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En la crónica de hoy voy a redimirme. Igual que el día anterior fue realmente decadente y nefasto, la jornada siguiente tuvo títulos de importancia e interés que hicieron la hicieron más llevadera. Así funciona esto; cuando se pasan diez días de festival hay tiempo para todo, lo bueno, lo malo, y lo menos malo.

Comenzaremos con The Congress, proyectada en el Auditori a las 8 30 de la mañana. Quienes hayan leído el libro en el que se basa la película, Congreso de Futurología, de Stanislaw Lem, que no se esperen una adaptación literal de la distopía que se describe en el libro. The Congress, firmada por Ari Foldman (director de Vals con Bashir), propone una reflexión sobre la era digital y cómo ésta afecta a nuestra forma de sentir el mundo y de ser nosotros mismos, partiendo del proceso de “digitalización” de la actriz Robin Wright, que se interpreta a sí misma.

Robin Wright en The Congress

La película combina imagen real e imagen animada. El falaz mundo futurista de lujo que plantea Lem en la novela es sustituido por un universo animado donde cada uno puede ser lo que quiera gracias a las sustancias químicas facilitadas por el gobierno. No queda muy lejos esta película del espíritu de la novela del escritor polaco; los resultados de esa sociedad decadente y sin más esperanza que un chute que les haga parecer ser lo que no son ni por asomo, se corresponden esencialmente a la descripción que realiza Stanislaw Lem en su libro. Personalmente hubiese preferido más literalidad en la adaptación, pero el trabajo de Foldman es muy bonito y me agradó mucho. Además, usar como hilo conductor la “vida digital” de Robin Wright humaniza mucho al film, y esa cercanía, frente a la frialdad y distancia de las películas distópicas, también se agradece. Lo peor fue la proyección, que se cortó dos veces, un problema que se agravaría en la siguiente sesión.

Y Open Grave, una de las mejores películas del festival, no la vimos terminar. Hubo dos cortes en la proyección, el último cuando faltaban sólo unos minutos para su final. Más o menos nos puede quedar claro cómo termina pero ahí nos quedamos todos, como pasmarotes, esperando durante veinte minutos un final de que nunca llegó. La organización suspendió la proyección ante la imposibilidad de seguir adelante con ella. Al parecer se trataba de un problema con el servidor, de lo que se deduce que muchas de las películas que vemos están proyectadas en streaming…hay que ver cómo evolucionan estas cosas.

La película del español Gonzalo Lópèz-Gallego  (El Rey de la Montaña, Apollo 18) es todo un soplo de aire fresco para el género. Es un thriller poderoso, que ofrece sorpresas continuas, sin dar tregua alguna. Además, logra componer un clima enfermizo, con continuos descubrimientos que obligan al espectador a cambiar el carácter moral de los personajes de un momento para otro. El film sigue la estela de clásicos con mayúsculas del cine de género. No quiero mencionar ninguno de estos títulos ni desvelar la trama pues afectaría al visionado de la cinta, cuyo principal atractivo reside en esos giros que se van sucediendo a lo largo del metraje, especialmente en su última media hora. Para poneros la miel en los labios os copio la sinopsis:

Un hombre que se despierta inesperadamente en una tumba repleta de cadáveres en estado de descomposición. El protagonista, desconcertado, intenta entender qué ha podido ocurrir y cómo ha podido llegar hasta ese terrorífico lugar. Pero entre su incertidumbre y su angustia, deberá tener fuerza para averiguar quién es el auténtico responsable de esas muertes. Sospecha de todas aquellas personas que le rodean, incluso del hombre desconocido que le rescató, pero su mayor preocupación viene cuando sin saber cómo ni porqué empieza a sospechar de él mismo…

Esta película, igual que The Congress, también está en la sección oficial a concurso. ¿Ganará? Seguro que no. No cumple el perfil de película ganadora. El jurado tendría que echarle «un par» para dar un premio a una cinta tan de género como es Open Grave.

Sharlto Copley en Open Grave

Los retrasos acumulados por los cortes, que la organización del Festival suspendiera la proyección de Mala para dar más agilidad a la parrilla, así que la siguiente película que se proyectó en el Auditori fue Dark Touch, pero me fui a comer decentemente y prefería dejarla para verla al día siguiente.

Vamos con una de ciencia ficción después de comer. Por cierto, esto de comer de menú una vez al día es un poco burgués pero para aguantar tanta caña sin que te entre «temblor de canillas» hay que alimentarse un poco. Lo damos todo por el cine, somos gente muy entregada y sacrificada, somos las jodidas Fuerzas Especiales del fantástico…Fijaos que mi colega Doe Lécter, de Doble Kulto Cinema, se levantó a prontísimo para subir al Auditori a por una entrada para una sesión que empezaba en el cine Retiro a las 8 30. Que tío, lo suyo tiene mérito, yo eso no lo hago ni de coña.

Sigamos. Íbamos por una de ciencia ficción llamada Europa Report. Curiosamente, esta película comparte el protagonista con Open Grave (el actor surafricano Sharlto Copley), que para más detalles, también es el protagonista de aquel clásico ya que es Distrito 9 y del bodrio infumable que fue Elysium. Su versatilidad como actor de género queda sobradamente probada con una muy interesante filmografía ya a sus espaldas.

europa report

Se me va la olla y sigo sin hablar de Europa Report. Comienza la película a lo found footage pero esta vez el “metraje encontrado” procede de las transmisiones de la misión espacial Europa, encargada de ir al satélite de Júpiter con ese nombre y sacar muestras de su subsuelo. El principio del film no se diferencia mucho de otras películas de misiones espaciales a  lo  “despresuriza la cámara A” “Enciende los inyectores 8 y 5” y cosas así…correctamente realizado pero un poco visto ya; consecuencia: el pollo al ajillo del menú empieza a pasar factura y caigo sumido en un relax del que me despierto cuando la nave aterriza en la superficie del satélite. Sin apabullar al lector sobre el resto de esta aburrida misión espacial, su motivo de ser, esto es, la búsqueda de vida en el satélite jupiteriano, finaliza con un plano que lanza a la película para una secuela. Poco nos aportó Europa Report, sin embargo tiene ese carácter de cult movie que tanto gusta a ciertos aficionados del fantástico. Ya veremos lo que dice el tiempo sobre este título.

Sin irnos del Auditori me puse a ver una película que no estaba en mi programación, Cheap Thrills. Lo hice para completar la tarde, y mi decisión no pudo ser más acertada. Cheap Thrills congrega en sus títulos de crédito nombres muy importantes del fantástico actual: Ti West, Drew Goddard…aunque éstos sólo aparecen mencionados como agradecimiento, su presencia ahí nos da una idea del espaldarazo que ha recibido este título, una comedia negra, un tour de force entre cuatro personajes dando lugar a situaciones de tensión in crescendo. El resultado es magnífico, hilarante y sorprendentemente canónico, a la vista de la disfuncionalidad de la mayoría de los films que estamos viendo en el festival, y si no, me remito a la jornada de ayer. Tampoco puedo contar mucho de esta película, quizás hablar de una buena fotografía, banda sonora, actuación y planificación, pero si sigo adelante desvelaré detalles claves que anularán la sorpresa al espectador que quiera visionar esta maravilla.

Cheap Thrills

Cheap Thrills se encuentra en la sección oficial a concurso. Sería raro que este título ganase el premio del jurado, pero hay muchas posibilidades de que gane el del Premio del Público. En la urna de votación ya no cabían más papeletas en las casillas del 4 y del 5. No era para menos.

Con el buen sabor de boca de Cheap Thrills me encuentro con mi amigo Nico Afonso y nos vamos a tomar unas cervezas. Él parte para ver The Congress y yo para la sesión golfa de Frankenstein Army, una de nazis, zombies y robots cutres. La película se deja ver, teniendo en cuenta sus grandes limitaciones. No engaña a nadie, juega sus mejores bazas en el terreno del trash, pero un trash que podríamos calificar como “deluxe”, aunque suene a pura contradicción. La fotografía es muy básica, como lo es el atrezzo y la escenografía, los actores son infames, y el guión es deficitario y hace aguas por mil sitios, pero el público que estábamos congregados en el cine Retiro, ya casi a la medianoche, para ver Frankenstein Army no exigíamos mucho más, íbamos a divertirnos y a reírnos de los robots nazis. Y desde luego lo hicimos.

frankensteins army

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