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Crítica de Ato San Nen, un cortometraje de Pedro Collantes

Título original: Ato San Nen. Año: 2017. Duración: 25′. País: España, Francia. Dirección: Pedro Collantes. Guion: Pedro Collantes. Reparto: Mabel Rivera, Kenji Yamauchi, Carlos Kaniowsky.

Normalmente, al viajero procedente de un país extranjero -y nosotros lo somos cuando realizamos un periplo a otra parte del globo- le achacamos una actitud invasiva, curiosa y, a veces,  exageradamente molesta; una sensación que ha crecido con el aumento de un turismo masivo que pervierte a la cultura autóctona y no deja lugar a la hospitalidad o al trato amable y cercano, valores éstos que se encuentran (se deberían encontrar) en todas las culturas del planeta. Pero aún podemos pensar que hay personas que también realizan un viaje interior, acompañado de ese inevitable viaje físico, buscando la paz del espíritu, el sosiego y la sanación de sus heridas emocionales. Este tipo de periplo es el que realiza Hiroshi (Kenji Yamauchi), el protagonista de Ato San Nen (2018), un hombre japonés de mediana edad que decide viajar a España de vacaciones, y aprovecha para visitar a un «amigo» español que conoció de forma circunstancial. La llegada de Hiroshi será recibida con recelo por Marisa (Mabel Rivera), que se verá obligada a hacer de improvisada anfitriona. A pesar de las barreras lingüísticas (Hiroshi solo habla inglés y japonés y Marisa solo habla español), se desarrollará una empática relación entre ambos, basada ante todo en los gestos, las miradas y la tonalidad de las voces, formando un corpus donde el entendimiento prevalece sobre la desconfianza, y donde los corazones de dos personas solitarias se desnudarán al son de sus miradas, sin que el lenguaje hablado tenga más peso que el de la sinceridad del mismo, a pesar de que lo incomprensible de las palabras que pronuncian el uno y el otro.

Ato San Nen, que en japonés signifca «3 años más», es una pieza puramente intimista, a la par de naturalista. Nos encontramos un mundo interior, el de los protagonistas, un universo que, si bien distinto en cuanto a lo cultural y a lo personal, comparte nexos existenciales comunes. Este mundo interior va a salir a la luz en un entorno netamente naturalista, el idílico pueblo donde vive Marisa. El catalizador para que se produzca la magia del entendimiento es el personaje de Carlos (Carlos Kaniowsky), amigo personal de Marisa que logra romper momentáneamente la barrera idiomática con Hiroshi gracias a sus conocimientos de inglés.

Mabel Rivera nominada a los Premios Fugaz 2018 por Ato San Nen

Las interpretaciones de Mabel Rivera y Kenji Yamauchi son más que notables, habida cuenta de la dificultad de responder a estímulos que no están basados de unas conversaciones verbales al uso. La ganadora de un premio Goya por Mar Adentro (2005) realiza una extraordinaria labor de interpretación, ofreciendo el retrato de un personaje cálido y cercano. Por la parte del casting japonés, Kenji Yamauchi, actor que es un completo desconocido en España, realiza un papel desconcertante: si al principio del cortometraje Hiroshi es un prototípico turista ávido de la sencillez de la cultura española, y que parece guiado por alguna especie de código de honor que poco tiene que ver con nuestros usos culturales -un papel que se nos antoja casi caricaturesco-, el posterior desarrollo de su personaje pivota hacia una vertiente más afectiva e íntima. En el final del cortometraje se produce una maravillosa simbiosis entre los protagonistas, encuentro no sería posible sin la implicación de ambos actores, que ofrecen una contundente lección de interpretación.

Pedro Collantes es el director de Ato San Nen. El realizador madrileño vuelve a referenciar a la cultura japonesa en este cortometraje, varios años después de dirigir Serori (2014), una pieza rodada íntegramente en Japón y con un corte también intimista, aunque con las inevitables y amplias distancias estéticas y vitales con Ato San Nen. En Ato San Nen también destacamos  la fotografía de Diego Cabezas, con un trabajo que sabe sacar muy buen partido de la luminosidad y las tonalidades verdes omnipresentes en el pueblo de Marisa.

Ato San Nen ha sido nominado para los Premios Fugaz 2018 en las categorías de Mejor Guión y Mejor Actriz para Mabel Rivera.

Kenji Yamauchi en Ato San Nen, cortometraje nominado mejor guion en los Premios Fugaz 2018

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