Crítica: Fortaleza Infernal 2, con Christopher Lambert
Título: Fortaleza Infernal 2 (Fortress 2: Re-entry). Año: 1999. Duración: 88′ País: Estados Unidos. Director: Geoff Murphy. Guión: John Flock & Peter Doyle (Personajes: Steven Feinberg & Troy Neighbors). Música: Christopher Franke. Fotografía: Hiro Narita. Reparto: Christopher Lambert, Pam Grier, Willie Garson, Aidan Rea, David Roberson, Liz May Brice, Beth Toussaint.
Fortaleza Infernal 2: Cuando haces películas en plena decadencia
Un buen material de base, como una memorable primera parte de algo, no es una manera segura de obtener una buena película, por mucho que se empeñen los productores sin moral del planeta en hacerlo continuamente para conseguir un gran retorno. El caso es que, Fortaleza Infernal 2 (Fortress 2: Re-entry, 1999), esta atrocidad fílmica ha marcado de tal forma a Christopher Lambert que ya no hay cómo tomárselo en serio (en parte gracias a las carnavalescas muecas de babuino subnormal borracho e interpretaciones del elenco, llevándose los honores ya sabemos quién). Esta atrocidad es lo último que necesitaba la humanidad, y además es algo que sólo podría concebir el ejecutivo con la mente más peligrosamente inestable en toda la faz de la Tierra.
Vamos, un productor ejecutivo random del montón.
Películas como Fortaleza Infernal 2 no se encuentran todos los días. Es el tipo de película que haría las delicias de los protagonistas del Mistery Science Theatre 3000, y sin duda, una película que está destinada a ser un clásico del despropósito y el delirio diarreico mental, por una buena serie de cosicas.
Ahora es un film mainstream y todo.
Entre mis anécdotas sobre este cagarro di cardinale, esta una muy graciosa. Ya me la había tragado en, probablemente cine, y no tenía un buen recuerdo la verdad. Pero tengo la costumbre de regalar a mis amigos para el cumpleaños la peor mierda que me encuentro por las tiendas del submundo friki que frecuento. Así que no se me ocurrió nada mejor que regalar este zurullo de los que hay que inyectarse directamente al corazón por culpa del paro cardíaco que nos da continuamente ante tan epilépticas imágenes. Esto es debido a que todas las escenas de interiores de Fortaleza Infernal 2 son una orgía de focos azules que convierten a una cárcel en el supuesto espacio exterior en una sala más de la Pont Aeri.
A día de hoy aun no se la ha visto el maldito de mi amigo. Si, va por ti Queco.
Para tan apocalíptica y épico decadente aventura como Fortaleza Infernal 2, Geoff Murphy (el puto amo de las segundas partes como Alerta Máxima 2, Jóvenes forajidos 2 o la que hoy nos ocupa) se ha rodeado de nombres a la altura del proyecto. Por un lado tenemos al actor con estrabismo más famoso de Hollywood, Christopher Lambert, cuyos méritos cinematográficos consisten en haber protagonizado Inmortales, diez años atrás y luego no dar pie con bola, ademas de casarse y divorciarse de Diane Lane, para después trincarse a no sé quien de la familia real de Mónaco (Este blog no es de prensa rosa, así que no recuerdo quien es). Él interpreta al preso inocente de turno, a quien no le importa arrastrarse por una cloaca tan infecta e inmunda que da asco hasta a las ratas, con tal de trincar un cheque con varios ceros a final de mes. Luego tenemos a la británica come fish and chips de Liz May Brice, cuya lista de desastres cinematográficos incluye Resident Evil, Alien Vs Predator o maravillas como el Color de la Magia, Dead Set, Black Mirror o Misfits entre otros. Vamos que va pivotando de la mierda a algo decente de manera muy aleatoria (asumo que tiene que pagar una hipoteca monstruosa por la casa llena de gatos en la que vive). Por estos lares también se encuentra Pam Grier que os sonara una puta mierda, y puede que sea así. Recordada solo por gente que tiene infartos cerebrales o con experiencias cercanas a la muerte os la podéis encontrar por sitios tan variopintos y curiosos como Jackie Brown, Vacaciones en el mar, The L world, Curso del 99 o Smallville, siempre haciendo de miembro de los Black Panther, o algo por el estilo. Este es el elenco de Fortaleza Infernal 2.
Todo esto no tendría ningún sentido si no hubiesen añadido a Fortaleza Infernal 2, a su vez todas las gilipolleces visuales de chiste que se incluyen en estos films, con un montaje que ni Christopher Nolan (como siempre Mongolan para mi) encocado hasta las cejas, con unos gags humorísticos que ni tu primito el del pueblo aprendiendo a decir nuevas groserías, y un Christopher Lambert al que le han dado luz verde para que se deje el alma haciendo el imbécil. El resultado de Fortaleza Infernal 2 es un cóctel de mongolismo acojonante; un disparate que atenta contra el sentido común, la urbanidad y las buenas costumbres. Una de las más ilustres bazofias de la historia del cine, que ha llegado a estrenarse jamás en salas.
Y si hablamos de esperpentos no puede tardar en surgir la legendaria figura de Christopher Lambert. A la vista de su filmografía y de la calidad de sus trabajos en cada una de sus películas, no puedo más que rendirme ante la evidencia y pensar que Lambert es precisamente una de las causas del desastre en taquilla en un gran porcentaje de los casos. Por no decir todos. Merecería una sección personal, un panegírico, una novela de fantasía, o algo por el estilo, pero aquí solo vamos a hacer un resumen pormenorizado, y humillante por supuesto.
Asumo que como nadie tiene estomago para leerse la carrera de este ente, prefiero desglosar la insigne carrera cinematográfica de Christopher Lambert a mi manera. Arrugado, desentonado, sesenton, ex-galán de cartón piedra del thriller y el cine de acción de los ochenta y noventa de serie B y de telefilm de sobremesa de Antena 3, estaba llamado a ser alguien grande pero se quedo en un pedo de mariposa. Nacido en 1957, este estadounidense de orígenes franceses (lo cual ha permitido que Lambert nos regale sus interpretaciones o lo que sean, tanto en las productoras chicha y nabo de California como en el cine francés comercial con ínfulas de copiar lo peor de Hollywood), fue descubierto durmiendo debajo de un puente en el 84 por el desastroso Hugh Hudson para protagonizar Greystoke, la leyenda de Tarzán, el rey de los monos, título interminable que suma más palabras que las que Lambert pronunciaba en toda la película, si no tenemos en cuenta sus gruñidos guturales como palabras. En ella compartía protagonismo con Andie McDowell (otra que tal baila), y acabo convertido de la noche a la mañana en uno de los bollitos más apetecibles del cine norteamericano de los ochenta y principios de los noventa.
Quizás fue también por el Oscar que se gano por este papel.
El largo camino a Fortaleza Infernal
Tras el discreto (como todos los que ha hecho, y digo discreto por no soltar sapos y culebras por el texto) thriller titulado Subway, se hizo con un lugar entre la flor y nata del videoclub de caratulas de la Cannon Films con Los Inmortales del 86, la célebre cinta de aventuras, acción y flashbacks temporales de Russell Mulcahy, un hito en el cine adolescente de los ochenta ambientado a caballo entre la Escocia del siglo XVI y el Nueva York del siglo XX, a ritmo de Queen y con la compañía de Sean Connery como espadero real egipcio del emperador Carlos I de España y V de Alemania. El asunto no estaba nada mal, aunque la película no haya resistido el paso del tiempo sin que uno sienta vergüenza ajena, sobre todo si te la tragas en el Paramount Channel cuando haces zapping.
Intentó dar un necesario salto de calidad con El siciliano, a las órdenes de Michael Cimino y con todo un Mario Puzo como ideólogo de una historia que fracasó a lo grande, como siempre ha hecho Cimino desde El cazador (o Christopher Lambert desde Highlanders). El fiasco fue mayúsculo y de él todos resultaron apestados e ignorados por todas partes, entre ellos un Lambert que vio cortado así su único intento por trabajar en el cine de verdad. A partir de entonces, además de intentar recuperar algo de popularidad repitiendo hasta tres veces más en la saga de los inmortales (de las cuales solo soporto la cuarta), sólo pudo dedicarse a hacer paridas de acción o ciencia ficción de presupuesto tirando a bajo y thrillers de esos que a los cinco minutos ya deduces, no sólo quién es el asesino, sino su historial psicótico completo y si esta a bien con la hacienda pública (No como Nicholas Cage, pero eso es otra historia). El catálogo es impagable: Jaque al asesino, un thriller pedorro ambientado en este caso en el mundo del ajedrez del 92, Fortaleza infernal del 93, Mortal Kombat o Presa de la secta del 95, Adrenalina del 96, Beowulf y Resurrección del 99, este ultimo vendido como un film en la línea de Seven (o sea, a oscuras, profunda, cultureta y lloviendo a mares todo el rato por el set de rodaje) en la que un asesino mata y descuartiza a cualquieras para reconstruir el cuerpo de Cristo crucificado, en un alarde más de la costumbre hollywoodiense de utilizar versículos de La Biblia como guión, Fortaleza Infernal 2, o Druidas del 2001 ese fracasado intento del cine francés por acercarse en algo a la épica de batallas y combates a espada en la Galia irreductible ocupada por los romanos, para culminar con el protagonismo en El inquisidor, drama de 2006 producido por el Reino Unido y Hungría sobre la España de los siglos XV-XVI en la que comparte protagonismo con Blanca Marsillach. Un puntazo de carrera culminada por el éxito, vamos. Aunque viendo la pobreza gestual y expresiva del actor, su acartonamiento constante, su voz gangosa y el careto de inadaptado social que gasta siempre, no era muy difícil vaticinar su futuro.
Si queréis ver a lo que se dedica Christopher Lambert a día de hoy, os miráis la IMBD de este hombre y os echáis unas risas. Os reiréis mas que si os tragáis el truñazo de tres al cuarto del Club de la Comedia de la Sexta.
10 años desde la anterior Fortaleza Infernal
En Fortaleza Infernal 2 han pasado diez años desde que John Brennick, un fugitivo de la prisión subterránea de gran tecnología la Fortaleza, consiguiera escapar y se encontrase en una película decente. El gerente de la corporación Men tel busca incansablemente a Brennick, quien se esconde, junto a su familia, en el campo cual lobos aullando por un contrato o un film serio. Finalmente son acorralados y se ven obligados a entregarse, siendo encerrados en una nueva y más sofisticada prisión, una nueva Fortaleza Infernal, esta vez situada en el espacio exterior (de bajo presupuesto) -a 26.000 millas por encima de la Tierra-, y de donde es aún más complicado escapar, casi imposible. Pero Brennick no es un hombre que dé su brazo a torcer fácilmente, y con un hijo esperándole en la Tierra que parece que constituye una motivación adicional a sus planes de fuga. Cosa que lograra conseguir hacer sin traje espacial, respirando fuerte, aguantando la respiración y paseándose por el espacio a brazadas y como único problema físico tras la odisea solo un hilillo de sangre por la nariz.
Es decir, que llega el final de Fortaleza Infernal 2 y tu cerebro está comatoso, como si acabaras de salir de la Fabrik. Christopher Lambert mueve menos músculos faciales que un caracol, tomando forma mi hipótesis de que evidentemente tiene parálisis facial perpetua. El jefe de la prisión de Fortaleza Infernal parece estar en resaca permanente, su hermana de cabreo perpetuo, y el nigger que se supone que es el elemento gracioso del film hace tanta gracia como un dolor de muelas o que te taladren el ano con una broca del treinta.
Pero eso no quiere decir que no sea fan de Christopher Lambert, seguiré tragándome sus films como me trago todos en los que sale Rutger Hauer, solo porque disfruto con sus interpretaciones titanicas.
O porque soy gilipollas.
