Tú eres el siguiente (You´re Next)

Crítica: Tú Eres El Siguiente (You´re Next), de Adam Wingard

Título: Tú eres el siguiente (You´re Next). Año: 2013. Duración: 96′. Director: Adam Wingard. Guión: Simon Barrett. Música: Mads Heldtberg. Fotografía: Andrew Droz Palermo. Reparto: Sharni Vinson, Nicholas Tucci, Wendy Glenn, AJ Bowen, Joe Swanberg, Sarah Myers, Amy Seimetz, Rob Moran, Barbara Crampton, Ti West, Simon Barrett, LC Holt.

A modo de goteo siguen llegando a nuestras pantallas cintas que se pueden considerar como herederas de aquel subgénero con carácter y personalidad propia llamado American Gothic, que como su propio nombre indica, es netamente norteamericano. Su nacimiento representó la creación de una imaginería propia, con escenarios comunes (granjas, núcleos rurales abandonados, casas en mitad de la campiña,…) y personajes que hoy son iconos del terror y la cultura pop contemporánea como Leatherface, los zombies de George A. Romero o Jason Vorhees. También fue el germen de uno de los subgéneros más taquilleros de los años 80, y que hoy en día se mantiene en pie con cierta dignidad, el slasher -en inglés se podría traducir algo así como «la matanza»-, temática y estructura narrativa común a muchos filmes en los cuales una grupo de personas es masacrada a lo bestia por uno o varios asesinos sin escrúpulos (véase la serie de Viernes 13, Pesadilla en Elm Street, Halloween, o propuestas más contemporáneas como Rovdyr), ahora le toca el turno a Tú Eres El Siguiente (You´re Next).

Tú eres el siguiente (You´re Next, 2011) llega a nuestras pantallas con un año de retraso con respecto al calendario de estrenos USA. La película está colada por el tamiz de la contemporaneidad, adaptada a los usos y preferencias del público de hoy en día. Hay sangre a borbotones, brutalidad, un poco de torture porn, y bastante humor negro. La presencia en el reparto del realizador Ti West (La Casa del Diablo, 2009) refuerza la vocación de comedia negra, de cinta de culto, pero también de divertimento festivo y desenfrenado.

En Tú Eres el Siguiente (You´re Next) La burguesa y acomodada familia Davison es atacada por un grupo de asesinos sádicos que llevan cubierto su rostro con caretas de animales -interesante impacto visual bien aprovechado en la cinta-. Atrincherados en la casa de vacaciones, los Davison hacen frente a los asaltantes; la batalla que tendrá lugar será brutal y no habrá concesiones para los personajes, que irán muriendo uno a uno de forma salvaje y nihilista. A pesar de la dura carga emocional que encierra el asesinato sin justificación aparente de la familia Davison, el público no tiene más remedio mostrar un poco de benevolencia ante esos asesinos herederos del espíritu nihilista de la ya extinta «nueva ola del cine de terror francés» pues la película, a la chita callando, está salpicada de tantos brochazos de humor negro que en conjunto nos da la impresión de estar viendo un slasher de serie B, desprejuiciado e insolente, combinado con la brutalidad de films como Alta Tensión (Haute Tension, 2003) o Martyrs (2008). El humor y la violencia son los verdaderos hálitos del film y elementos sin los cual Tú Eres el Siguiente (You´re Next), directamente, no funcionaría, se convertiría en otro mediocre producto como La Noche de las Bestias (The Purge, 2013).

Otro de los aciertos de la película es rebañar lo que queda del apurado caldero del American Gothic. El film está construido con una serie de elementos  conceptuales que le enclavan en esta poco transitada senda -hoy en día-, llegando a guardar una gran similitud narrativa con la severa y perturbadora Los Extraños (The Strangers, 2008). Tú Eres el Siguiente (You´re Next) juega sus mejores bazas en la narración survival de la protagonista, Sharni Vinson, regalándonos escenas gores y ¿excesivas? mientras el bodycount va aumentando y la familia Davison va mermando. En estos momentos es donde Adam Windgard, su director, ofrece lo mejor de sí mismo: continuos clímax atmosféricos perfectamente medidos que sacan del público la mejor sensación que se puede esperar de una cinta de horror, la angustia. Todos esos travellings de habitación en habitación, los planos cortos de los asesinatos, el score acompasado que acompaña a los crímenes y los generosos derramamientos de hemoglobina son ingredientes que Windgard usa bien cuando debe hacerlo, y nos hace olvidar que tras una escena gore y otra el puente narrativo que el tiende el guión es peligrosamente endeble, extremo éste grave pero disculpable en pos de un rato de diversión y sudor frío.

El co-firmante de V/H/S (2012) se está consagrando como nueva promesa del cine de terror junto a nombres ya mencionados como el de Ti West, Jason Eisener, Simon Rumley, y un largo etcétera que encuentran un nicho de mercado en una forma de terror salvaje y desprejuicida. Sus proyectos de co-dirección de episodios en cintas que están dando vueltas en los festivales especializados -la mencionada V/H/S o ABCs of Death (2012)- hacen que sus nombres vayan de boca en boca. Ya veremos quién besa la lona y quién sigue en pie después del décimo asalto,  pero entretanto el público va a disfrutar de unos buenos ratos de insana diversión.