Crítica De naturaleza violenta, de Chris Nash
De naturaleza violenta (In a violent nature, 2024). País: Canadá. Dirección: Chris Nash. Guion: Chris Nash. Duración: 94 min. Reparto: Ry Barrett, Cameron Love, Liam Leone, Andrea Pavlovic.
Corren tiempos de renovación para un género tan sumamente manido y lleno de autoreferencias como es el slasher. Véase, un grupo de jóvenes con actitudes poco decorosas invaden el ámbito de un peligroso asesino que ya ha sido dado por muerto en varias ocasiones. Los jóvenes van muriendo uno a uno de forma horriblemente escatológica; el asesino no tiene piedad y es creativo, ninguno de los jóvenes muere igual que su predecesor. Hasta ahí llega la base argumental de un slasher común pero naturalmente, el argumento se puede refinar y complicar teniendo en cuenta el origen del asesino, las personalidades de los jóvenes a masacrar y el ambiente donde tenga lugar la acción (masacre).
De naturaleza violenta (2024) es un slasher firmado por el canadiense Chris Nash y rodado en los bosques de Ontario (Canadá). La película cumple con el decálogo del género, cuyas líneas hemos esbozado en el párrafo anterior, pero representa un bocanada de aire fresco -nunca mejor dicho- al introducir varios elementos que diferencian De naturaleza violenta del resto de sus congéneres, y que han conseguido que la cinta ya sea una referencia de culto para el slasher y uno de los lanzamientos más esperados del cine de terror de la temporada.
La acción se sitúa en unos exuberantes paisajes naturales y tan excelentemente fotografiados que la naturaleza es un protagonista más de la película. De naturaleza violenta es el título en español mal traducido de A violent nature (Una naturaleza violenta), un título que es más fiel al carácter de la cinta. Con el encabezado español pareciera que la película trata de un chico díscolo y mal criado que se dedica a matar, pero el título en inglés ya apunta a un contexto diferente, al espacio geográfico del asesino que ha sido invadido por libidinosos domingueros y en el cuál él se ha convertido en guardián, en preservador, como baluarte de fuerzas conservadoras y reaccionarias a la modernidad representada por los jóvenes urbanitas.
De naturaleza violenta nos ofrece un sugerente punto de vista, la cámara sigue al asesino durante largos trechos, bien tomando su espalda como referencia y/o encuadrándole en mitad del escenario natural, sus lentos pero contundentes movimientos son seguidos de forma meticulosa y pausada, sin prisas ni aspavientos. Al espectador se le ofrece un punto de vista muy voyeurista y le crea desasosegantes estados de alerta mediante el sostenimiento de los planos fijos que anuncian una eventual irrupción del asesino. De naturaleza violenta nos regala algunos planos inolvidables, -cortos y otros larguísimos- mantiene la tensión y la expectación hasta el paroxismo sin contar con una banda sonora que refuerce los momentos más truculentos, todo es seco, frío y mortal, como la naturaleza misma.
En el apartado de los efectos especiales y de maquillaje, todo es pura artesanía. Chris Nash es un cineasta bregado en el mundo de los efectos especiales, crea momentos realmente inolvidables. Algunos de los asesinatos no van pasar desapercibidos para los espectadores y se convertirán en momentos clásicos del slasher, De naturaleza violenta hace honor a su nombre y la violencia ciega del asesino es sencillamente brutal, recordándonos a la contundencia de títulos como Rovdyr (2008). En algunos de los asesinatos Chris Nash, el realizador, hace partícipe al espectador como observador imparcial de la escena mediante el uso del plano fijo; pero en realidad el espectador cae en la trampa que le tiende el realizador, también se declara culpable y partícipe del crimen, prestando sus pupilas para el sangriento devenir de su víctima.
La película tiene el foco puesto en el asesino, de quién nos se nos comparte su génesis y conflicto personal, dejando sin apenas trazar al resto de los personajes, sobre todo a los niñatos que va a exterminar. Chris Nash quiere que conozcamos al asesino, que le sigamos y que veamos cómo mata, que nos recreamos con el sonido de la naturaleza de la que es guardián, de sus colores y de su lógica despiadada y aparentemente irracional. De naturaleza violenta es una mirada diferente al género, un slasher autoral que ha conseguido encontrar un punto de encuentro con el elevated horror, contaminándolo con hemoglobina y desmembramientos; ¿creían los maestros del terror elevado que este día no llegaría? Se equivocaron.