El 12 de octubre amanecía con el tiempo un poco nublado, cargado de humedad. Nos temíamos lo peor, la suspensión de la Zombie Walk, uno de los eventos más clásicos y esperado del Festival de Sitges. Habíamos traído una buena cantidad de maquillaje y cerca de medio litro de sangre artificial. Nos temíamos que todo ese montón de material se quedara muerto de risa en las maletas, lamentablemente así fue. A las 7  de la tarde Sitges estaba completamente inundada  y había «circulando» numerosos coches de policía y bomberos. Parecía que había llegado el apocalípsis zombie pero sin zombies.

Vamos con las películas. habíamos reservado la tarde para la Zombie Walk así que no vimos más que unos pocos títulos de desigual calidad.

La primera de la mañana fue Ahí va el Diablo, una película de Adrián García Bogliano que trata la temática de la posesión demoníaca y del döppelganger. Muy modesta en su presupuesto y puesta en escena pero de buenos resultados, con gran carga sexual, que se manifiesta de forma explícita en varios momentos, sobre todo la escena inicial, y de forma implícita en la extraña relación de los niños protagonistas. El final viene a ser un poco previsible pero funciona. Una interesante muestra de cine de terror latinoamericano, el cual está presente en este festival con este y otros interesantes títulos.

¿Qué es un autor? A nuestro modesto modo de entender, un autor es aquel que intenta transmitir una visión personal de una determinado tema, acompañado de un aparataje narrativo y visual con hondura artística. Pues Karlos Alaustrey no es eso, ni de lejos. Este realizador vasco no es ni más ni menos que un aficionado al cine que ha realizado algunos trabajos de pésimos resultados artísticos y vacuos mensajes, y que encima muestra unas ínfulas de autor que llegan a provocar pánico.

Durante la mañana nos acercamos al Casino Prado para asistir a la proyección de éste, para nosotros, desconocido talento patrio. La sesión consistía en dos cortometrajes y un largo. El primero de los cortometrajes, Ada, trata sobre una niña que recorre el monte nevado  sin un objetivo claro, a pesar de la voz en off que acompaña el paseo de la chica, con disertaciones existenciales y algún eco al problema del terrorismo (sic). Lo que vimos a continuación fue otro de sus cortos, La Tierra Seca, de temática postapocalíptica, quiere imitar sin medios ni visión artística a cintas como La Carretera. Tan colosal intento se salda con pésimos y olvidables resultados.

Llegó el turno del largometraje, La Extensión del Cielo, título pretencioso que hacía presagiar lo peor, y lo peor llegó. La Extensión del Cielo es una cinta que pretende combinar el thriller con el survival y el surrealismo a lo Jodorowsky. Nuevamente la falta de visión artística, la ausencia de trabajo fotográfico y una atrezo poco menos que inverosímil nos lleva a pensar que Alaustrey debe tener un buen contacto dentro de la organización del festival porque si no, no nos explicamos que estos títulos estén dentro de la programación. Para más inri, tras la proyección  iba a tener lugar un postscreening. Naturalmente no nos quedamos, tempus fugis est, o como se dice en castellano, no hay que perder el tiempo.

Tras la proyección de las cintas de Alaustrey en el casino Prado, llegaba el turno a The ABCs of Death, una de las cintas más esperadas del festival que incluye cortos de unos 4 minutos de duración de un buen puñado de directores del fantástico actual, siguiendo el orden de las letras del abecederio. Abre con la A de Apocalípsis el corto de Nacho Vigalondo, siendo el corto más mediocre y ramplón de todos. Vigalondo como showman ha demostrado su valía pero como realizador aún tiene muchísimo como aprender. Os dejamos la lista de los cortos y sus realizadores.

THE ABCs OF DEATH list

 

Como os hemos contado al principio, la Zombie Walk no tuvo lugar y cuando descampó nos fuimos a tomar unos mojitos. Pero os dejamos con una propuesta muy interesante de todo este mundillo zombie. Si recordáis, en La Noche de los Muertos Vivientes, de George A. Romero, sale un capilla en el cementerio donde tiene lugar la primera secuencia. Pues parece ser que esa capilla se encuentra en estado de ruina y un grupo de aficionados quiere recuperarla. Para ello ha promovido una iniciativa muy curiosa, reunir dinero de los aficionados para restaurar el lugar. Os dejamos con el cartel donde se explica todo, por si queréis mandar unos euros para allá.

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