The Raid 2 póster

Crítica: The Raid 2 Berandal, de Gareth Evan, con Iko Uwais

Título: The Raid 2 Berandal. Año: 2014. Duración: 148′ País: Indonesia. Director: Gareth Evans. Música: Joe Trapanese, Aria Prayogi, Fajar Yuskemal. Fotografía: Matt Flannery, Dimas Imam Subhono. Reparto: Iko Uwais, Arifin Putra, Alex Abbad, Oka Antara, Tio Pakusodewo, Julie Estelle,Cecep Arif Rahman, Cok Simbara.

Los caminos por los que la secuela de una película puede discurrir van desde una mera recreación del film original en un contexto diferente, hasta el distanciamiento total de la obra original conservando a los personajes principales. El abanico de opciones tampoco es tan grande si se pretende que el público identifique a la secuela como deudora e hija de su obra matriz.  En el caso de la continuación de la fabulosa película de Gareth Evans, The Raid (2011), el distanciamiento formal ha sido enorme. La película original basaba su originalidad en dos factores que sostenían el peso de toda la cinta: por una parte el protagonista principal, Iko Uwais, interpretando a Rama, un policía que se ve envuelto en una redada que resulta ser una trampa y utiliza de todas sus habilidades de combate para pulirse a un bloque entero de delincuentes fuertemente armados; de la otra el confinamiento al que son sometidos los protagonistas encerrados en el bloque de mugrientos apartamentos en los que se da veda para que cualquier habitante del inmueble pueda cazarles. El resultado de The Raid es una película asombrosa por sus escenas de lucha que progresivamente van abandonando la pirotecnia de los enfrentamientos con armas de fuego a los combates de artes marciales impecablemente coreografiados, y también por ese tono a thriller dotado por la situación de angustia y acoso al que los criminales someten al comando policial. The Raid, La Redada, es un título que define sin fisuras la esencia de una película que posiblemente sea lo mejor en cine de acción de la última década.

The Raid 2

La continuación de este importante título se llama The Raid 2: Berandal (2014). La palabra indonesia «berandal» significa algo así como «salvaje» o «brutal». La composición mixta del título de la nueva película de Gareth Evans no quiere desprenderse de su referencia original pero al mismo tiempo insinúa que el nuevo film va a discurrir por caminos diferentes. Y se cumple lo prometido pues poco o casi nada tiene que ver la secuela de The Raid con su primigenia. The Raid 2 es una obra independiente que poco tiene que ver con la primera, únicamente conserva al personaje principal, al que saca de aquel entorno claustrofóbico y lo sitúa en primera línea de lucha contra el crimen organizado, haciendo las veces de agente infiltrado. La cinta dedica un par de miserables minutos a enlazar su línea sucesoria con la película de 2011; en ese corto espacio de tiempo, apenas imperceptible para alguien que no haya visto The Raid, se intenta lo imposible: prender con alfileres una justificación para que una película de artes marciales con Iko Uwais como protagonista se aproveche de la reputación de The Raid.

Si el público que vio The Raid va buscando una inteligente película de artes marciales impregnada del thriller claustrofóbico que insuflaba la verdadera energía al film, lo lleva claro. Desde el principio, y a salvedad del exiguo fragmento reseñado, The Raid 2: Berandal va por libre. Esta secuela nos presenta una caterva de personajes vinculados al crimen organizado,  envueltos en una tupida red de traiciones e intereses saldados con una violencia brutal y explícita. Aumenta la cantidad de números de acción -la película dura dos horas y media- y la explicitud y violencia de los mismos hasta llegar a ser extenuantes, pues aparte de la sensación de deja vu que el espectador puede tener después de cuarenta minutos de proyección, el engarce entre los sets de acción es prácticamente nulo, recordando a aquellas series sobre yakuzas de Takeshi Kitano o a la saga Yakuza Papers, donde la línea argumental se dinamizaba mediante una maraña de situaciones que daban por hecho que los señores de la mafia dedican todo su tiempo y energías a la conspiración y el asesinato. Normalmente los títulos de estas sagas son puro auto-exploit en los que se conceden cero minutos a la creación de personajes interesantes o diálogos medianamente inteligentes. The Raid 2 recoge este legado traicionando así a su película original, quedando todo en una reunión de piezas de acción deudoras de un universo referencial que puede hacer las delicias de un fanático del cine de acción oriental. Y hablando de cierta sensación de deja vu, hay momentos en los que la puesta en escena de interiores nos recuerda al furioso cromatismo de Only God Forgives (2013) ¿casualidad? Es o en el cine no existe.The Raid 2 BerandalCon las referencias contenidas en The Raid 2: desde Lady Snowblood (1973) hasta Infernal Affairs (2002) pasando por cintas como Boiling Point (1990), la película de Gareth Evans adquiere mayor dimensión como hábil ladrón de cadáveres que como ejercicio de solidez narrativa y cinematográfica. La acumulación de las escenas de acción y el continuo circular de personajes a cual más nihilista y despiadado sitúa a la secuela en el peligroso terreno del vacío existencial de un pulp que puede ser visionado a pedazos, sin necesidad de tener una perspectiva global de la obra.

Lamentamos que Evans no hay seguido el pulso narrativo de la película original, extremo complicado por otra parte, tan complicado como lo tuvieron los creadores de La Jungla de Cristal (Die Hard, 1988) cuando decidieron encarar un secuela y obtuvieron unos coherentes resultados con La Jungla de Cristal: Alerta Roja (Die Hard 2: Die Harder, 1990). También echamos de menos la melodía que Mike Shinoda compuso para The Raid 2011 y a ese Rama heroico y valiente que se juega el pellejo por su compañeros, en su lugar Rama se ha convertido en una máquina de matar producto del atavismo beligerante del proceloso cine de acción oriental.

Se anuncia una nueva entrega de The Raid. No hay muchas esperanzas de que se eliminen estas dos palabras del título de la nueva secuela, ahora quedará por ver si la tercera «parte» de The Raid tendrá algo que ver con la primera o nos encontraremos -lo más probable- con un puñado de baños de sangre tan espectaculares y huecos como el ninot de una falla.

https://www.youtube.com/watch?v=3MuXrN8L9ro

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