Crítica de ¡Ave César! de los Hermanos Coen
Título: ¡Ave César! (Hail Caesar!). Año: 2016. Duración: 106 min. País: Estados Unidos. Director: Joel Coen, Ethan Coen. Guión: Joel Coen, Ethan Coen. Música: Carter Burwell. Fotografía: Roger Deakins. Reparto: Josh Brolin, George Clooney, Ralph Fiennes, Tilda Swinton, Channing Tatum, Scarlett Johansson, Alden Ehrenreich, Frances McDormand, Jonah Hill, Christopher Lambert, Clancy Brown, Wayne Knight, Dolph Lundgren, Patrick Fischler, Robert Picardo, David Krumholtz, Fisher Stevens, Emily Beecham, Fred Melamed.
Es indudable la capacidad de los Hermanos Coen para llevarnos a épocas pretéritas de la historia americana, pocos realizadores son capaces de enganchar al espectador con el magnetismo que nos ofrecen sus frescos de los años 20 (Muerte entre las flores, 1990), el retrato de la Gran Depresión (El Gran Salto, 1994) o, lo que toca en 2016, ¡Ave César! (2016), una crónica en clave de humor de la industria del cine norteamericana de los años 40 y 50, inciendo en la Babilonia hollywoodiense de la época. Alternando sus títulos entre el cine independiente que les dio a conocer y las producciones de época, la filmografía de Joel y Ethan Coen no pierde su pulso y sorprende a propios y extraños en una nueva vuelta de tuerca que hace que hoy en día sean unos auténticos supervivientes dentro de la industria, siempre con una personalísima visión del arte cinematográfico y, en este caso, de un aspecto muy relacionado con él, la época dorada de Hollywood.
¡Ave César! es una obra protagonizada por actores en plenitud de su carrera artística (George Clooney, Scarlett Johansson, Josh Brolin, Tilda Swinton, Ralph Fiennes…) y otros ya prácticamente retirados que realizan pequeños cameos (Dolph Lungred, Christopher Lambert), formando en conjunto un plantel que de forma coral da vida a una película en la que la dirección artística tiene una especial importancia en la recreación de los estudios de Hollywood y la forma de vida de cineastas y actores. También se encuentran presentes otros tópicos de la época que dinamizan el guión, siendo hilos conductores de esa panorámica sobre la época dorada de Hollywood que nos ofrecen los Hermanos Coen. Las comedias de Joel y Ethan Coen, lejos de recurrir a humor negro (excepto en su ópera prima, la rabiosa Sangre Fácil) son comedias muy ligeras, películas que no pretenden irritar y rehuyen cualquier guiño escatológico; en este aspecto quizás sea El Gran Lebowsky la película más “sucia” dentro de la ya extensa filmografía de los Coen. ¡Ave César! es una comedia muy ligera, quizás la más ligera y vistosa que hayan realizado hasta la fecha; los chistes necesitan de una implicación activa del espectador, al que además no le viene mal una buena dosis de conocimiento de la escena cinematográfica de la década en la que se ambienta la producción; ahí están guiños, y más que eso, a películas como Escuela de Sirenas (1944), a las producciones de marineros bailarines de Gene Kelly o los peplum de lujo a mayor gloria de unas escenas bíblicas convertidas en espectáculo de masas.
¡Ave César! no se limita a ofrecer un revival del Hollywood de la época, también es una película que se hace eco de algunos de los acontecimientos que eran una realidad social de momento como el auge de la televisión, la existencia de armas de destrucción masiva (la bomba de hidrógeno) o la incipiente y rampante Guerra Fría entre americanos y rusos que en la época tuvo un gran impacto en Hollywood durante la Caza de Brujas del senador Joseph McCarthy. Pinceladas de humor y hasta de realismo mágico -la escena del submarino, parecida a la del ovni de El Hombre que nunca estuvo allí (2001)– se diseminan por todo el metraje de ¡Ave César! En la línea a la que los hermanos Coen son tan afines, humor inteligente y con estilo, nada de trazos gruesos en esta película que viene respaldada por la productora Universal.
Los loables objetivos de los hermanos Coen, aún por interesantes y visualmente atractivos, chocan con la visión de un espectador europeo al que le pueden importar mucho o poco algunos de los temas tratados en ¡Ave César! La película se encuadra más cómodamente en el ámbito de una cinefilia que el menos reconocerá en el personaje de Ralph Fiennes a un cineasta como Michael Curtiz, o en el de George Clooney a un Victor Mature. ¡Ave César! No persigue la universalidad de su propuesta, está delimitada a un público muy concreto y conocedor de lo narrado, para el resto quizás sólo quede el tedio, la incomprensión de un filme que pese a sus buenas intenciones resulta ser bastante sectario y con un ritmo desconcertante en varias ocasiones, aunque no por ello carente de calidad. ¡Ave César! No es lo mejor de los Coen, es una película más, quizás la más aparatosa hasta la fecha, que sumar a su extensa filmografía, pero por lo que nos tienen acostumbrados, su próximo título puede ser tan desconcertante como ¡Ave César! ¿Un thriller o una historia intimista contada en tono indie?
