Vamos allá con una nueva entrega de nuestra crónica detallada de lo que estamos viendo y viendo en el Festival de Sitges 2018: Lord of Chaos, Buybust, Assasination Nation, Morto ñao fala, Ederlezi Rising, The Wind, Overlord
Lord of Chaos, la historia del Black Metal
La cultura popular tiene mucha caras, y una de las menos conocidas es la turbulenta historia del Black Metal, una corriente musical que bebe del Heavy Rock o Heavy Metal pero que tiene unas características muy singulares, primera que se origina en los países escandinavos, y segunda y más importante, que tiene un poso ideológico basado en el paganismo y en las doctrinas satánicas modernas. Lord of Chaos cuenta la historia real de la creación del Black Metal y de la rivalidad existente entre sus protagonista, los miembros de las bandas Mayhem y Burzum. El realizador, batería de la banda Bathory y consumado director de video clips, cuenta con pelos y señales esta historia, no escatima en detalles ni en grafismo en su puesta en escena. Si a los desconocedores del fenómeno musical les puede resultar únicamente curiosa, Lord of Chaos engrandece las referencias de la cultura popular de la música metálica poniendo en imágenes la historia que tantos ríos de tinta ha hecho correr en la prensa musical especializada. Lord of Chaos se convierte en la primera dramatización fílmica de la epopeya del metal y, por tanto, es un documento imprescindible para cualquier aficionado.
Buybust, ostias por un tubo
La estela de The Raid está dando de sí, inventó una fórmula argumental que fue copiada por superproducciones como Dredd o la película española Toro. Ahora es el cine filipino el que se atreve da dar una vuelta de tuerca a Redada Asesina con Buybust, un thriller de acción en el que un grupo de policías debe atrapar a un capo que se esconde en el laberíntico y destartalado suburbio de la ciudad de Manila. Buybust cuenta con una extraordinaria ambientación y planificación, aunque sus escenas de acción son más confusas que en The Raid, las peleas no son tan brillantes, pero esa extrema planificación de las secuencias de acción con sus brillantes planos secuencias compensa con creces las deficiencias que podamos encontrar. La sensación de déjà vu queda muy amortiguada por la diversión que proporciona el visionado de la cinta y por la comprensión que tenemos que tener ante el carácter de explotación del cine asiático, algo impensable en Europa.
Assasination Nation, la muerte del patriarcado
Hay guiones que incomprensiblemente no saben como terminar una película. Podría ser el caso de Assasination Nation, una puesta al día de los juicios de Salem para la era digital, con claras referencias a películas como Spring Breakers y a la saga de La Purga. Assasination Nation tiene toques muy cómicos y un estilo visual potente y cautivador, con una explosión de violencia malsana en el último tercio del filme. Todos los personajes están estereotipados, retratando una sociedad ultraconservadora que vive en las apariencias, en la hipocresía más supina y en el aburguesamiento más narcótico. Las chicas protagonistas, marcadas por sus vecinos como murmuradoras y sexualmente procaces se convierten en heroínas que deben defenderse a tiro limpio de las ansias vengativas de la turba. En los últimos cinco minutos, y mirando a cámara, nuestras protagonistas declaman el papel de la mujer como blanco del odio masculino y solicitan de sus congéneres la sublevación y el empoderamiento. Pasando porque el comportamiento de las chicas no es precisamente ejemplar a lo largo del filme y que se puede equiparar a cualquier bravucón del sexo opuesto, el mensaje feminista no está presente en ningún momento de la película hasta el final, desvirtuando por completo la conclusión de la misma.
Morto ñao fala, pedrolo al canto
El director de Morto ñao fala, en la presentación de la película, suelta un largo discurso sobre la situación política de su país y, aparte, enfatiza el contenido social de su película. Salvadas las machaconas palabras de este comprometido cineasta, nos ponemos a ver la cinta. En ella, un encargado de la morgue tiene la capacidad de hablar con los muertos y éstos le cuentan cuales han sido los motivos por lo que han llegado hasta tan lúgubre lugar. El tono de Morto ñao fala en ese momento es el comedia negra con evidentes tintes sociales, cosa que promete ser interesante y hasta entretenida. Sin tardar demasiado, solo unos veinte minutos, el tono vira al de las apariciones fantasmales formalmente muy similares a los de la saga Insidious, merced al planificado asesinato de su esposa y su amante, alejándose por completo de cualquier lectura social y encajando como puede una trama en la que se combinan intentos de asesinatos de contornos gore, posesiones, apariciones, todo un mejunje que despista sobremanera, desentona de forma aberrante y aburre soberanamente. Morto ñao fala es pretenciosa y narcisista y no podemos dejar de desaconsejarla, dicho esto de manera rotunda y categórica. Es la peor película que hemos visto en el festival.
Ederlezi Rising, belleza en el espacio
Las filmografías del este de Europa van dando unos resultados impresionantes. La herencia del cine soviético, contenido, reflexivo y con gusto por la meticulosidad en la imagen, es una constante en estas producciones, y un ejemplo de esto es Ederlezi Rising. Esta película serbia es un prodigio visual y además tiene un contenido psicológico que va desvelándose como capas de una cebolla. Protagoniza la actriz porno norteamericana Stoya, interpretando a un androide cuyo objetivo es procurar entretenimiento sexual y equilibrio emocional a un astronauta contratado por la corporación Ederlezi para una misión espacial. Como se puede esperar, la relación entre ambos termina derivando en una lucha entre lo emocional y lo mecánico, con un esperanzador desenlace.
The wind, los demonios de la pradera
El paisaje juega un papel determinante en el cine fantástico, modulando las emociones y los pensamientos de las personas que se encuentra dentro de él. En The wind, la solitaria y yerma pradera es el sitio donde dos parejas de jóvenes pioneros intentan comenzar una nueva vida, y donde una supuesta presencia acosará a las mujeres, que quedan solas en las cabañas durante largas temporadas. La realizadora de The Wind crea un complejo retrato psicológico de los personajes, sumergiéndoles en una espiral de locura progresiva. Pero falla The Wind en su conclusión, apartando el elemento sobrenatural a pesar de dar múltiples pistas sobre la realidad de éste.
Overlord, una de zombis nazis
La nueva producción de J.J. Abrahams abre la mañana del jueves día 11. Overlord es una película que combina el clasicismo de una historia de hazañas bélicas de la Segunda Guerra Mundial con el consabido imaginario de la nazixploitation, y más concretamente con el de los zombies nazis. Overlord tiene grandes dosis de acción y, por supuesto, hay zombis, pero no demasiados, el realizador se recrea más en los maquillajes y en los efectos especiales que en ofrecer la esperada avalancha de zombies invadiendo las tierras ocupadas de Normandía; de ese modo, la cinta se acota espacialmente e intenta crear situaciones de extrema claustrofobia. Overlord es un grato entretenimiento que se agradece, realizado con inteligencia y amor al género.