Esta es nuestra última jornada en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya 2023. Realmente no es una jornada entera puesto que solo nos da tiempo a ver dos películas, pero su calidad compensa con creces el poco tiempo que nos queda. Abandonamos el festival con el buen sabor de boca que nos deja la nada desdeñable White Plastic Sky y Riddle of Fire, una cinta de sabor independiente de factura perfecta y con guion realmente impecable.
White Plastic Sky
White Plastic Sky es una película de animación húngara que habla de un futuro en el que un desastre ecológico ha recluido a los seres humanos en cúpulas de cristal. La superpoblación ha hecho que se limite la vida de los individuos a 50 años, tras lo cual pasan a convertirse en vegetales para la producción de oxígeno y comida. Y es que la animación puede con todo, independientemente de lo fantástico que sea el argumento.
Aparte de una cuidada y vistosa animación, White Plastic Sky es un intenso drama romántico de reencuentro. El guion juega con la distopía marcada en el argumento como elemento para profundizar en la intensidad del drama, creando momentos realmente emocionantes. Los realizadores, presentes en la sala, anuncian que la película ya tiene distribución en España, una buena noticia.
Riddle of fire
La última película que hemos visto en el festival es realmente sorprendente, un auténtico cuento de hadas, una oda a la felicidad, la amistad y a la inocencia. Todo en esta película es agradable y positivo pese a que algunos elementos de la historia tuvieron en su día un trasfondo siniestro -la banda de delincuentes hippies iluminados y armados hasta los dientes-.
Riddle of fire está escrita y dirigida por Weston Razooli. Este joven director ha creado un filme donde la fantasía es el vehículo en el que los personajes desarrollan su peculiar periplo personal, una pandilla de niños auténticos imanes para la magia y la aventura. En esta aventura se encontrarán con reinas de la magia, cazadores, trolls y hasta un hada. Y todo ello con una factura impecable y una dirección de actores perfectamente medida, especialmente la de los niños. Riddle of Fire es una de las películas del año, sin duda.