caído, una cinta en blanco y negro que nos remite a los clásicos de la Universal, que lo comparte con la mención honorífica de Scratch, un cortometraje radicalmente diferente al anterior en todo, y, por supuesto, también en su tratamiento fotográfico. Premio al mejor actor al joven Javier Bódalo por Scratch, con una soberbia interpretación, no era para menos, como tampoco lo era para Daniel Pérez Prada, que interpreta a la víctima de la psicópata en Marta. María Nieto se lleva el premio a la mejor actriz por Madre, un corto que se alzaría, posteriormente, con los galardones más importantes del festival; en esta ocasión, Marta Nieto, va a compartirlo con Irene Anula, protagonista de Vampiro, que se hace con la mención honorífica. El premio al mejor guión va a alumbrar el mismo doblete: Madre es la premiada con el mejor guión y Vampiro se lleva la mención especial. Se acercan los premios más esperados, y le llega el turno al de mejor director, que recae en el veterano Rodrigo Sorogoyen por Madre; mención de honor para la joven realizadora de Marta, Lucía Forner. Y llegó el momento más esperado ¿cuál es el mejor cortometraje del festival a juicio del jurado, compuesto por Koldo Serra, Pablo Rosso, Iria del Río, Pilar Pérez Solano y Tonio L. Alarcón? El premio al mejor cortometraje es para Madre, de Rodrigo Sorogoyen, recibiendo así su tercer galardón de la noche; Madre camina de la mano de Vampiro, el cortometraje de Alex Montoya se hace con una nueva mención honorífica.
Algunos de los premiados subieron a la platea como un manojo de nervios. Hubo palabras llenas de dulzura y agradecimiento, alguna lágrima, mucha emoción. El Festival Internacional de Cortometrajes de Pilar de la Horadada daba por clausurada su segunda edición habiendo cumplido su objetivo, el de llenar el pueblo de cine un año más, y vaya si lo consiguió. Como colofón a esta crónica, no podemos terminarla sin mencionar el tremendo esfuerzo que supone la organización de un festival tan grande, ahí están al pie del cañón los organizadores, el Ayuntamiento y todos los que viven en Pilar de la Horadada, con su apoyo. Si la edición de 2017 ha sido simplemente fantástica, ya estamos deseando volver el año que viene. No faltaremos.
