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Noves Visions: ambición formal y temática mirando hacia el futuro del fantástico

La identidad, los afectos y las posibilidades (y límites) de lo humano son ejes fundamentales en esta edición de Noves Visions. De todo ello hablará, a modo de introducción de la sección, en una sesión especial, About a Hero, del polonès Piotr Winiewicz, que se sumerge de lleno en el debate contemporáneo sobre la inteligencia artificial y lo hace con una audaz mezcla de tecnología, ironía y cinefilia. Con un guion generado por IA y referencias explícitas al cine de Werner Herzog, Winiewicz convierte su película en una reflexión que apunta hacia el futuro del cine y las posibilidades de la IA.

The Things You Kill, producción turca del director iraní Alireza Khatami, será la encargada de abrir una amplia selección de títulos que sirve como premonición del futuro del género. La película de Khatami tuvo un exitoso paso por el Festival de Sundance, conquistando el premio a la mejor dirección en la sección World Cinema. Absorbente, inquietante e imprevisible, The Things You Kill explora la identidad (y la fragilidad) masculina con una violencia que pasa de generación a generación.

Fotograma de la pelícual Every Heavy Thing
Every Heavy Thing

En un año en que la comedia de terror es parte importante del leitmotiv del Festival, en Noves Visions se encuentran algunas de las propuestas más interesantes al respecto. A las ya anunciadas Dead Lover de Grace Glowicki y Fucktoys de Annapurna Sriram, se le suman Every Heavy Thing de Mickey Reece, un thriller cargado de humor negro y absurdo que empuja los límites del género mezclando arte digital de inspiración vaporwave con formatos clásicos analógicos. La película está protagonizada por un icono del cine fantástico (y una de las invitadas a esta edición del Festival) como es  Barbara Crampton.

El humor negro tiene una importancia clave en Anything That Moves, de Alex Philips, una película sobre un repartidor de comida que, después de tener sexo por dinero, se ve involucrado en una serie de asesinatos que se remontan a alguien que pasó por su cama. Otro filme que apuesta por un lenguaje cinematográfico innovador con grandes dosis de humor es Buffet Infinity de Simon Glassman, una historia de desapariciones contada desde el punto de vista de un espectador anónimo que está viendo un canal de televisión local.

Fotograma de la película OBEX
Obex

No solo el terror recibirá un tratamiento diferente en Noves Visions, sino también la ciencia ficción, el otro gran estandarte genérico del Festival.  The Infinite Husk, debut en el largometraje de Aaron Silverstein, trata sobre una conciencia alienígena que es enviada a la Tierra para espiar a una persona y, en el camino, aprenderá lo que significa ser humano. En un terreno más experimental juega OBEX de Albert Birney, una cinta que arranca cuando su protagonista, Conor Marsh, empieza a jugar a un videojuego de última generación que pone título a la historia. Cuando su perra Sandy desaparece, la línea entre realidad y ficción empieza a difuminarse y el director se adentra en saltos dimensionales y tonales radicales.

Otros trabajos también nos llevarán a otros mundos que no estarán a años luz de distancia ni promovidos por tecnologías de última generación, sino por el lado oscuro del propio individuo. Así lucirá A Grand Mockery, de Adam C. Briggs y Sam Dixon, que explica la historia de un hombre que vive una vida impasible hasta que sus enfermedades psíquicas le deformen y le hagan acabar en una selva tropical. En esta misma línea, en la que van a faltar palabras para describir qué estamos viendo, trabajará Patrik Syversen en Dawning, un experimento perturbador en forma de terror psicológico. También juega con los límites de la realidad Lucid de Ramsey Fendall y Deanna Milligan, la historia de una estudiante de arte que empieza a usar un elixir para romper su bloqueo creativo, lo que la llevará a un viaje surrealista por su inconsciente, en el que se enfrentará a sus demonios internos. En ocasiones, esos viajes íntimos deconstruirán esferas tan próximas como la familiar, como ocurre en Crocodile Tears de Tumpal Tampubolon, la cual nos trasladará a una granja de cocodrilos tan apartada como la mente de su protagonista. Allí conoceremos a una madre autoritaria cuya obsesión por controlar a su hijo se convierte en una inquietante y delirante manifestación de un amor extremo. Otro asunto de familia es Feels Like Home de Gábor Holtai, un thriller que narra la historia de una mujer que es secuestrada por una familia que afirma que ella es su hija desaparecida. Para intentar sobrevivir mientras trata de escapar, deberá hacerse pasar por esta otra persona.

Fotograma de la película The Fin
The Fin

Noves Visions presentará propuestas que dan giros imprevistos a contenedores clásicos del género fantástico como la distopía que veremos en The Fin del surcoreano Park Syeyoung (una de las selecciones previas de Fantastic 7), la cual reimagina la figura fantástica de la sirena en clave distópica, en una historia donde el viaje hacia lo humano está lleno de dolor, burocracia y violencia poética. Texturas más propias del terror serán en cierta manera deconstruidas o reinterpretadas en propuestas como Forte de Kim Kimbo, una película que transforma un estudio musical en un enclave de terror psicológico, o  Be a Good Girl, de Louiza Zouzias, un retrato perturbador de dinámicas de poder, dependencia emocional y control masculino donde una mujer sumisa deberá enfrentarse a su propia oscuridad cuando el hombre al que ama secuestra a una adolescente para sustituirla. Por otra parte, The Home, del sueco Mattias J. Skoglund, realiza una aproximación serena pero profundamente inquietante al terror emocional y existencial, a través de una historia sobre la pérdida y la desintegración de la identidad. Mientras, en The True Beauty of Being Bitten by a Tick de Pete Ohs, seremos testigos de un encuentro entre amigos en el campo que, tras la mordida de una garrapata, se convierte en una pesadilla kafkiana.

Otro tema recurrente en el cine de terror, tanto clásico como contemporáneo, y que no podía faltar en esta sección, es el del terror religioso. En Astrid’s Saints, el cineasta y artista visual Mariano Baino (conocido especialmente por su inquietante Dark Waters, convertida en película de culto con el tiempo) nos transporta a un limbo entre la fe y la desesperación, donde una madre se aferra al poder de los santos en un intento imposible por revertir la muerte. Una espiritualidad más oscura recorre Camp, el inquietante segundo largometraje de Avalon Fast: una historia de redención imposible, brujería moderna y duelos que se repiten como ciclos malditos. En esta línea, Noves Visions tendrá como película de cierre de la sección The Holy Boy, de Paolo Strippoli, fábula rural impregnada de religiosidad malsana, en la que la felicidad colectiva esconde un sacrificio escalofriante que explotará en uno de los climax finales más aterradores que podremos ver en el Festival de este año.

Fotograma de Trascending Dimensioins
Trascending Dimensions

Desde Algeria, y directamente llegada del Festival de Venecia, recibiremos Roqia, de Yanis Koussim, una inquietante historia de posesiones. Para concluir el bloque religioso con un estallido de imaginación, Transcending Dimensions, lo nuevo del japonés Toshiaki Toyoda, combina misticismo y ciencia ficción: un asesino y su amante llegan a un santuario en busca de un monje desaparecido y, en su búsqueda, atraviesan las fronteras del espacio hasta otro planeta, donde les espera una batalla mágica.

Como en ediciones anteriores, Noves Visions tendrá un epílogo desde Japón con Tengosei – Shaman Star de Hidenori Inoue, un autor que reivindica el teatro kabuki mediante el geki cine (obras de teatro japonesas grabadas con gran presupuesto). Inoue mezcla humor con un género como el jidaigeki (dramas históricos nipones), dotando a lo clásico de un toque novedoso. En el apartado documental tendremos El último arrebato, de Marta Medina y Enrique López Lavigne, un desbordante ejercicio de meta-ficción en sintonía con su legendario objeto de estudio: la película con la que Iván Zulueta entraría (y se consumiría-en) la historia del cine.