Crítica de Furiosa, una película dirigida por George Miller y protagonizada por Anya Taylor-Joy y Chris Hemsworth
Furiosa. Año: 2024. Director: George Miller. Guion: George Miller y Nick Lathouris. Música: Tom Holkenborg. Reparto: Anya Taylor-Joy, Chris Hemsworth, Lachy Hulme, Tom Burke, Alyla Browne.
Furiosa (2024), la precuela de Mad Max Fury Road (2014), llega nueve años después de su predecesora. Comenzamos esta reseña subrayando que Furiosa no es una precuela de Mad Max (1979), la película original que lanzó una saga a la fama mundial a Mel Gibson, que interpretó por aquel entonces al loco Max, un policía despechado en busca de venganza en medio del desierto australiano, en el que unos cuantos patrulleros se encargaban de meter en cintura a los vándalos que aprovechaban el caos de una nación en pleno proceso de descomposición. La siguiente entrega, Mad Max 2 (1981) estilizó el personaje de Mel Gibson y le plantó en medio de una era apocalíptica y post industrial donde la gasolina era el bien más preciado y escaso. Con una nueva vuelta de tuerca, Mad Max, más allá de la cúpula del trueno (1985), fue una película que prescindió de los aspectos más truculentos de la saga y dibujó un apocalípsis más parecido a un delirio pop que al survival polvoriento e hiperrealista de las dos primeras entregas.
Hasta ahí, George Miller, director de todos los títulos, no encontró mucho motivo para continuar, obsesionado con diversificar su filmografía con títulos que resultaron excelentes, a la postre. 2014 fue el año en el que el realizador retoma la saga y estrena un concepto renovado pero directamente deudor en lo estético del título anterior. Mad Max Fury Road fue un western pop apocalíptico de autor en el que se introdujo un personaje llamado Furiosa, una guerrera de la carretera con un oscuro pasado que ayudaría a un taciturno Mad Max en sus combates.
Ahora Furiosa tiene su propia película. George Miller apostó por la renovación de la saga y tenía muy en mente la posibilidad de la ampliación del universo Mad Max y sus personajes, que en Furiosa adquieren una mayor importancia y profundidad. Obviamente, las nuevas entregas ya no tienen nada que ver con el primer título de la franquicia, ni en forma ni en fondo; en todo caso, toman algunas ideas del segundo y el tercero de los títulos como base para la creación de un universo particular. En Mad Max Fury Road, el personaje de Furiosa fue interpretado por Charlize Theron, siendo descartada en el spin off debido a la edad del personaje en la nueva entrega; en su lugar se contrató a Anya Taylor-Joy, una actriz menuda (1,50 m de altura frente a los 1,80 m de Charlize Theron) que físicamente poco tiene que ver con Theron pero cuyo porte de mozalbete va a la perfección con la idea de George Miller para esta película.
A diferencia de la parquedad del guion de Mad Max Fury Road, Furiosa ha contado con un libreto más rico en matices, personajes, situaciones e ideas. La ambientación western es innegable, Furiosa sigue siendo un western como lo ha sido todas las películas de la saga, pero no se queda en la concatenación de secuencias de acción si no que ofrece un argumento que también toma referencias de los mitos clásicos y que incluso está bañado con un cierto orientalismo. Los guionistas (Nick Lathouris y el propio George Miller) se han devanado la cabeza para ofrecer las espectador un montón de ideas brillantes y sorprendentes, y es que uno de los mejores aspectos de Furiosa es la variedad de escenarios, situaciones y personajes que podemos disfrutar en sus dos horas y media de metraje.
Como personajes secundarios, pero absolutamente imprescindibles para el desarrollo de la historia, vuelve a la palestra Immortan Joe (Lachy Holme) y una nueva incorporación, Dr. Dementus, interpretado por Chris Hemsworth, a quien hay que reconocerle el extraordinario dinamismo y carisma que imprime a su personaje. Furiosa es una película coral a su manera, los personajes entran y salen del guion, tienen su peso e importancia en un momento dado, enriqueciendo constantemente la acción. Un demoledor ejemplo es el del Pretoriano Jack, encarnado por Tom Burke, un émulo de Mad Max pero en su reverso mercenario.
Aunque rodada casi en su totalidad con fondos croma, Furiosa no es por ello menos emocionante y los escenarios generados digitalmente son una delicia en lo creativo. La dirección de arte no pretende ocultar lo que estamos viendo, los fondos que ilustran la acción son a todas luces artificiales y se nos muestran sin disimulo pero con fineza y estilo. Uno de los miedos del aficionado es encontrarse con un ecosistema digital que diluya la fuerza de la película, o con un tono slapstick en las escenas de acción que termine por aburrir, pero nada de eso ocurre.
Furiosa es un espectáculo visual y una pieza imprescindible en este año 2024 para los aficionados al cine de acción, el único requisito es dejarnos llevar por el mundo irreal, polvoriento y con ruido a motor de alta cilindrada que nos propone George Miller. Ahora apetece mucho volver a revisar Mad Max Fury Road y conectar uno y otro título para disfrutar con más ganas de Furiosa.