Cosmópolis, crítica de la película de David Cronenberg
Título: Cosmópolis. Año: 2012. Duración: 108’ País: Canadá. Director: David Cronenberg. Guión: David Cronenberg (Novela: Tom DeLillo). Música: Howard Shore. Fotografía: Peter Suschitzky. Reparto: Robert Pattinson, Sarah Gadon, Paul Giamatti, Samantha, Morton, Juliette Binoche
Cosmópolis: From the streets to Mecca
El escritor neoyorkino Tom DeLillo es el autor de la obra original Cosmópolis (Seix Barral, 2003), un relato agrio y nihilista sobre la decadencia del capitalismo que ha sido adaptado por David Cronenberg, en lo que resulta ser su quinta traslación de una obra escrita a la pantalla. Cronenberg vuelve a alejarse de aquellas temáticas que un día le consagraron como director fantástico y le convirtieron en un cineasta más versátil pero también más discutido.
Cosmópolis (2012) resulta ser una road movie a velocidad de tortuga, mezclada con un afán nada disimulado por retratar la esencia de un capitalismo que –teóricamente, o eso dice DeLillo e ilustra Cronenberg- se está derrumbando, ahogándose en sus propios esputos. Eric (Robert Pattison) es un joven y prometedor asesor financiero que, desde su limusina, controla una parte importante del flujo de dinero que se inyecta a los mercados internacionales. En plena visita del presidente de los Estados Unidos a Manhattan, y con la ciudad prácticamente paralizada, decide atravesar la Gran Manzana hacia un barrio humilde, donde está situada su barbería favorita. En el camino, numerosos personajes irán subiendo y bajando de la limusina, entre ellos Elise (Sarah Gordon), su guapa y reciente esposa.
Resulta interesante la visión de un capitalismo itinerante que nos muestra Cosmópolis, que mira al mundo desde los cristales de una limusina blindada, dejando entrar sólo a aquellos que le sirven para su retroalimentación. Ahí, Eric es un sirviente de ese capitalismo, vampirizado por el sistema y conectado al mundo mediante un sofisticado software que le hace bailar a su son, sin apenas lugar a la libertad personal que sólo atisba en la realización de actos que rayan el nihilismo, como son el hecho de recorrer todo Manhattan para ir a cortarse el pelo, o renunciando, en el último tercio del film, a la seguridad que le da su guardaespaldas y su limusina.
Lo peor de Cosmópolis, título a priori interesante, es la exageración con la que se han tratado los diálogos, redundando en una vacua trascendencia, dotándoles de elevadas fórmulas retóricas y despojándoles de un sentido literal. Refuerza esta opinión el tramo del metraje en el que Eric se encuentra con Benno (Paul Giamatti), donde el tono hermético del diálogo queda por encima del alcance del espectador. Si hasta ese momento era doloroso mantener el pulso a una película, de entrada difícil, la conversación entre estos dos versátiles actores –y Pattison así lo demuestra- termina por arrojar por la borda cualquier atisbo de entendimiento consciente, dejando en la atmósfera de la sala un aire enrarecido, con tufillo a falsa trascendencia.
En estos tiempos que corren, en los que indudablemente el sistema capitalista se encuentra en un periodo de cambio y redefinición –no necesariamente desaparición-, se encuentran útiles reflexiones sobre su biología, pero sin desnaturalizar a su componente humano: esos asesores brokers, amancebados y víctimas del sistema que, sin duda, pueden dar cuenta cabal de sus beneficios en algunos casos, y excesos en otros, sin tener que caer en diatribas existencialistas. La inmediatez de los beneficios o perjuicios del capitalismo se puede entender de forma muy sencilla, otra cosa es que Cronenberg, en su afán de autoría, haya decidido tomar el camino marcado por la novela de DeLillo, actitud que es totalmente legítima. Lo que no es tan legítimo es dejarse al público por el camino.
Hola Alfredo, Esta peli la vi el otro día y me gustó mucho, la verdad. Y estoy totalmente de acuerdo en que el final es un demasiado enrarecido, y que no aclara mucho la ya rara de por si cinta. Macho, excelente crítica. Muy atinada y acertada: creo que de las mejores que he leído. Abrazote
Date: Thu, 22 Nov 2012 06:02:29 +0000 To: iscamros@hotmail.com
Gracias Isra. La verdad es que salvo ciertos puntos interesantes a mí me aburrió mogollón, sobre todo el final. Cronenberg ya no es lo que era…Un abrazo.